Nos alojamos en la zona y comimos allí porque nos fiamos de las buenas reseñas que tienen. Pedimos para compartir patatas picaronas con Ali Oli ( descripción más abajo ) Solomillos de pollo con Panko ( grandes y crujientes pero apenas 4 o 5 en la ración, servidos con un montón de patatas blandas y pochas y con un poco de salsa barbacoa de bote ) Bacalao con pimientos en vinagreta thai ( pescado demasiado poco hecho, pedimos que lo pasen más, de sabor plano y simplón, vinagreta demasiado fuerte, pimientos incomibles) A los dos minutos de servirnos las bebidas nos traen las patatas picaronas con Ali Oli, evidentemente recalentadas porque no es posible que les haya dado tiempo a hacerlas tan rápido, blandas y como guisadas. Se lo decimos a la camarera y nos dice que se las lleva y les hacen un apaño pero que allí las hacen así, primero cocidas y luego fritas....en dos minutos que han tardado en servirlas no les ha dado tiempo ni que vean agua de cocción o aceite de freir.... Total nos traen el pollo y luego el bacalao y les digo que las patatas ali Oli no han vuelto....me dice que el apaño era cambiarlas por el montón de patatas pochas que vienen con el pollo y sin ali Oli....no entendemos nada pero la sorpresa llega cuando al traer la cuenta si que me quieren cobrar las patatas con Ali Oli que no he comido,....le digo que por qué me las cobra si no las hemos comido y al final las descuentan. En resumen un sitio con mucho potencial, bonito y con buena terraza pero la cocina fracasa estrepitosamente y 50€ por un poco de pollo empanado, un trozo de bacalao y y bebidas excesivo, muy excesivo. Camareros hacen su trabajo sin más y servicio rápido ( claro que no fríen ni unas...
Read moreAl ver que cerraban el Gambrinus (siempre he odiado la Cruzcampo) y ver un camión de Mahou entregando en Picaro, pensé que por fin había llegado la mahou al barrio.
Fui al día siguiente para llevarme la sorpresa de que solo tenían alhambra tanto en tercio como en barril, no tenían más opción de cervezas. En Gambrinus al menos podías optar por otras variedades en tercio, de barril solo tenían Cruzcampo.
Pedimos algo de comer, un vermú y un tercio de alhambra, que está muy buena pero ya podrían tener más opciones… y nos cobraron 3,40 por cada cerveza, me parece desorbitado.
Lo bueno es que nos pusieron tapa de ensaladilla, antes no ponían mas que patatas fritas (cuando era Gambrinus)
Desde luego no será el sitio de reunión de los vecinos para tomar cerveza los sábados ni el lugar elegido para el afterwork de los jueves de las oficinas cercanas. La cabaña que está en frente tiene precios mucho mas competitivos.
La comida ni fu ni fa, pedimos unos “tacos de solomillo” que de tacos no tienen nada, están hechos con la masa del rollito de primavera nada que ver con una tortilla mejicana (que es con lo que se hacen los tacos) y parecía típico plato congelado. Y una ensaladilla de bacalao en mi opinión sosa y cara también.
Me ha decepcionado mucho, lo único bueno es que la terraza es gigante y para familias es un local muy agradable y que conservan lo único bueno que tenia ya el Gambrinus, al camarero, que es encantador y esta siempre queriendo tener al cliente contento.
Por lo demás decepcionante. Iré menos aun de lo que iba cuando era Gambrinus, a comprar...
Read moreConocimos este lugar nuevamente recomendado por un conocido; un antiguo Gambrinus remodelado y con bastante buen aspecto en pleno corazón de Arturo Soria.
En esta ocasión, y con motivo del COVID-19, nos vimos obligados a cenar en la terraza y con previa reserva, lo cual no nos importó dado el buen tiempo que está haciendo estos días en Madrid.
Como era la primera vez que visitábamos este lugar, y siendo costumbre entre nosotros, decidimos pedir varios platos al centro para compartir.
En primer lugar pedimos unas croquetas de jamón, las cuales he de decir que estaban bastante buenas y las cuales me sorprendieron gratamente, ya que tanto su cremoso interior como su fina corteza las convirtieron en prácticamente lo mejor de la cena. A continuación pedimos también unos Fingers de pollo con salsa barbacoa y unas patatas bravas con dos salsas, de las cuales lo que más me gustó al margen de la salsa (bastante buena), fue que más que fritas parecían un poco cocidas y doradas sin apenas grasa... algo que es de agradecer en este tipo de raciones cuando las comemos fuera de casa. También pedimos un liadito de solomillo con queso de cabra, del cual he de decir que me decepcionó bastante, ya no solo por su pesado y endurecido hojaldre, sino por el escaso queso en su interior y el solomillo demasiado hecho. Para finalizar pedimos un chuletón troceado con patatas fritas del cual no destacamos nada.
No pedimos postre.
En conclusión, un buen lugar para comer o cenar de raciones sin ser demasiado exigentes en calidades y puntos...
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