Los perritos, vale. Un bocado que encaja muy bien en un momento informal sin grandes pretensiones. Pero la actitud del personal, aquí si hay que hablar. Cuando hay poca clientela, es muy fácil ser amable. La verdadera profesionalidad se da cuando hay momentos difíciles. Toda la clientela habitual sabe que en horas punta hay que esperar. En este caso me informaron que unos 35 minutos. (Para un puñetero perrito caliente). Lo acepté pues soy cliente habitual. Pero hay límites. Si después de ver que el cliente que pidió comanda delante nuestro les han servido, ha terminado, ha pagado y se ha ido; pido explicaciones a continuación y me dicen que tengo que esperar unos 3/4 h. más, evidentemente me quejo. Tras una discusión con la camarera que atendía las comandas y que ya estaba subiendo el tono más de lo adecuado, se sumó el padre de ella (según él) y sin escuchar las razones nos echó del local de malas maneras. Si yo hubiera sido un hostelero profesional me paro a escuchar al cliente e igual lo puedo solucionar de forma más o menos rápida. Pero aquí ha aparecido la soberbia, la prepotencia y la altanería (como soy el rey de los perritos en Córdoba y tengo clientela a rabiar, me da igual un cliente cualquiera que proteste). Pues este cualquiera regresó de su domicilio, ha pedido el Libro de Reclamaciones y espero que la Junta de Andalucía actúe en consecuencia. La profesionalidad en la hostelería no se adquiere por vender mucho sino por atender al cliente de cualquier categoría en momento difíciles, sin perder las formas. Y lógicamente hay que poner como camareros a profesionales, no a hijas que no tienen ni idea de hostelería ni de actuar con...
Read moreMuy mala experiencia, un sábado por la noche 21 de septiembre. Nos dicen que hay 40 minutos de espera para un perrito caliente, no había tanta gente esperando su pedido como para tanto tiempo de espera. Vemos al hombre que los prepara, ya muy mayor, muy poco eficiente, le tiembla el pulso y solo usa unos pocos calentadores de todos los que tiene. Pedimos unos bocadillos de tortilla, nos dicen que ya no quedan, asi que los cambiamos. Otra pareja que venia con nosotros pidieron un minuto antes y la dependienta no les dijo nada, preguntan y les confirman que si había tortilla para ellos. Pasa una media hora, ya nos habíamos comido nosotros los bocadillos, y llaman a la pareja, les dicen que lo sienten pero no hay tortilla, tienen que pedirlos de otra cosa. Es decir, preguntaron a caso hecho, les confirmaron que si había tortilla, esperaron media hora y ahora les dicen que no hay tortilla. Una decepción. Al menos les devolvieron el dinero, pero se fueron a casa sin cenar. Bar Lucas necesita renovar la plantilla (el hombre que hace perritos ya no está para ese puesto), y mejorar la organización y la comunicación. No volveremos y no lo recomendamos a nadie. Una lástima que un bar de Córdoba de toda la vida haya...
Read moreTal como llegamos nos fuimos. Dos malas experiencias en una misma semana. En la primera ocasión, un miércoles santo, llegamos a las 23:15h (cierran a las 00:00h) con ganas de un perrito y seguir, al entrar por la puerta y sin dar las buenas noches ya nos dijeron que estaban cerrados, que tenían muchos pedidos pendientes y no nos podían atender, al echar un vistazo por el local y en la plaza de fuera, no había más de 10 personas y estaba comiendo.
Segundo intento, sábado de gloria, sin pasos de semana santa, menos jaleo, por lo que nos volvimos a presentar allí. Misma hora, eran las 23:00. En esta ocasión ya estaban en la puerta diciendo que están cerrados porque tienen muchos pedidos, al echar un vistazo al alrededor, no había nadie. Luego pensamos que era pedidos a domicilio y eso es lo que provoca que no puedas ir a su local a comerte un perrito clásico de córdoba en sus instalaciones,UNA PENA. Éramos 12, nos fuimos al BOCADI, allí nunca te van a decir que no, sea la hora que sea, siempre te van a dar de comer.
Se tienen...
Read more