Restaurante Campo Verde — Restaurant in Cartagena

Ha sido toda una decepción volver al restaurantes después de años. A día de hoy, considero que es el peor restaurante calidad-precio de Los Belones.

La ensalada principal estaba compuesta por lechuga iceberg y algún trozo de tomate. El pan de hacía días... El menú contenía huevos revueltos, y eran patatas fritas aceitosas, sin huevo y jamón. De segundo, espalda de cordero, y de nuevo patatas fritas aceitosas con chuletas de cordero, eran todo hueso y la carne dura y seca. Los comensales que me acompañaban se animaron con la paella mixta, el arroz estaba duro y caldoso, el pollo era una mini pieza con piel y prácticamente sin carne...

Ahora bien, los postres...el Pan de Calatraba constaba de una base formada por una galleta y el resto era flan de huevo industrial de polvo, menos casero os podéis hacer una idea... Los pekes se han atrevido con un helado Contesa, a la segunda cucharada estaba desecho y sin forma ninguna...

Nuestra sopresa ha sido en el momento de los cafés, ya que el menú incluía de manera explícita POSTRE + CAFÉ, pero en el último momento nos informan que no entran los cafés, que ha sido una problema de comunicación porque a ellos no les sale a cuenta.

En fin, menú de 12 euros que no hay por donde cogerlo. Anteriomente el menú era de 15 euros y era una alegría compartir mesa en compañía en Campo Verde. A día de hoy, es un restaurante que no lo recomendaría a nadie, tan solo a Chicote para que asesore y así puedan mejorar la oferta y si cabe, el servicio. Nos han argumentado que han servido rápido, y es cierto, han sido breves entre el primer y segundo plato, pero la demora con los postres y la factura es de...

Llemamos para reservar 14:30ya que vamos con niñas (queremos que comieran pronto). Buenos llegamos a las 14:25 nadie para esperar y nos sentamos 10 minutos después cuando alguien se acerca. 14:50 viene una señora para la encargada toma nota mental, 14:55 viene otro camarero pedimos de nuevo y a las 15 viene el tercero, los tres camareros de la sala. Llega la comida a las 15:15 habíamos pedido una arroz a banda y nos llegó una paella de marisco, se lo decimos a la que parece la encargada de la sala. Pedimos tomate con bonito. Cuando estén los traen la botella de vino nos la traen empezada, después de tanto retraso ya ni me quejo por nada. Pero vino el postre tarta de queso y tiramisú. Cuando empiezo a comérmela. Noto un sabor como amargo sabor a cabra se lo decimos a la encargada y nos dice que no que las tartas de queso y tiramisú no llevan queso de cabra que se lo ha comido todo el mundo y me ha dicho nada, pero va a la cocina a preguntarlo y le dice la cocinera que le ha echado queso de cabra para potenciar el sabor vamos la cocina, hace lo que le da la gana un retraso increíble en todas las mesas estábamos enfadados. Gente comiendo a deshoras entre los comensales de la misma mesa. Fuimos recomendados la comida estaba buena, pero creo que hace falta más comunicación entre cocina y camareros. Que establezcan que camarero llevan unas mesas y cuáles otras. Vamos un poco de comunicación. No creo que vuelva a ir...

Este restaurante es una ruina: Mesa reservada a las 15:00, nos sirven el tinto de verano a los 15' y la comida una hora y cuarto después. El hielo derretido y el tinto caliente, como es lógico. Se levantan varios comensales desesperados y se marchan, al menos en tres mesas, las cuales estaban sobredimensionadas. En varias mesas, pegadas, mínimo 8-10,y en varias hasta 16 personas. Nos traen 4 trozos contados de pan, para unos entremeses, y al volver a pedir más pan, nos dicen que no queda nada. Lo que nos sirven es porque desesperados nos levantamos una y otra vez para acercarnos a la barra a reclamar lo que hemos pedido. Uno de los camareros nos confiesa que tenemos el pescado, que habíamos pedidos dos de los adultos porque ha entrado él a servirlo. Una fanta la tenemos que pedir tres veces. La comida de la cría, un mixto de patatas y carné empanada llega cuando todos hemos terminado nuestra comida. No nos levantamos de la mesa para marcharnos porque dos de nuestros comensales tenían 76 y 88 años y a esa hora los teníamos que dejar sin comer. Un restaurante incapaz de dar servicio a las mesas y que se permite el lujo de sentar a 16 personas en una misma mesa, juntos, después de todo lo explicado anteriormente. Triste, porque un restaurante de toda la vida, con tradición...se encuentre en esta situación. Los dos puntos son para los camareros que tienen que sufrir está...