Lamentable engaño con el vino.
Este establecimiento ha pasado épocas mejores y peores. La nueva dirección llevará por los menos un par de años, y hay que reconocer que ofrece unas tapas variadas y que están bien. Lo que no tiene excusa es que acudas y pidas una marca concreta de vino, y que te den gato por liebre, que es lo que me ocurrió en la última visita.
Pedí un rosado de la variedad ‘prieto picudo’ de la marca ‘Pardevalles’ y me sirvieron un vino que no lo era. Se lo comenté al camarero, a quien dije que no estaba bueno. Desde luego ni el color, ni el aroma ni mucho menos el sabor correspondían al citado vino … el camarero echó un vistazo y dijo que era verdad, que no estaba bien y que me lo iba a cambiar.
Trajo otra botella y otras copas, sirvió el vino … y seguía siendo gato por liebre. Me callé por no montar lío, pero después he puesto el caso en conocimiento de la bodega porque es una vergüenza que se hagan estas cosas. Te cobran 1’80 euros por una copa de un vino, y te sirven otro que no costará ni 0’70 la botella....
Read moreSe reservó con varios días de antelación por propia petición e incluso nos pidieron que dijéramos lo que se iba a consumir, algo que pensamos que tendría el objetivo de tardar menos en el servicio, aun asi tuvimos que esperar una hora a que nos sirvieran porque traspapelaron la comanda. Después de eso la comida estaba fría (congelado y sin hacer). Era el día de San Juan pero quisieron abarcar más de lo que daban de sí, algo que no hubiera sido un problema si hubieran previsto sus capacidades a la hora de dar un buen servicio al cliente, en resumen, muy descontentos. Sin embargo a la hora de reservar y el trato previo muy cercano y muy amable. Entendemos que siendo el día de San Juan hubiera más descontrol pero esto es una crítica constructiva para evitar que suceda lo mismo en...
Read moreEntras, pides una mahou y te responden que no hay, estrella. No pasa nada, no hay que tener todas las marcas. Pero a mi que no me gusta la estrella, y veo el cañero de amstel justo delante de mi, pido una caña. El camarero (el jefe) se va al que llamaremos el rincón de la invisibilidad, saca una estrella y la echa en una copa, ¡como si no le viese! Y me la pone delante. Se vuelve a su rincón y empieza a rellenar una botella con todas las botellas mediadas que tiene por allí, sin importarle marca, uva ni nada (vino de autor) atendiendo unicamente al criterio de que el blanco va junto, y en tinto por otro lado. El camarero joven, de unos 20naños,insiste en llamar "tronco" a cada cliente que por allí pasa, tenga la edad que tenga. Total, que me fui y allí...
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