Charlotte Coffee Restaurante Gastrobar — Restaurant in Huelva

Un sitio que puede cumplir expectativas o no! La comida está estupenda, de todo lo que pedimos no había nada mal cocinado ni que estuviera malo, esto que quede claro. Lo que sí nos llamó la atención es lo mal que está descrito cada plato en la carta y por esto mismo puedes salir disgustado porque no vas a comer lo que crees que vas a comer... No me puedes vender un "salmorejo de mango" que no es de mango si no un "salmorejo con mango" hay una gran diferencia entre uno y otro (el primero fue el que me vendieron a 6€ que deberia llevar como ingrediente protagonista el mango)(el segundo fue el que me sirvieron realmente bajo el nombre del primero, el cual llevaba como ingrediente protagonista el tomate y trocitos de mango a modo de jamón) también pedimos los gambones tempurizados que bien marcaban los alérgenos de marisco, gluten y frutos secos, pero en la descripción solo ponía "una crujiente tempura" en ningun momento ponía que llevase almendra, si una persona alergica lo come se meten en un problema, aunque puedo entender que con marcar los alérgenos deberia bastar, a parte de esto la tempura parecía más un empanado que una tempura, (una tempura básica se haría con harina y agua muy fría, en ocasiones hasta se le incorpora hielo, para que adquiera esa textura tan ligera por la que destaca). Pedimos también risottos de boletus y rabo de toro, ambos estaban perfectamente cocinados, en su punto y muy muy sabrosos. Patatas bravas que aunque estaban buenas, parece que siguen extintas, ya nadie hace patatas bravas... por lo que no lo tengo tan en cuenta. No obstante la comida vuelvo a repetir que no estaba mala ni mucho menos, al revés, estaba bastante buena, pero es una pena que la carta este...

Recomendamos el rissotto de rabo de toro y el brioche de carrilleras con salsa mayo kimchi.

Llegamos al sitio sin reserva, y nos asignaron una mes al segundo. Al ser lunes, es normal que no haya tanta gente pero se que por las noches se llena porque es mi segunda vez en este gastrobar que para mi es un gran acierto. No ha habido ni un plato que no nos haya gustado, nos quedamos con la espinita de no tomar el postre pero eran las raciones tan generosas que nos quedamos llenos.

La ensaladilla de gambas era una tapa, como digo para ser una tapa era muy generosa de cantidad, y se notaba la calidad de producto: las buenas gambas de Huelva.

Las Gyozas estaban crujientes y se notaba que la salsa de soja era de calidad. Nos gustó mucho.

La taglatiella carbonata estaba buena, melosa, de suave sabor con bacon crujiente y se notaba ese toque fuerte de queso.

El rissotto de rabo de toro estaba increíble, una vez que lo comías no podías parar, de gran sabor y meloso como todo buen rissotto.

Y por último el brioche de carrilleras con salsa mayo kimchi, no recomiendo a la gente que no tolere nada el picante, pica la salsa pero poco. El brioche (con su significante mantequilla que estaba presente y daba un sabor increíble) está crujiente por fuera y blando por dentro por las carrilleras que se deshacían tanto en la boca como solas. Mi pareja se arrepintió de no pedirlo pero ya sabe que cuando vuelva lo pedirá.

Estos últimos platos super recomendables, no podíamos comer más y tuvimos que llevarnos el brioche, nos lo dieron bien empaquetado y con bolsa de papel. Precio super bien con la sorprendente calidad de sus platos y su gran equipo de camareros y cocineros. Mis dieces al chef....

Llegamos a las 14.50, previa reserva hecha. De antemano nos dicen que a las 16h cierran cocina, que pidamos cuánto antes, tal cual. Pedimos la comida y una trona para el bebé, la trona nunca llegó pese a reclamarle varias veces. En una de esas nos dicen que ha venido un crucero y están desbordados, nosotros hosteleros comprendemos y así se lo hacemos ver desde el principio para que se encuentren cómodos porque comprendemos que hay días y días. La comida bien de sabor, nos traen un revuelto que no era el que habíamos pedido y nos lo dejan a pesar de decírselo, lo dejamos entero. A las 16h con comida en la mesa nos empiezan a levantar los platos habiendo algo de comida aún, les decimos que estamos terminando y nos dejan acabar. Pero nos dicen que a las 16.30 tenemos que levantarnos pues cierran a las 17h. Sin preguntar si queremos postre, nos siguen levantando platos y así pedimos la cuenta. Les comentamos lo del revuelto, pero el revuelto de igual manera viene reflejado en la cuenta. Pagamos y nos vamos.

Creemos que debe de haber una buena relación cliente - trabajador y más cuando el cliente es consecuente con que al personal le ha cogido el toro. Y tratar de la misma manera al que llega a la 13h, como al que...