I have tried this place before and it was ok. Since I was traveling pass by again, I thought I'd give it another try.
I ordered a "too good to go". When I arrived at the restaurant, there were three waiters behind the bar but none of them acknowledge me. So I had to approach one of the waiter to get a service. The attitude of the waiter wasn't very good, as if he doesn't want to serve me. Then he made me click the "order collected" button before I have my order in my hand. Anyway, instead of making my order, he decided to serve others first. I waited for about ten minutes before he handed me my order. In the box, there were five pinchos (I know for sure it doesn't take ten minutes to put five pinchos in a box), which three of them are the same (tuna and anchovy), a mini burger with boiled egg and tomato, and a dry bread with some kind of filling and a prawn. The tuna were very salty, and the rest were blend.
Some of the pinchos looks really nice in the restaurant, but I'm not sure if they taste as good as they look. The atmosphere is nice. Looking at the menu, I think it's a little over-priced. Honestly, I don't think I'll try them again. I really don't like the attitude of the waiters, and the food isn't that...
Read moreQuiero formular una queja importante sobre el trato recibido por su encargado (?) en la noche de ayer, viernes18 de abril de 2025. Después de haber llegado al restaurante a las 22:35, con sólo una vitrina y media con género y todo lo demás vacío, haber pedido dos canapés de salmón y cangrejo, que nos dijeron no podían servirnos, y de un trato correcto y amable por parte de todos los camareros que nos atendieron, a las 23 10 este señor, en voz alta para que lo escucháramos todos los que allí estábamos como clientes exclamó: ¡"CENICIENTA"! Inmediatamente, todo el personal comenzó a recoger los pinchos sobrantes, reír y hablar entre ellos en voz muy alta (mucho más que cualquier cliente) y a las 23:15, sin haberla pedido, nos trajeron la cuenta. Este señor estuvo acercándose a la barra varias veces hablando alto con los camareros justo en el lugar donde quedaban clientes para, a mi modo de ver, hacerles sentir incómodos. Nosotros, que estábamos sentados en una mesa alta, desde luego lo estábamos. A las 23:20, ya hartos de tanto ruido y de ver a todos los camareros en situación de espera junto con el encargado, los clientes que quedábamos allí optamos por irnos. Al salir, le pregunté, con educación, que cuál era la hora de cierre, me dijo, sabiendo que era mentira, que a las 23:30, miró su teléfono y dijo "en 5 minutos". Le dije que si era necesario el hablar alto molestando a los clientes para que nos fuéramos y me dijo que "sólo me había molestado yo". Tras algunas palabras, en las que pedí la hoja de reclamaciones y luego desistí de eso por su inoperancia efectiva, y haberse negado a darme su nombre "por protección de datos", opté por dejar la conversación, informarles de que la opinión la pondría en las RRSS y marcharme. Antes de salir, cuando ya estaba a unos 4 metros de distancia, me dijo:" ¡por lo menos podría dar la gracias! Me volví y le dije que daba las gracias a todos los camareros menos a él porque su comportamiento había sido IMPRESENTABLE. Él ordenó cerrar las puertas a mi salida y, aunque traté en dos ocasiones de volver a entrar llamando a la puerta, se negaron a abrirme. Cuando salí, miré el horario que estaba fijado en la puerta del establecimiento y la hora de cierre los viernes es a las 24:00. Hice una foto con ese cartel y mi reloj para que quede constancia de que lo que digo es cierto. No sé quién leerá este mensaje y si llegará a quien tiene que llegar. Soy una persona ligada a la hostelería hace muchos años y comportamientos como el de este señor hacen que nuestra imagen como un país al que merece la pena venir a sus bares se deteriore de forma sensible. Desde luego, y a mi modo de ver, no es un buen embajador de la...
Read moreNos encantaba tomar pintxos en este lugar. Después de muchos años, se acabó el buen servicio, la amplia variedad de pintxos y la libertad de levantarte y servirte tú mismo cuando quisieras.
Para nosotros, este lugar era parada obligatoria después de hacer las típicas compras de Navidad, regalos de cumpleaños, etc.
Era un lugar diferente en todos los sentidos, pero lamentablemente hace dos días nos llevamos una sorpresa. Las cualidades que lo hacían especial, se han perdido.
El trato de los camareros, que en su momento, era atento, ágil, cercano y muy amable, ha cambiado por completo. Hace dos días fueron negligentes, desorganizados y bastante toscos en el trato. Entendemos que son fechas complicadas por la afluencia de gente pero siempre hemos ido en estas fechas y nunca hemos acusado un servicio tan malo. Además fuimos a una hora bastante razonable (las 13:00). Entendemos que el servicio se complica a partir de las 14:00. Observamos a muchos clientes descontentos, confusos y desconcertados.
Con respecto a la variedad de pintxos, y basándome en la carta, se ha reducido a la mitad (y puede que esté siendo generoso). Los pintxos fríos ya ni aparecen en la carta. No sabemos si había algo fuera de carta porque el camarero no nos lo indicó (algo que antes era habitual si te sentabas en la terraza).
La libertad de la que hablaba al principio se ha esfumado. Era genial poder acceder a los pintxos desde la barra sin necesidad de esperas. Ahora las vitrinas que exponen los pintxos (que no cuentan con la variedad de antaño) están selladas y debes recurrir al camarero de barra para pedírselas. También nos quedamos algo desconcertados cuando otro camarero nos indicó que lo ideal era esperar en la mesa a que nos atendieran. Algo que nos dejó locos porque ese mismo camarero fue el que nos indicó minutos antes que los pintxos fríos se pedían en la barra.
Personalmente no creo que volvamos porque tuvimos la sensación de que lo que hacía especial a este lugar, se ha perdido. Una...
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