Los proyectos necesitan tiempo para poder consolidarse. Amura, como restaurante, necesita una revisión. Creado para ser imagen de una localidad veraniega, que morirá del éxito por el poco cuidado que se tiene en conservar su esencia, en estos momentos su singladura es confusa y su oferta indefinida, en general y en particular. En un espacio de pretendida contemporánea factura arquitectónica, cuenta con considerables errores que traerán problema con el paso del tiempo, desde el poco espacio dedicado al alma central de un restaurante, como es la cocina y su capacidad de frío, pasando por la limpieza de las ventanas hasta la insonorización del salón. Pues a lo que viene uno aquí es a comer, y hasta disfrutar de una carta de vinos, que en este momentos merece una profunda revisión por su desinterés absoluto, ya que fiar la calidad de sus propuestas a una empresa que apoya su criterio de reconocimiento en la estética más que a la ética de lo que se encuentra en el interior de la botella, por mucho que estas pretendan jugar a una rompedora imagen pero dejen sin prestar atención a la necesidad de que el vino hable por sí solo, no es una vía que ayude a valorar una oferta coherente. Poca atención a las distintas zonas vinícolas de una comunidad que ha conseguido reconocimiento mundial entre alguno de sus bodegueros. Poca atención a vinos y zonas que están marcando el ritmo y la tendencia de lo que un país tan variado como España ofrece, y ninguna muestra de lo que internacionalmente se produce. Carta que sin tener elevados los precios queda en vacía por lo que allí se encuentra. La parte culinaria parece caer en el habitual juego de nombres largos, fusión en la confusión, y poca relevancia del terreno donde se cocina. El desacertado aperitivo mal nombrado que ofrece la casa antes de la comida hace presagiar falta de consistencia culinaria. Lo que se presenta como kimchi de remolacha no es más que un puré de patata con remolacha escasamente aliñada. La tabla de salazones está mal cortada y no muestra el grado de calidad al que está llegando este producto en la comarca con productores sobresalientes. Trozos secos, salados y de un grosor que no le hacen bien. La “patita de pulpo en tempura de garbanzos con parmentier de sobrasada” queda salada y la gracia que podría tener la presencia del sabroso embutido apenas tiene concurso en el plato. Para más inri la salsa aparece cortada. La combinación de patata y sobrasada es abrupta. “El gambón en placton marino con alioli de hierbabuena”, esta vez sí bien frito, apenas deja notar la presencia del placton y su vibrante color verde. Y el juego de contraste del alioli fresco no resiste. El mayor desastre llega en forma de caldero. Su textura es pegajosa, insípido en el paladar, y con un desafortunado y extra cocido trozo de pescado. Por suerte no aparecerá en la cuenta final al apenas haber sido tocado por los comensales y la gentileza de quien dirige el proyecto en sala. El arroz con secreto estaba muy bien de punto y sabor. La atención del servicio es desafortunada. Si ante la pregunta de si tienen manzanilla o fino contestan con un gesto para traer una taza a la mesa. No hay agilidad para solucionar la petición de unas almendras fritas, y desconocen que en la comunidad murciana a la gamba/gambón rebozado se le denomina caballito. Frente a estas acciones que podrían desalentar al viajero hay una mano que se empeña en ofrecer un giro, y es de agradecer. Hay esperanzas de futuro. Magnifica la terraza donde disfrutar de unas de las mejores vistas...
Read moreEsperaba más del restaurante, quizás acudir con expectativas sea el error, pero sinceramente me ha decepcionado bastante:
Nos toman nota de nuestra elección de la carta, la persona que nos atiende no sabe que hay disponible y que no, tiene que acudir en un par de ocasiones a consultar si lo que hemos pedido está disponible. Yo he tenido que pedir 3 veces mi segundo plato ya que ninguna de las otras dos de las elecciones resultaba estar agotadas. Al final tengo que pedir una carne que no me gusta. La excusa de que acaban de pasar las fiestas y están cortos de genero no me parece suficiente (acudimos el viernes 10 de enero, el ultimo día "fuerte" pudo ser el lunes 6 de enero, creo que han tenido tiempo suficiente para reponer y mas algo tan simple de conseguir como un solomillo de ternera, les recomiendo la carnicería Carpio de Los Belones). Pido un lomo bajo por sugerencia del servicio y despues resulta que tampoco hay. La siguiente excusa es que están con el cambio de menú y eso tambien ha hecho que no haya el genero que queremos consumir, lo lamento pero tampoco me parece una excusa.
Nos traen los aperitivos de la casa y no nos dicen ni que son.
Tabla de quesos, escueta, cortados y presentados de manera bastante burda.
Nos traen los segundos y se equivocan con uno de los platos.
No acudí a probar sus servicios antes ya que se que hacerlo en las primeras semanas/meses de un negocio suele haber algo de falta de coordinación y conocimiento del sistema de trabajo pero tras 6 meses creo que les queda aun mucho que pulir, no se trata de un restaurante económico donde puedas entender que la excelencia del servicio sea inmaculada, pero sus precios y aspecto sugieren...
Read moreEstuvimos mi pareja y yo el finde de semana para degustar el menú de Oferplan. He de decir que fue una grata sorpresa desde que entrar al restaurante, hasta que te vas de allí. Al entrar nos atiende un camarero muy amable. Y nos dice que tenemos que escanear los cupones en la recepción del hotel. (Todo muy sencillo) Y enseguida te sientan en la mesa estipulada para empezar con la mezcla de sabores. Pedimos la bebida, que eso no entra dentro del menú. Nos traen de cortesía una olivas aliñadas y un pan tostado con un paté por encima que para mi sabía un poquito a sobrasada. Nos traen un pan a elegir entre normal y pasas con nueces muy ricos. Enseguida ya nos traen los platos individuales y a compartir. A destacar el caballito. (No me dió tiempo a hacerle foto...) Y la ensalada de burrata. Yo no soy mucho de contraste de dulces y salados y este plato lo tenía y decir que me encantó. Lo veréis todo bien en las imágenes. El arroz de caldero nos sobró y el camarero nos dijo que si nos lo ponía para llevar. Le dijimos que por supuesto. Estaba delicioso. Y ya para ultimar, y dar colofón a la velada, los postres. La torrija estaba espectacular. Y mi pareja pidió la tarta de queso. También muy buena. Se estuvo paseando por las mesas el chef. Y explicando los platos. Se le notaba entusiasmo y pasión por la cocina. Destacar el servicio, muy atentos con todos los comensales. Esperando a que ponga más cupones de Oferplan para ir. Si has llegado hasta aquí,...
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