Intentaron saber más acerca de por qué me iba sin ganas de estar ahí y es probable que debiera decírselo para que lo entendieran y pudieran mejorar. Como les dije no habrá una siguiente vez, así que era tontería ponerme a hablar allí, pero lo dejo por aquí por si a alguien le apetece leer y a ellos mejorar y por supuesto yo también mejorar como comensal aunque creo que siempre trato de ser agradable con todo el mundo. Está fue mi experiencia: Llegué con mi pareja, era domingo a las 20:00 y estaba vacío. Buena atención y agradables. Pedimos dos pastas. La marbonara estaba rica y la otra que no recuerdo su nombre (con pan de pizza por encima) bastante mediocre. Trajeron las pastas con una diferencia de aproximadamente unos 15-20 minutos casi (ya que una estuvo bastante tiempo fuera hasta que la encargada preguntó que de quién era y vieron que era nuestro), pero eso no me parece importante porque son pequeños errores insignificantes. Entró una pareja extranjera cuando la encargada estaba en otro sitio y se sentaron y según vieron al camarero preguntaron en inglés si podían sentarse ahí, más de 3 veces, incluso la chica se levantó a decirlo por si no lo había oído, el camarero le hizo caso omiso, dándoles la espalda pasó de ellos y acto seguido lo que escuché es decirle a su compañero algo así como: "estoy hasta la polla de...blablabla" No digo que hablara de la pareja ni de que se hubieran sentado sin que la encargada se lo dijera ni nada por el estilo porque lo desconozco, alomejor simplemente le hablaba a su colega de algo entre ellos, persona que por cierto fue luego el que les atendió (supongo que porque el primero no sabría inglés y no me parece excusa para no ser agradable) y reconozco de nuevo que de forma amable les atendió el segundo camarero. De la misma forma amable que cuando pedimos la cuenta y nos preguntaron por la aplicación, dijimos que creíamos que no la teníamos pero que ahora veía. Total que cuando trajeron la cuenta yo estaba con la aplicación liado para ver si había un descuento y lo vio el otro chico que no era el que había preguntado y dijo que ya no sé podía hacer porque habían traído la cuenta. Le dije asertivamente que es tan fácil como romper la cuenta y traer otra. Y me dijo que no se lo permitían que para la siguiente vez. No di más explicaciones. No habrá una siguiente vez. ¿Pero qué sistema es ese? De nada sirve que seas amable conmigo si a la espalda de los clientes eres desagradable. De nada sirve que tengas una aplicación si tienes montado un sistema ineficaz que no te permite volver a sacar una cuenta. Ridículo. Cuando yo hago mal mi trabajo, me lo dicen pues por aquí quiero decirles cómo les dije al irme que no es por nada personal ni me hicieron ningún comentario desagradable, simplemente es un sitio al que no voy a volver porque no me gustaron sus detalles. Si creen que soy quisquilloso (que seguramente así sea con los temas de respeto) miren mis reseñas, es muy raro que yo diga algo malo. Lo bueno se dice y si no tengo nada bueno que decir, me callo. Este no es el caso porque fueron 3 detalles desagradables y no graves que hacen que en otra ocasión me vaya a otro sitio que me apetezca...
Read moreHace no mucho tiempo opté, junto con mi familia, en probar este magnífico restaurante. Se encuentra ubicado en las Rozas, en concreto en un amplio centro comercial abierto conocido como "Herón City". Este se caracteriza por sus amplios espacios para pasear y poder disfrutar de la compañía de familiares y amigos con los que poder probar los exquisitos platos que ofrecen los restaurantes que se encuentran al rededor.
Entre los restaurantes que destacaría, "La Tagliatelle" se lleva el principal protagonismo. Destacaría varias cosas acerca de su ubicación, interior, tipo de platos, el trato con la clientela y los precios.
Se encuentra ubicado hacia el final del paseo del centro comercial. Al llegar, se puede apreciar el título del restaurante en cursiva, lo que, bajo mi opinión le otorga un papel especial. Al entrar, podemos apreciar orden y cuidado, así como elegancia, buena decoración y luz cálida, lo que permite sentirnos acogedores en él. Si tenéis pensado acercaros a probarlo, os recomiendo solicitar una reserva previa, ya que suele acudir gran cantidad de gente.
