NO APTO PARA CELIACOS. Comida sabrosa con poca formación sin gluten
Decidimos cenar en el Masero para celebrar nuestro aniversario por recomendación de nuestras amistades que lo consideraban un restaurante diferente con comida muy rica y trato profesional tanto del servicio de sala como de cocina. Al principio cuando le pedí la carta ya venía sin informacion de alérgenos, por lo que le pregunté al camarero que nos atendió y me explicó que acudiera a la carta del QR donde se hallaba. De paso le comuniqué que era celiaca a lo que me dijo no había problema, que se lo comunicara a su compañera que recogía los pedidos de comida. Cuando leo la carta de alérgenos tiene gluten hasta el jamón serrano, con lo cual ya me escamó y me resultó curioso de un restaurante que presume de un 80% de su carta adaptada para celíacos. Le consulté a otro camarero cómo era posible lo del jamón y me dijo que era porque se acompañaba con pan (algo que no especificaba la carta), pero que si avisaba a la compañera que recogía los pedidos de la comida, ella me informaria de cómo adaptar las comidas porque con la mayoría se podia hacer. Pues bien, llegó el momento en el que nos tomaron la nota de comida, cuando le expuse que era celiaca se le cambió la cara entiendo que por preocupación por ser un colectivo muy delicado, pero si está bien formada no tendria que ocurrirle, me comentó amablemente que le contara lo que deseábamos que ella nos informaría, así que le dije que no se preocupara que para asegurarme habíamos elegido todo lo que en la carta de alérgenos era sin gluten: Ensalada iberoamericana, ajo blanco con espárragos, parrillada de verduras sweet chili, arroz con gandules. Ella nos trajo pan y picos sin gluten algo que me agradó. Y todo iba fenomenal porque hay que reconocer que su comida es exquisita y sorprendentemente abundante, por lo que al final no pedimos postres pero si tupper porque nos sobró comida por desconocimiento y porque evidentemente su camarera no nos advirtió que habiamos pedido mucho. Por último, ese día ponían de detalle una degustación de postres, casi caigo pero como los celíacos tenemos que ser desconfiados por fuerza y había algo de bizcocho le consulte si era sin gluten. A lo que me dijo el camarero de sala que me pedía perdón que efectivamente contenía gluten. Una noche en principio bien, un restaurante decepcionante para la fama que se da en cuanto a formación sin gluten pero comida muy rica. Hasta que a las 3 de la madrugada me dio una crisis que casi me propongo ir al hospital y me arruinó poder ir a trabajar y los planes de fin de semana. Cuando pude recuperarme mi marido y yo pensamos ¿qué podía haber sido?. Hasta que volvimos a ver la carta y resulta que la parrillada de verduras sweet chili llevaba salsa de soja. PERO CLAROOOO ELLOS NO PUSIERON CON GLUTEN en la carta de alérgenos y por su puesto, la camarera no tenía ni idea de la composición de los platos ni tenía formación en celiaquía. Tener pan y picos sin gluten no os hace tener formación en intolerancias...
Read moreOjo personas con intolerancias alimentarias.
Me resulta difícil hacer una crítica negativa por un solo simple hecho, y más después de que la experiencia en un principio fue muy satisfactoria. Mi mujer y yo estábamos celebrando nuestro aniversario y fuimos al Masero a disfrutar de una cena en un restaurante bonito y de calidad. La gente que nos atendió lo hizo muy educada y amablemente, la comida estaba muy rica aunque nadie nos dijo nada de que lo que habíamos pedido era mucho, pero no nos importó porque se pide una fiambrera y listo. Pero la carta de intolerancias y la información sobre ellas es excesivamente pobre. Entiendo que alguien de la calle no tiene por qué saber de este tipo de cosas, pero sí profesionales de la hostelería. Tienen que saber qué es la contaminación cruzada, qué alergenos lleva lo que sirven y tener controlado todo eso, porque se pueden llevar por delante a alguien que simplemente quiere celebrar una velada en pareja. Que también tenemos derecho. Yo, marido de una celíaca (a la que no le afecta las trazas de gluten pero sí comer gluten directamente) tuve que acompañarla al baño a las 4am con un dolor terrible de vientre por el hecho de no caer que esa noche nos comimos una parrillada con chili dulce que también tenía salsa de soja pero ponía que no tenía gluten. También fue culpa nuestra de confiarnos, ojo. Pero no caímos por la costumbre. Existe la salsa de soja sin gluten que es la que usamos en casa, pero las marcas más comerciales SÍ TIENEN GLUTEN porque usan harina de trigo para el proceso de fermentación de la soja. Pues por ese detalle, se fastidió todo. Todo lo bueno que estaba el arroz con costillas y gandules (que aparte de un grupo musical digo sin saber lo que es porque no lo he googleado) en su punto y maravilloso, nada. Todo lo buena que estaba la ensalada iberoamericana con su queso de cabra cremoso y su garrapiñado de nueces (un poco duro pero rico), nada. Ese ajoblanco de espárragos y aguacate en el medio, tampoco. La parrillada de verduras que te aporta esa sensación de que eres una persona healthy, para qué voy a decir más. Y es que ser intolerante, ser familia o ser amigo de intolerante es estar en tensión constante cada vez que se sale a comer fuera porque no sabes si la persona que sirve el plato controla tanto como tú de celiaquía o de intolerancia a la lactosa, etc... que normalmente, no.
En definitiva, si no tenéis intolerancias, disfrutaréis de una velada increíble. Y si tenéis, pues no os confiéis.
PD: también os pongo 3 estrellas porque se nos fastidió una apasionada noche de amor que acabó en el WC y hasta las 6am no nos volvimos a acostar. Repito, en parte culpa nuestra por confiarnos.
PPD: lo del pan cobrizo pintado con aerosol, no mola. El pan bueno no necesita...
Read moreVisiting this restaurant has changed the way I see culinary experiences. When you attend a music concert, you do not choose the pieces that you want to listen to but rather let yourself be carried away by the director or creator. I let myself be carried away with the Dirac menu, which curiously follows one of the guidelines of one of the greatest physicists in history: use beauty as a criterion to choose between forking paths. The menu is a true Dirac symphony that takes you in more than four movements from an adagietto with cod and sauce with ham extraction, to the allegro vivacce of tuna ceviche and to the majestic Gentleman's cut. The service is impeccable, attentive and close at the same time. It was a wonderful experience. Let yourself go. Wear your best clothes and let the director...
Read more