Hacía bastante tiempo que tenía este lugar en mi lista de pendientes y por una cosa u otra, aún no había tenido el placer de conocerlo. Sí, hablo de placer porque es lo que se siente desde que pones un pie en el establecimiento hasta que te marchas con un exquisito sabor de boca, no solo por los alimentos degustados, sino por la experiencia en general disfrutada.
Local de estética marinera donde predomina el color azul combinado con madera, sigue una línea elegante y a su vez clásica. Cuenta con un salón con barra y algunas mesas y luego un pequeño comedor, con mesas bien espaciadas que crean un ambiente acogedor, además de una terraza.
Su cocina es innovadora y potencia productos de la tierra. Cuenta con una oferta gastronómica reducida, pero muy interesante, pues su carta se basa en 12 platos, que van variando continuamente. Ofrecen de forma paralela dos menús degustación muy completos (corto y largo). No puede pasar desapercibida la bodega variada y original con la que cuentan, con presencia notoria de buenos vinos andaluces.
Iba con un amigo y pedimos todo a compartir para así degustar más opciones, algunas de ellas eran individuales, por lo que pedimos para cada uno. Nuestra elección:
Gilda, versión muy diferente a lo que había probado hasta el momento. Es un bocado de crema de anchoa con aceitunas servido en un rulo de pan con toque crujiente y con piparra sobre este. Nos gustó mucho.
Vikingo, también plato individual, es un pequeño bocado de queso de cabra con confitura de higo sobre pan de tomillo. Espectacular, nos encantó.
Fideos de chipirón y salteado de setas al ajillo, vienen separados en plato y te invitan a mezclar según paladar de cada uno. Nosotros lo mezclamos al completo y nos pareció una auténtica pasada. Explosión total de sabor de ambas materias, apreciando plenamente cada una de ellas. También nos encantó.
Vieira con bombón de espárrago blanco y consomé de setas. Nos gustó, pero de nuestra elección, el plato más flojito a nuestro parecer.
Huevo poché, migas con ajo negro y oloroso viejo. A priori puede sonar a plato pesado, pero para nada lo es. La humedad que aporta el oloroso a las migas, el propio sabor de esta, junto al punto y sabor del huevo poché, hacen que sea un placer para los sentidos. Simplemente espectacular, para mí es un imprescindible si vas y está en carta.
Lubina frita en adobo de regaliz, sabor muy atípico el que encontramos en este plato. El pescado estaba espectacular, su cocinado, su terneza y paladar de primera, pero cierto es, que el contraste de sabor del adobo nos costó digerirlo, una vez que nos hicimos a él nos gustó bastante. A nuestro parecer, el plato más arriesgado de nuestra elección.
Dado que ese día no coincidíamos en vino que nos apetecía tomar, uno se decantó por blancos y otro por tintos, ambos hicimos un sabroso viaje por vinos de la tierra. Todo un acierto dejarnos llevar por el camarero que nos atendió.
Relación calidad precio acorde. Precio medio ronda sobre 60€ comensal si comes a la carta. Los menús creo recordar que eran 45€ y 75€ respectivamente sin maridaje.
No puedo finalizar sin hacer mención a la estupenda atención recibida, personal profesional, amable y atento. El camarero que nos atendió resolvió cada duda planteada, nos detalló cada plato y en mundo vinos nos ayudó a cada uno a dar con el vino ideal en cada momento.
En definitiva, lugar imprescindible en Aljarafe si quieres comer bien...
Read moreResumen: experiencia de 10. Si quieres detalles, sigue leyendo.
Acudimos al restaurante Doce tapas un sábado a medio día. Mi marido y yo estábamos por la zona y viendo que se nos hacía tarde para comer buscamos rápidamente sitios para comer por la zona y nos salió este. Es decir, no lo conocíamos de nada.
Debo decir que antes incluso de llamar teníamos ciertas dudas porque vimos algunos comentarios negativos al respecto, sobre todo con respecto a precio-cantidad.
A continuación califico y explico cada una de las cosas que suelo tener en cuenta cuando vamos a un restaurante.
Reserva telefónica y atención
Perfecta. Cogieron el teléfono rápido y tenían disponibilidad. Además, la persona que contestó preguntó si era nuestra primera vez allí y al decirle que sí nos explicó muy bien cómo funciona el restaurante. Nos decantamos por la reserva en mesa alta.
El funcionamiento del restaurante:
Tienen una carta de 12 tapas más tres más que son tapas fuera de carta.
En la zona de mesas altas, se pueden pedir la tapas sueltas. Si te quieres comer una, te comes una y ya está.
En la zona de mesas normales funciona por menús de tapas que cada comensal confecciona a su gusto.
Los menús son de 4 tapas (20€), 6 tapas (perdón pero olvidé apuntar esto) y 12 tapas (tampoco lo apunté, aunque creo recordar que eran 40€).
