Resumen: No puedo decir más que sus encargados son unos groseros, que la atención en general es mala y que la comida es de muy baja calidad, tanto así que deben mentir sobre los ingredientes. Sin duda el peor restaurante italiano de Bilbao.

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Comida de bajísima calidad. Todos los platos que en la carta mencionan "mantequilla" en realidad están hechos con margarina. Menos mal que preguntamos porque mi esposa es alérgica, pero aparte de que la margarina no sabe igual de bien y es mucho menos saludable que la mantequilla, es inaceptable que los ingredientes que se describen en la carta no sean los reales. Pedimos unos fiocchi de pera con salsa de queso gorgonzola y parecía una sopa. La pizza estaba bien, aunque la masa sin más y la ensalada "La Morada" fue muy decepcionante. El servicio también dejó mucho que desear. Resulta que yo me equivoqué y debí reservar en el Solomonk en vez del Coppola, ya que este último es más como una especie de bar en donde sirven comida, mientras que el primero es un restaurante. Tampoco me lo explicaron por teléfono al hacer la reserva, cosa que de todas formas deberían hacer. Durante la llamada, les expliqué que aunque quería la reserva para las 8:30, tal vez llegaría 15 minutos tarde como mucho, y me explicaron que no había problema siempre y cuando nos fuéramos antes de las 10:10. Al llegar al Coppola, notamos que el ambiente no era tan agradable como en el Solomonk, ya que era más bullicioso y olía un poco mal, por lo que decidimos preguntarle a la persona encargada si había sitio en el Solomonk. Antes de siquiera hacer la pregunta, de forma muy tajante, una de las encargadas nos dijo "si no tenéis reserva, no hay sitio aquí" (sin saber que de hecho sí teníamos reserva, sin saludarnos y sin preguntar). Era una señora gorda, de ojos claros. Le explicamos que sí teníamos reserva, le di mi nombre, y viendo el reloj (eran las 8:40) me reviró los ojos groseramente y me dijo, "a las 8:30". Ignoré su actitud grosera porque solo queríamos comer y le pregunté que si nos podíamos pasar al Solomonk, y de nuevo, tajantemente, "No, no hay sitio". Le pregunté que si estaba segura, ya que no le había preguntado a nadie, y me dijo que fuera yo a preguntar allá, cosa que hice, y al final sí había sitio en el Solomonk. Luego regresé al Coppola para decirles que podían cancelar la reserva, y la señora ni me respondió verbalmente, otra vez haciendo gestos de indiferencia. La camarera del Solomonk, que era una chica argentina o uruguaya (creo) sí que fue bastante amable y no nos podemos quejar de su trato. Todo esto lo cuento porque son cosas que podrán parecer pequeñas, pero cuando a mí me pregunten por este restaurante, por mi experiencia no puedo decir más que sus encargados son unos groseros, que la atención en general es mala y que la comida es de muy baja calidad, tanto así que deben mentir sobre los ingredientes. Sin duda el peor restaurante italiano de Bilbao.