Espresso — Restaurant in Málaga

While the place seems high scaled and bohemian, the truth is that the coffee they use is no other than a commercial brand as Carambuco, not a huge selection of coffees to be sincere, just two, to be exact. I expected it to be a place of pilgrimage for those seeking good coffee, but sadly it's no more than a fancy cafeteria with traditional brewing methods, I guess it's fine if what you are looking is a shake or you don't really know about coffee at all. Edit: Waiter looking at the cell phone while I try to order water and a plastic glass it's not also what I expect by the price...

Llegamos un grupo de cuatro chicas, nos sentamos directamente nada más entrar por la puerta. Viene a tomarnos nota una muchacha, no muy simpática pero bueno. Pedimos un batido, un zumo de naranja, un mocaccino bianco y un trozo de tarta. Viene otra muchacha a traernos la tarta y el batido, y al poner el plato en la mesa se le cae la tarta encima de la carta. Sin pedir disculpas o preguntar si queríamos otra, coge la tarta con la mano, la pone en el plato y se marcha. Nos quedamos bastante asombradas y la llamamos para que la cambie. Lo hace con muy mala cara y sigue sin pedir disculpas ni decir nada. Además, desde la mesa vemos que la tarta que se ha caído la han dejado en la barra y se la han llevado a otra mesa (toda manoseada) Trae el zumo y el mocaccino bianco, que resulta que es un café con leche. Le decimos que ese no era el café y dice enfadada que sí lo es y que si no que le eche azúcar. Se vuelve a ir. Y vuelve a la mesa después de hablar con su jefa para llevarse la taza y cambiarla, y solo dice que es un mocaccino bianco pero que lo va a cambiar. Trae otra vez la taza y no dice nada y se va. Creo que el comportamiento es deplorable, y más cuando trabajas de cara al público, teniendo en cuenta que el error de tirar la tarta y de traer un café que no es el pedido es de la propia camarera. No vuelvo a...

La experiencia en esta cafetería ha sido muy negativa debido a la atención recibida. Al llegar, los camareros no mostraron ninguna disposición ni cortesía: no nos dirigieron la palabra ni hicieron el más mínimo esfuerzo por atendernos. Tras permanecer un rato de pie, la única interacción fue por parte de la persona tras la barra, que con muy mala cara nos indicó que determinadas mesas estaban reservadas.

Finalmente nos sentamos en otra mesa, que fue limpiada sin más, pero sin tomarnos nota. Pasados más de 10 minutos de espera, nos acercamos a la barra con la intención de facilitar el servicio y agilizar el proceso, y la respuesta fue sorprendentemente desagradable: se nos indicó, con malas formas, que si teníamos prisa nos fuéramos, que nos atenderían en la mesa pero que tenían varias comandas por delante.

La actitud del personal, especialmente la de la camarera de la barra, fue en todo momento descortés y poco profesional, transmitiendo desinterés y mala disposición hacia el cliente. Considero que, trabajando de cara al público, deberían replantearse seriamente la importancia de ofrecer un trato correcto y respetuoso.

En definitiva, la atención fue pésima, y la falta de amabilidad hace muy difícil...