Restaurant Japonès Sakuraya Cornellà — Restaurant in Cornellà de Llobregat

My first time to a Japanese Restaurant and the waiter made me feel very uncomfortable with his racist undertones. One HAS TO order a drink here, it’s a rule that makes no sense to me. I didn’t want anything to drink. However, even after ordering water, this person made faces, and was very unfriendly when serving food. Truly regretting coming here and spoiling my evening. Food was okay but people are rude and unwelcoming. Although I’ll be in the neighbourhood for a month, will never go back. And this waiter at this restaurant underscores why not everyone working in a restaurant aren’t cut to be in the service industry. To the waiter who was rude, please quit your job if you don’t like it, the world doesn’t need the kind of negativity you are throwing at...

He ido a este restaurante japonés, como siempre digo, lo único que tiene es el nombre. Aún haciendo platos fríos como sashimi, uramakis, makis, nigiris, california ... considero que es un chino camuflado. Pues por qué el resto de fritos, como sus platos calientes, era lo que antiguamente ponían en los chinos. Bueno vamos al grano, tras llegar, nos damos cuenta que en el mantel de papel, se piden los números para apuntar y a partir de ahí, te viene el camarero y toma comanda, es mucho más facil que dar un papel escrito, ya que así sabes los platos que te van trayendo, pero por otro lado, tienes 32 casillas para apuntar número y si quieres repetir tienes que poner dos veces el número. Tras venir los gyozas, son casi como el puño de grande, carne de cerdo, una masa que empalaga en la boca, de lo bestia que es. Son caseras y madre mía, lo mejor es su descripción en la carta, (empanadilla de carne plancha). Los pinchos de gambas, ridículas de pequeñas. Los yasai yakisoba ni el sabor ni las gambas las vimos, tras dar vuelta encontremos 3 micro gambas. La tortilla de gambas estaba insípida y parecía sucedáneo de mezcla de pescados. Los futumakis eran imposibles de comer de la bestialidad de tamaño, los urumakis, california, makis rebozados, makis la verdad que no puedo decir que estaban mal decorados y no son malos pero horriblemente grandes, el arroz a mi pesar, un pelín pasada de cocción y al ser tan grandes casi que te comes un kilo de arroz con 12 piezas.

Los nigiris, como he dicho antes, el arroz demasiada cantidad y pelín apelmazado pero solo vienen 4 piezas, por tanto, hay que pedirlo más veces. El sashimi, por un lado, si te gusta las raciones sinceramente, te ponen solo 5 piezas de salmón, 3 de atún, 3 de pez mantequilla, a pesar de que son pequeños, no pude pedir más, porque es lo último que te traen, así que ya lleno. Imposible comer más.

El local hay que decir que está limpio la cuenta ascendió 20€ de 15,90 que vale. El trato muy amables. Por otro lado, si queréis chupito, madre que recuerdos, ese licor de lagarto ahora lo cambian por el chupito de arroz. El detalle no está mal, pero después de salir tan pesados de comer, casi más arroz que condimentos, puedo decir calidad precio de 10...

Mi experiencia ha sido nefasta. Había hecho reserva a las 13'30h de un lunes. Nos tuvieron esperando cómo 20 minutos para poder sentarnos. Cuando al fin nos sentamos, tardaron un buen rato en venir a tomar nota de la bebida... Esperar y esperar hasta que por fin, nos trajeron la bebida sin vaso. Otra vez esperar y también sin poder apuntar los números de los platos, porque tampoco traían los bolis. Por fin, tomaron nota. El primer plato tardó cómo 10 minutos en llegar. Me levanté para pedirle al camarero un tenedor y contestó... Ahora mismo se lo llevo. No ocurrió. Tuve que pedírselo a una pobre camarera qué era la única que allí servía. En fin, después de dos horas y habernos traído 7 de los 14 platillos que se habían pedido, aparece el camarero y nos pregunta si vamos a pedir alguna cosa más.... Cómo? Llevamos dos horas de reloj y no han servido el primer pedido! Al final, después de varias reclamaciones, los platillos que faltaban le he dicho que para llevar. Obviamente a la hora de pagar le he dicho que no volvería nunca más. Respuesta del camarero, pues vale.

Mi conclusió és que han cambiado de propietarios, mi familia y yo habíamos ido bastantes veces y nunca había pasado ésto. He de decir que no solo ha nosotros nos estaba pasando, la mesa de al lado llevaban cómo 40 minutos esperando y el camarero encima viene dos veces a preguntarle si aún no se lo habían servido.

Muy decepcionante. Poca profesionalidad. La calidad, normalita

Lo dicho no...