Cuando llegamos al final cambiamos de opinión y decidimos sentarnos en la sala de mesas bajas y probar lo de los menús. Elegimos uno de 4 tapas para cada uno.
Atención
De diez. Ni una sola pega. El camarero estuvo atento, era muy amable y nos fue explicando muy bien cada una de las tapas. Incluso nos ofrecieron dejar los abrigos en un guardarropa que tienen.
Limpieza
Muy bien también. El baño también muy limpio.
Comida
Para nosotros la experiencia fue genial. Es cierto que algunas tapas eran escuetas en cantidad, pero teniendo en cuenta que eran cuatro, estaba bien. La presentación impecable, los ingredientes frescos y de calidad y los sabores maravillosos. Muy equilibrada la carta además entre platos de carne y platos de pescado. Yo no como carne y no tuve problema para seleccionar mis tapas.
Como punto negativo en este aspecto es que no es un lugar apto para vegetarianos, ya que solo había una tapa totalmente vegetariana.
Precio
Fueron 50€ (más 4€ de propina que dejamos) y eso incluyó: 2 menús de 4 tapas cada uno, una cerveza, dos botellas de agua y dos medios postres. Eso fue algo que también nos gustó mucho, la opción de pedir los postres por porciones enteras o medias. Las medias nos parecieron estupendas de tamaño. Además, antes de comenzar con las tapas, nos pusieron una cata de dos aceites muy ricos.
Menú 1:
Vikingo Almadraba Dream wok Corvina asada
Menú 2: Alixeño Dream wok Corvina asada Lidia
Postres: lemon pie y torrija con helado de pannacotta y dulce de leche.
Solo puedo decir que soy cocinillas, que en casa estamos acostumbrados a comer muy bien y todo casero, nada de comida precocinada y que todo nos pareció buenísimo. No puedo poner ni una pega.
Sin embargo puedo entender algunas de las críticas sobre precio-cantidad. Por lo que nos explicó el camero, la carta de tapas va variando con frecuencia, por lo que si un día vas y te toca una carta con tapas menos consistentes, puede ocurrirte que con cuatro te quedes con hambre. Pero no fue nuestro caso.
En...
Read moreSobrevalorado, si tienes hambre no visites este lugar.
La primera vez que intenté ir no nos podimos quedar porque necesitaba reserva, por lo tanto nos fuimos, la segunda vez al coger reserva resulta que era festivo. Por lo tanto, reservé una tercera vez para probar este sitio, y es que entre tantos fallos al fin y al cabo era una señal para no ir.
Tienen 12 TAPAS tal cual, esa es su carta, y alguna que otra tapa más añadida fuera de carta...pero poco más, las tapas son muy minimalistas para lo caras que son, y te ponen 2 trocitos de pan que más pequeños no podían ser, y además un precio mucho más elevado que cualquier otro lugar, un trozo que te cabe en la mitad de la boca, por lo tanto tienes que aprovecharlo al máximo si pides 2 tapas al menos.Tampoco recomiendo el postre Chocolates, cuesta 7€ y es una bola de helado con un pequeño bizcocho de chocolate, carísimo para lo que es.
El lugar de tapas es pequeño, y la zona de restaurante más de lo mismo, en la zona de restaurante no te dejan pedir un menú para 2 personas, sino que tienes que pedir un menú para cada persona, que incluye 4 tapas por menú. Por lo tanto, nosotros que queríamos 2 tapas cada uno, no podías pedir esto, ya que te ponen 4 tapas, que son las mismas que en la zona de tapas. Al final te sale más rentable quedarte en la zona de tapas, y si no se entra al local mejor que mejor porque no merece la pena gastarse tanto en tapas que te dejan muerto de hambre. Además el menú es bastante más caro que las tapas en sí y encima obviamente las tapas te la ponen aún más reducidas si cabe que en la zona de tapas.
Si después de todo, decides ir, NO PEDIR huevo con ajo negro, lo peor que probé en este lugar, sabe y huele a tabaco de una forma horrenda, si eres fumador te gustará esta tapa seguro, pero si no lo eres, te dará asco al tener el sabor a tabaco, no merece la pena. Lo único que merece la pena es el arroz, pero ya digo, la clavada desde el momento en el que te sirven 2 escasitos trozos de pan ya hace que no quieras volver, y al ver las tapas más aún para no volver.
No recomiendo ponerse en la mesa que está justo al lado de la puerta, porque no paran de abrir y cerrar la puerta y es un plus más negativo para la persona que se siente ahí porque aparte de con hambre también te puedes ir con un resfriado.
Eso sí, el servicio por parte de los camareros fue bueno, muy atentos, pero la carta junto a las tapas, nefasto.
Total pagado: 40€ por 4 tapas diminutas, 2 postres y 2 aguas pequeñas.
NO...
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