Un lugar para no volver. Sin duda, el peor restaurante en el que he estado.
Voy a empezar por lo poco bueno: la ubicación es excelente, en pleno paseo marítimo, con buenas vistas y un local amplio. Pero ahí termina todo lo positivo.
Llegamos y, aunque cuentan con personal de seguridad en el aparcamiento (detalle que se agradece), desde el primer momento empezó la odisea. Estuvimos más de media hora esperando a que alguien nos atendiera, tanto para las bebidas como para la comida.
Cuando por fin llegó la camarera, intentamos pedir las bebidas —eran las cuatro de la tarde y teníamos mucha sed—, pero nos respondió con un rotundo “bebidas no”, insistiendo en tomar antes la comida. Al intentar razonar con ella, se fue a hablar con otros compañeros y a atender otras mesas, dejándonos literalmente con la palabra en la boca. El ambiente laboral se notaba muy tenso, y la falta de organización era evidente. Incluso presenciamos faltas de respeto por parte de la supuesta encargada de sala.
El problema no es la inexperiencia, sino la absoluta descoordinación del equipo. La comida llegó: pedimos jamón y una fideuá, pero lo que trajeron fue una especie de sopa con fideos finos de sobre (literalmente de tipo “Gallina Blanca”). Terminamos de comer cerca de las seis de la tarde.
Lo más surrealista vino después: la camarera regresó con un plato de costillas diciendo que se había “perdido” el pedido y, por si fuera poco, se le había caído al suelo delante nuestra y nos dijo textualmente “para el perro”. En ese momento, un señor de la mesa de atrás se levantó y gritó: “¡Mira, no quiere la costilla ni el perro!”. Una escena completamente dantesca. Se ve que todos estábamos viendo todo el show desastroso…
Pedimos la cuenta y encima, ni admiten tarjeta… ves a la señora con una carterita llena de billetes y de moneda… Cutrez en su máximo esplendor.
En resumen: un servicio caótico, comida sin destacar y un ambiente incómodo. Es una pena, porque el local es bonito y tiene potencial, pero la gestión y el servicio lo arruinan por completo.
Experiencia totalmente olvidable. No recomendable....
Read moreThe food is not bad but the service is horrendous. We waited 20min to get even see the menu, another 15min to get drinks, etc etc. And it wasn't even that busy that day, half of the place was empty. I don't want to imagine what it looks like on weekends. The place is huge and clearly lacking staff. Waiters are kinda rude. The only highlight was the lady at the front stand, managing the seating, with a huge smile and really nice to all customers. The meat bbqd dishes are good quality, seafood also very decent. Not sure they offer menu of the day for lunch time as there's - obviously - no information. The location is outstanding and guess that's the reason the place keeps and...
Read moreEl lugar está en un buen lugar para después dar un paseo por la playa. Ese es su mejor punto ya que puedes disfrutar de la brisa marina mientras comes. Nuestra experiencia fue que según llegamos la mesa reservada estaba plagada de hormigas y la primera solución fue "bueno le echamos vinagre a la mesa y ya está", cosa que cortésmente nos negamos y pedimos una nueva mesa.
Respecto a la comida se de gente que ha ido y que han comentado que el secreto ibérico, el entrecot de buey, etc, son platos con los que han quedado muy a gusto, sin embargo nuestro pulpo a la brasa estaba por un lado super salado y las patatas completamente sosas (¿Cómo puede ser? misterios de la vida). La parrillada fue dos de cal y una de arena... por un lado el único pequeño trozo de secreto ibérico estaba muy bueno y en su punto bien cocinado, y yo que soy de estómago agradecido y como casi cualquier cosa, puedo decir que el criollo estaba bastante bien aunque mis compañeros no compartieran la opinión. Ahora bien, como tardaron más de 20 minutos entre el entrante de pulpo y la parrillada, nos encontramos con unas costillas y un pollo más seco que un zapato incomestible que se hacía bola para tragar incluso con el chimichurri (el cual por cierto estaba muy suave y rico).
Con respecto a la carta de postres sería casualidad pero no tenían bastantes cosas que me hubiera gustado probar pero al menos la copa áfrica que si pude degustar fue lo mejor de la comida con creces, muy buen postre.
Finalmente la sangría estaba rica y suave y consideramos que estaba bastante bien de precio.
En general diría que si es un restaurante que recomendaría ir pero mi experiencia ha sido muy mala. Puedo entender que haya días malos pero ofrecer una mesa con tantas hormigas y que una parillada llegue tarde y con la mitad de las cosas totalmente secas (y de nuevo soso) pues es algo que por el precio que se pagó diría que no merece la pena.
Por lo que leí y me han comentado, no hemos sido los únicos en los últimos meses que han tenido un servicio tan deplorable así que espero que mejore de...
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