Habíamos ido otras veces y era un sitio bueno, bonito y económico. Fuimos ayer viernes y pedimos el menú de 11,50€. De primero, fideos a la cazuela al estilo del chef ... Resultó ser una sopa de fideos con guisantes y medio trocito de carne en no muy buen estado, además de grasoso, que no dudé en devolver. El camarero, un chico muy atento, no dudó en cambiármelo por otro plato y me lo sustituyó por una pizza, la cual me comí y he decir que bastante sabrosa para ser de menú. De segundo pedí un churrasco y me lo trajeron con patatas que llevarían hechas desde haría varios días. El regusto del churrasco era a aceite requemado y la verdad es que, un plato tan sencillo de preparar, me dejó el paladar con sabor a rancio durante toda la tarde. Mi acompañante pidió el bistec poco hecho y también lo devolvió. Su aspecto era patético. Llamar a aquello bistec era simplemente mentir. La presencia del mismo dejeba muchísimo que desear tanto en tamaño como en calidad de producto. En este momento ya nos habían dejado claro que la experiencia no iba a mejorar y ya estábamos muy desencantados con el menú. No quisimos pedir de postre nada casero que hubiera hecho el chef. Pedimos un almendrado. Fue el peor helado industrial que me he comido en mi vida. Cómo sugerencia constructiva les diría que suban un poco el precio del menú y garanticen a sus comensales producto de calidad, cambiar el aceite más a menudo y volver a hacerlo como lo hacian hace un tiempo. Antes lo hacían mejor, mucho mejor. No volveré.