Pésima experiencia en cuanto al trato recibido por el personal y con la negativa rotunda por parte del dueño/empleados a facilitar la hoja de reclamaciones teniendo que intervenir la policia para que me la diesen. El objeto de la reclamación era que en un primer intento por ocupar una mesa en la terraza me indican que esa mesa está reservada para las cenas y solo puedo permanecer en ella veinte minutos. Ante esta circunstancia me levanto y decido esperar a que alguien se levante de otra mesa que no tenga reserva.Cuando sucede esto nos sentamos y voy a pedir la consumición a la barra puesto que no tenían servicio de terraza y en ese momento es abonada la consumición como constaba en los carteles. Mi enfado viene cuando a los cinco minutos de estar sentada en la terraza se acerca, entiendo que el dueño del bar, y me dice que tengo media hora para levantarnos. Intento dialogar con él y comienzan las faltas de respeto hacia nosotros diciendo que las normas las pone él, que le da lo mismo lo que la ley establezca y que no me va a dar la hoja de reclamaciones me ponga como me ponga. ni él, ni el resto de los camareros. ES IMPORTANTE ACLARAR A ESTA PERSONA QUE EL CLIENTE TAMBIÉN TIENE SUS DERECHOS Y QUE PARA APLICAR SU POLÍTICA DE ADMISIÓN ANTES DEBE INFORMAR AL CLIENTE EN TIEMPO Y FORMA. NO...
Read moreI recently visited Sinestesia. it was an absolute delight! The staff greeted me with the warmest smiles.
The food? Simply amazing! Every bite was bursting with flavor, and I left feeling completely satisfied. Plus, the prices are incredibly reasonable for the quality you receive.
If you're looking for a cozy spot with friendly service and delicious meals, this is the...
Read moreSi te gusta comer con calma, conversar o incluso masticar… ¡este no es tu sitio! Aquí descubrí que además de restaurante, es escape room: tienes 20 minutos para sobrevivir entre plato y plato antes de que te inviten sutilmente a desalojar la mesa. Eso sí, este detalle no te lo cuentan hasta que ya has pedido, lo que convierte la experiencia en una especie de “carrera contra el reloj gastronómica”.
¿Postre? Solo si lo pides antes del segundo bocado del principal. ¿Café? Mejor te lo tomas en casa. Y cuando pedimos la hoja de reclamaciones… ¡como si estuviéramos pidiendo la fórmula de la Coca-Cola! De repente nadie sabía nada, todo eran miradas perdidas y largas. Más fácil adoptar un unicornio que conseguirla.
En resumen: más que un restaurante, una experiencia de supervivencia. Ideal si tienes prisa o estás entrenando para los Juegos del Hambre. Si no, mejor...
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