Llevo muchos años viniendo a desayunar a este local casi todas las semanas. De un tiempo a esta parte el servicio ha ido decayendo: muy lentos, los camareros escasos y muy bordes... pero como el producto es muy bueno, seguíamos viniendo. Hoy hemos llegado a Café Late y como siempre, han tardado en sentarnos (a pesar de que había mesas libres), han tardado en venir a tomarnos nota, a pesar de que le he dicho que teníamos prisa. Ni una disculpa. Ha pasado un rato largo hasta que nos han traído los cafés. Y quince minutos después de habernos traído los cafés, que ya nos los habíamos tomado, ha traído las tostadas. He explicado al que debe ser el dueño del local, que me gusta tomar el café con la tostada y que al tardar tanto las tostadas, ya me lo había tomado y por ello, le he dicho que me tenía que ir y que ya no quería la tostada. De mala manera me ha dicho que me ponía otro café, pero le he dicho que no porque tenía prisa, como ya le había dicho. En lugar de disculparse que hubiera sido lo normal, ha empezado a darme voces con el local lleno y me ha dicho que le hubiera dicho que tenía prisa ( ya se lo había dicho al menos en dos ocasiones) y que por mi "cabezonería" tenía que tirar la tostada, que me la llevara a casa. Que le estaba faltando al respeto y no se cuántas barbaridades más. Me ha sorprendido tanto su respuesta, que le digo ¿Perdona? Y me ha llamado maleducada y que si tenía prisa que no volviera más al local (efectivamente, es lo que voy a hacer). En este momento al fondo ha intervenido la camarera y a voces me ha dicho que había una mesa que estaba antes y que teníamos que esperar. Nunca me había pasado y sigo en estado de shock por el trato, las voces, los insultos y el local lleno de gente. Yo le he expuesto la situación tranquilamente y creo que la razón está de mi parte. Y aunque no hubiera tenido razón, no es el trato que un profesional de la restauración debe tener con los clientes. Me ha hecho sentir fatal, nadie se merece el trato recibido y claro que no volveré,...
Read moreMe gusta mucho, los productos,la decoración, todo muy fresco pero tengo que decir que la atención es muy pobre y con esto no quiero decir que me cuenten su vida o escuchen la mía pero más simpatía vendría bien, siempre que voy lo hago con un señor de 84 años y le gusta el descafeinado muy caliente y con sacarina básicamente por qué es diabético e hipertenso y resulta que hoy no tenían ningún tipo de endulzante más que azúcar además sirvieron el descafeinado tamplado tirando a frío y tardaron en traer la comida sin exagerar 20 minutos por lo que la bebida ya estaba helada, Mariano que es el abuelo que yo cuido le pidió al camarero que imagino será el propietario que le caliente su bebida y no contesto,ni miro y se fue pasado un par de minutos volvio a por la taza y dijo no se lo caliento, se lo voy a cambiar a lo que tardó otros 10 minutos que la comida se estaba quedando fría, total que desayunamos y pedimos la cuenta cuando nos fijamos en la factura le cobró el descafeinado que tiro por no calentar, no digo que tengan que perder dinero por qué entiendo la situación económica pero solo pedíamos calentar el café por qué por su propia culpa se enfrió. Mariano se sintió estafado por ser un viejo como es normal por nos fuimos y ahí les aseguro que no volveremos, nosotros perdimos 1,70€ pero ellos pierden clientes por qué el es un anciano y sólo se lo cuenta a su diario pero yo tengo familia, amigos,redes sociales y el boca a boca da para mucho. Realmente espero que el señor propietario cambie la actitud que tiene por qué la idea del lugar...
Read moreBuena decoración, lo único. Al llegar la camarera nos obliga a sentarnos en un sitio diferente al que habíamos elegido (una mesa de 4) porque éramos 2. Nos relegan al final del local, en una mesa larga que se compartía con más clientes. Al rato, un señor se sienta él solo en la mesa de 4 que habíamos elegido, para él no hay orden de traslado. Cabe destacar que durante todo el tiempo que estuvimos allí, varias de las mesas de 4 estaban vacías. Mi amiga pide algo con leche sin lactosa, el chico lo trae mal y corrige el error con la bebida correcta. Mi amiga pregunta que si es sin lactosa (es intolerante), y la camarera -no fue ella la que nos había servido, ni la que había preparado la bebida, pero estaba atenta a todo lo que sucedía con nosotros, lo que nos hacía sentir algo intimidados- responde rápidamente que sí. No lo era, evidentemente. Y creo que jugar con las intolerancias de las personas hoy en día es algo muy serio. Nos levantamos para pagar, y la chica viene a preguntar, de forma muy brusca, que si ya se nos ha cobrado (me sentí como si me estuviera acusando de irme sin pagar o algo así...). El precio de la tostada me pareció algo excesivo para lo que era, realmente. No volvería sólo por el trato que se nos dio, me parece...
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