¿DE ORO? El último domingo de enero de 2020, para un celebración familiar, elegimos este restaurante. Cuando bajábamos por la plaza San Martín, giré la cabeza y me fijé en el pretencioso cartel de la Casa de Carnicerías: “Seguimos siendo una gran capital española de la gastronomía”. Lo que no sabía, en ese momento, es que era una premonición, y no favorable. La primera sorpresa es que nos bajaron a un sótano inclasificable. Oscuro, los asientos de madera corridos y pequeños, y la mesa justa para cuatro comensales aunque éramos cinco. Y oscuro, remarco, oscuro, apenas se veían los platos, pero ahora lo comprendo. Para una juerga y un pincho de empresa es más que suficiente, pero no para más. Si me van a cobrar igual que en el comedor ¿porqué la comodidad no es la misma? Hago un repaso de algunos de los platos que aparecieron por allí: El pulpo a la gallega, duro y escaso. Soy berciano y he comido mucho pulpo en mi vida, pasen por Cacabelos y les diré dónde se come uno muy bueno. Lechazo al horno: duro, según la persona que lo pidió, apenas lo tocó. 21.50 euros de nada. Ensalada de trucha. Poca trucha y mucho tomate. Probé una rodaja del insípido tomate y su piel parecía de plástico, lo que indicaba su baja calidad. Menos es más. Bacalao al ajo arriero. Insípido, falto de fuerza, colocado en una cazuela de barro en donde esperaba que la salsa formara la ligazón con su gelatina, que le da ese toque característico al plato maragato, pero la salsa era demasiado líquida y neutra. Es uno de mis platos favoritos y lo pido siempre que puedo pero el de este mesón, de ajo arriero tenía poco. La tarta de hojaldre. No entiendo cómo podía estar tan dura, maciza, inexplicable. Puedo entender que un plato no tenga el día, o que en la cocina tuvieran su particular martes y trece, pero es que no hubo un plato que pasara del 5. Y estoy siendo benevolente. El vino que yo me tomé, un Losada, excelente, pero eso no cuenta que viene sellado con un corcho. Hay una regla básica en cualquier negocio: no engañar. Si yo entro en un figón y el menú son 10 euros, con postre y bebida, no puedo esperar sino alimentarme dignamente y seguir mi camino. Pero por 36 euros por comensal esperaba bastante más. Les he hecho llegar mi crítica antes a su correo electrónico pero no he tenido contestación. Si toman nota se darán cuenta de que en esa cocina sucede algo sí “capital”, y que no le beneficia ni a ese Racimo de Oro ni a sus...
Read moreAmazing meal and excellent service. The bartender was very knowledgeable and suggested a great red wine which we really enjoyed. The octopus, vegetable Napoleon and duck confit were amazing! This place gets very busy, so we were glad we arrived as soon as it opened on Sunday at 1:30 p.m. I would definitely recommend it if you like...
Read moreOMG, if I could give 10 from 5, aaaaaa believe me. The best ever, local cuisine, friendly and helpful staff. About food, 200 from 10, its the best what you can tasted in this region. Bar, amazing, Raquel the best bar tender whom I ever I met in my life. Please reserve table in advance in the...
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