El Museo construido en 2005 en una sola planta, es obra de los arquitectos españoles Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla. Recibió en 2007 el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea.
Edificio realizado en hormigón blanco mediante vigas prefabricadas y muros revestidos por grandes vidrios de colores en el exterior que se basan en una pixelizacion en base a los colores de una parte de una vidriera de la catedral. Vidriera, del siglo XIII, que es la quinta de la nave izquierda, conocida como la Cacería, y que se divide en once paneles, dos de los cuales representan a un halconero que son la base de la elección cromática de las fachadas.
El edificio, a través de la geometría de la planta, hace un homenaje en su trazado al origen Romano de la ciudad de León, nacida como campamento militar romano de la Legio VI Victrix hacia 29 a. C. que se consolidó con el asentamiento definitivo de la Legio VII Gemina a partir del año 74. Una geometría compleja que viene heredada de ciertos pavimentos de origen romano que, mediante dos polígonos (cuadrado y rombo) permite desplegar una superficie continua, regular o irregular, sobre un plano.
Un conjunto de salas de exposiciones autónomas y encadenadas totalizan una superficie de cinco salas de exposiciones del museo de 3.400 metros cuadrados. A ellas hay que sumar los 180 metros cuadrados de la sala de proyecciones y los 450 del vestíbulo de entrada, iluminado por dos grandes lucernarios.
Cada sala, de forma quebrada, construye un espacio continuo, pero diferenciado espacialmente, que se abre a las otras salas, salpicadas por lucernarios de diferente orientación, y patios, propiciando luces cambiantes y variadas, además de visiones longitudinales, transversales y diagonales.
Al exterior, el espacio público adquiere una forma cóncava para acoger las actividades y encuentros, que dejan como telón de fondo los grandes...
Read moreOne of the worst Contemporary Art Museum we have ever been.The rooms are almost empty, no much artwork to see, the cafe is closed and there is no shop to get a book/ gift. The staff is extremely grumpy, specially with kids and in exhibitions that are clearly targeted to kids. It’s a no-sense. It’s a pity because the building is nice outside and they could host so many nice exhibitions and projects but it is completely abandoned and more geared to the upper- class/ snobbish people of this city. Don’t lose your time coming here, there are better things to do...
Read moreEl museo me gustó mucho. Es pequeño y se recorre fácilmente. La exposición de Ana Mendieta muy completa. Lo que no me gustó tanto fue la actitud del guardia de seguridad y de algunos empleados con nosotros. Estoy de acuerdo en que los niños han de cumplir unas normas mínimas de seguridad en los museos pero si queremos abrirlos a la infancia la mejor manera no es tener a una persona gritando desde lejos cuando aún ni siquiera estás dentro. Muy mal organizada también la visita familiar, nos tuvieron esperando media hora en la cola asegurándonos que teníamos sitio para después al llegar a taquilla decirnos que no. Respecto a la norma de no tocar los metacrilatos (dada a gritos nuevamente, es curioso que pidamos silencio a los niños y luego las normas se den a gritos) quizás deberíamos plantearnos que si el metacrilato se mueve (como se nos indicó de forma maleducada) quizás el problema es de la mala colocación de éste y no de si lo tocamos o no por no decir que en todos los museos, el metacrilato protege la obra precisamente para poder ser observada sin peligro. Otra norma absurda es el no poder entrar con ningún tipo de bolsa portando nada, he estado en muchos museos de todo el mundo y en todos he entrado con libretas y pinturas para poder reproducir sus dibujos e incluso con agua y nunca ha habido ningún problema. Le sugiero a la dirección del centro que valore la relación que debe tener el público con el arte, la forma de aproximar el arte a la infancia, que son usuarios con pleno derecho y consumidores de arte y el respeto que los empleados deben tener al...
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