En cuanto a los tipos de platos, uno de mis favoritos, la "Pasta Carbonara", formada por espaguetis blanditos y una exquisita salsa; La mezcla hará que desees volver a repetir. Debo destacar que no solo disponen de este tipo de pasta, en la carta ofrecen una multitud de variedades, las cuales desearía probar. Otro de los platos que también me gustaría destacar es la "pizza" (un plato notablemente típico en Italia y conocido a nivel global), esta también ofrece diferentes tipos (Champiñones, Cuatro Quesos, Vegetal, Margarita, etc.) , aunque para mi gusto, la que mayor protagonismo obtiene es la "Prosciutto", formada por una exquisita masa fina de pan, acompañada de queso y jamón.
En cuanto al personal, muy profesionales, acogedores, elegantes, y dispuestos en todo momento a ofrecer con gusto sus servicios a los clientes.
Los precios, en mi opinión son considerables, teniendo en cuenta la delicadeza y cuidado con la que cocinan, así como la cantidad proporcional al plato visto en el resultado final, tanto en presentación como en sabor. La mayoría de platos rondan los 15-20€ por persona.
En conclusión, le otorgo un 4/5, por su exquisitez. La única desventaja o fallo que puedo observar en él es el periodo de aglomeraciones. En épocas de buen tiempo, fin de semana, festivos, etc., suele estar bastante más concurrido de lo normal, lo que entorpece la rapidez con la que el personal...
Read moreUna experiencia que ni en mis peores pesadillas!
Si hay algo peor que una mala cena, es que encima te intenten vender humo. Este sitio no es un restaurante italiano, es una broma de mal gusto disfrazada de trattoria. La primera y última vez que me ven por aquí, y ojalá pudiera olvidarlo más rápido que ellos en traer la comida.
Llegamos a las 21:20. Nos sentamos, ilusionados, con ganas de disfrutar de lo que creíamos que sería una cena “italiana”. Pero el espectáculo empezó pronto. Veinte minutos para que alguien se dignara a acercarse a nuestra mesa. ¿Sabes esa sensación de ser invisible? Pues eso. A las 21:40 nos toman nota, y la odisea no termina ahí: las bebidas y los entrantes no llegaron hasta las 22:00, como si hubieran tenido que ordeñar la vaca y cosechar las aceitunas para prepararlos.
Y la comida… 22:17. Sí, lo he cronometrado, porque esto es de película. Y no una buena, sino una de esas de bajo presupuesto que prefieres olvidar. El restaurante estaba a menos de la mitad de capacidad. La cocina no daba abasto, los camareros corrían como pollos sin cabeza, y la supuesta “jefa”… ¡Ay, la jefa! Esa mujer no dirige ni una bicicleta sin ruedas.
¿Sabes lo mejor? Se mete en la cocina. Sin lavarse las manos, sin gorro, sin guantes, sin vergüenza. Un desastre higiénico que da más miedo que los impuestos. ¿Quién en su sano juicio cocina delante de los clientes sin molestarse en parecer mínimamente higiénico? Si esto es lo que hacen cuando los ves, no quiero ni imaginarme cómo es lo que no ves.
Y ahora hablemos de la comida, que es para llorar. Pedí una “calzone”. Error mío. No te avisan de que la calzone de este sitio es una pizza doblada. Básicamente lo mismo, pero más plana que la autoestima de los camareros después de escuchar a los clientes quejándose. Y la masa… fina, tan fina que parecía hojaldre barato. Eso sí, debo ser justo: la pizza era pasable. No buena, no mala. Pasable. Como cuando apruebas un examen raspado y no sabes ni cómo.
Este restaurante no es italiano, ni por asomo. Es un mal chiste. Una falta de respeto a la comida, al cliente y al concepto básico de la hostelería. Si el infierno tiene un restaurante, debe parecerse mucho a este.
No vuelvo ni aunque me paguen la cena. Y si decides venir después de leer esto, te lo tienes bien merecido.
P.D.: Si este restaurante quiere venderse como italiano, que empiecen por aprender qué significa la...
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