Han tenido que pasar varios días desde que cenamos en este lugar para poder redactar de manera fría y reflexionada nuestra opinión sobre este restaurante. Aún días después se me ponen los pelos de punta. Acudimos movidos principalmente por las reseñas tanto de TripAdvisor como de Google, las cuales eran excepcionales, y además porque nos apetecía comida no española. Echando la vista atrás ojalá no habernos sentado nunca. Nos sentamos el sábado 5 de agosto a las 20:45 y, a pesar de que casi todo el restaurante estaba reservado, tuvimos la mala suerte de que nos dieran mesa para 4 en la terraza. En primer lugar pedimos las bebidas: 2 refrescos, una caña doble y un tinto de verano. Desconocemos la razón por la que sirven tanto los refrescos como el tinto con hielos de mojito. El tamaño de estos hielos y el abrasante calor dejaban la bebida aguada en cuestión de minutos. Antes de pasar con la comida, vamos a poner hincapié en la luz de la terraza. Al sentarnos a las 20:45, los últimos rayos de sol nos dejaban ver apenas el colorido decorado del local. Para cuando llegó la comida, media hora después de sentarnos, prácticamente ya ni había luz, y las escasas bombillas de la terraza hicieron de nuestra cena un escenario parecido al de una película de terror. Ingenuos de nosotros, el terror solo acababa de comenzar. Pedimos como primer entrante quesadillas. Al ver su precio (aprox. 9€) pensamos que sería una buena idea compartirlas entre 4. Cuál fue nuestra sorpresa que lo que nos sirvieron fueron 2 tortitas de maíz pequeñas rellenas de un queso que, además de insípido, era escaso. Una estafa. Para mojarlas, servían un botecito de lo que ellos llamaban “crema agria”, que era básicamente una crema láctea con menos sabor que el queso fresco. Como segundo entrante nos decidimos por los nachos con chile, queso, carne y alubias, también por aproximadamente 9€. El sabor no era del todo malo, el problema era más bien la cantidad y la textura. El plato venía con una fina cama de nachos de bolsa (por supuesto no caseros) los cuales ya muchos, por la excesiva cantidad del potaje de alubias y queso que reposaba encima, se habían reblandecido. Los acompañaban dos salsas: el peor guacamole que he probado en mi vida, el cual parecía haber sido elaborado horas o incluso días antes de nuestra cena; y una especie de salsa de tomate que pretendía ser picante. Tras estos dos entrantes, nuestras caras eran un poema. Maldijimos mil y una vez haber pedido dos principales más al inicio de la cena, pues, si el nivel seguía como lo anterior, nos esperaba una terrible noche en la que el hambre sin duda iba a ser protagonista. Como primer principal pedimos las flautas de chilorio, también por un precio similar a los entrantes. El plato consistía en cuatro tortitas de igual tamaño al de las quesadillas enrolladas sobre sí mismo con un relleno de carne de cerdo (nosotros ni supimos distinguir el animal) seca y cubiertas por el mismo queso insípido de las quesadillas. Estas flautas se comían de tres bocados: en dos de ellos comías tortita con aire y en el de en medio el escaso relleno. El acompañante estrella de las flautas era un botecito con alubias de bastante mal sabor. Como último principal, escogimos las fajitas de ternera. Consistían en cuatro tortitas de igual tamaño que las de las quesadillas con una mini fuente de un sofrito de verduras (pimiento, cebolla y algún champiñón tímido) junto con 6 trozos de ternera (sí, nos tuvimos que pelear por la carne). También venía con las mismas salsas que los anteriores platos y con un botecito de arroz de color rojo con tropezones de origen desconocido. Jamás en nuestra vida habíamos comido unas fajitas de pimiento. Si fuéramos veganos estaríamos encantados. En resumen, aún no entiendo por qué este restaurante sigue teniendo tanto éxito si, lejos de ser comida, es más bien un crimen a la gastronomía mexicana. Escribo esta reseña con el principal objetivo de que nadie más se sienta estafado...
Read moreVery nice place, centrally located. Outside seating is fully covered, and covered by buildings in front, which would be a blessing during the summer heat. My waitress was exceptionally efficient and friendly. Had half portion of quesadillas, and half of portion of chimichanga de ternera, glass of red wine, and free water with ice. Mexican music playing softly in the background (love that!). Not a “fancy” place, which I also appreciate. The food was good, but spice level too low for my taste (we are in Spain…). Highly recommended, if you’re looking for something else than Spanish staples. Total cost of meal was 14€, glass of red wine and water included. Big thanks to my lovely waitress, who taught me how to say “cutlery “...
Read moreUn desastre el servicio del sábado pasado. En nuestra mesa que pedimos unos platos para compartir y un plato principal para cada comensal, éramos cuatro y un niño. El plato principal de mi mujer lo trajeron mucho después que el del resto, cuando lo trajeron lo habían comandado equivocado. Tardaron más de media hora en traer el plato correcto. Pedimos por dos veces un vaso de agua con hielo para el agua que habíamos pedido a mi hijo, se le cayó un nacho en el vaso y no podía beber, finalmente lo trajeron tras reclamarlo una tercera vez al tiempo que pedíamos la cuenta.
En la mesa de al lado un hombre se quejó que el plato que le habían traído no era el que había pedido, que el suyo en la foto tenía guacamole, tras negarle el camarero que ese no fuese su plato y venir el encargado para decirle lo mismo el chico miró la carta y en la foto aparecía el plato con guacamole, le ofrecieron traerle guacamole a lo que el chico reclamaba que lo que quería era el plato que había pedido. Tras tres quejas accedieron a cambiarle el plato y a reconocer que se habían equivocado, alegando que la foto de la carta estaba equivocada.
Una tercera mesa también se quejaba a los camareros aunque no puedo decir el motivo por el que lo hacían. El local se encuentra en una calle con bastante tráfico y la terraza al estar cerrada por unas lonas es bastante ruidosa.
La comida aceptable, aunque...
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