The first noticeable thing is how everything in the restaurant has the face of the chef. And I get it, it's also a TV personality, but seeing him in every wall, being a picture or a drawing, in the plates, in the service's clothing, and even in the small sweets envelope ends up being, at least, odd. Now to the food, provolone cheese entrance was very tasty, just plain grilled cheese with some season, on spot. I ordered the ravioli filled with bufala mozzarella and spinach with a white sauce and a sweet component to it with raisins and an Italian type of cookie. It was interesting, I knew I was in for something not traditional and that's what I got. My partner went the opposite direction, plain and straight forward cacio e pepe spaghetti, probably one of the simplest and most accurate way of testing an Italian restaurant. And sadly it was salty to the point of almost uneatable. She ended up asking me for some of the sweet sauce on my plate to try to balance out the saltiness. It's peculiar, since the cacio of the dish usually is all the salt it needs, plus maybe the salt in the boiling water. Don Giovanni it's not amazingly expensive, but for 20 euros dishes it's lacking simple details, such as trying the seasoning before sending to the table. The place was fully crowded, that's why even with service trying to be nice and quick, we waited 20 minutes for a check I had to request 3 times. I'm pretty sure on a quieter day things might be different and better. Well, all except the amount of pictures of the chef...
Read moreIf you’re looking for the finest truffle dishes in Spain, Andrea Tumbarello is a name you need to know. An Italian chef based in Madrid, Andrea has mastered the art of using truffles to elevate every dish he creates. His cuisine blends the rich, earthy flavors of Italy with Spain’s local ingredients, making for an unforgettable dining experience.
From the first bite, it’s clear that Andrea’s talent lies in his ability to balance the intense aroma of truffles with the delicate flavors of each dish. Whether it’s a simple truffle risotto or a more elaborate truffle-infused pasta, every plate showcases his deep understanding of ingredients and technique. You can truly taste the passion and expertise in every bite.
What sets Andrea apart is his attention to detail—he doesn’t just use truffles as an ingredient, he makes them the star of the dish. His menu is a tribute to the versatile, luxurious flavor of truffles, offering something new and exciting for both seasoned food lovers and those experiencing truffles for the first time.
For anyone in Madrid or Spain, visiting Andrea Tumbarello’s restaurant is a must. His skill, innovation, and respect for quality ingredients make him one of the most remarkable chefs in the country. A true gem for food...
Read moreTras haber visitado este restaurante en varias ocasiones, me reafirmo en destacar como inmejorable tanto la calidad de la comida como el trato de los camareros. Sin embargo, ayer me sucedió algo inédito al recibir un muy mal trato del encargado de las reservas. El incidente sucedió debido a que nos colocaron a 5 personas en la primera mesa de todas, claramente es una mesa de 4, y además debido a la poca distancia que había entre el sillón y la mesa, era un sitio inadecuado y no comfortable para cualquier hombre de estatura y comprensión normal. Y si pretendes meter a 3 hombres ahí, no entran.
Tras educadamente preguntar al señor que nos indicó cuál era nuestra mesa, si podríamos movernos a otra mesa, atendiendo a las necesidades de mi tia de 94 años y el resto de la familia que no entraba en ese hueco, la respuesta fue inaudita: “No hay más mesas. Que su tia se siente en una silla.” Todo esto sin por supuesto haberme dirigido la mirada. Me quedé sin palabras y tras no conseguir solución alguna, mi tia que no daba crédito al trato, se quejó en varias ocasiones de lo incómodos que nos encontrábamos, pero este respondable que escuchó todo, no se dignó ni a acercarse a ella para explicarle la situación, es más, harto de escuchar las quejas de mi tia desde la mesa, decidió desaparecer del puesto en el que estaba. No nos levantamos y nos fuimos porque yo ya había estado más veces en este restaurante y estaba convencida de que a mi familia le iba a gustar la comida y se lo tenia que enseñar. Pero fue una situación muy vergonzosa y que con otro trato se hubiera podido afrontar mucho mejor.
A continuación, con la llegada de las bebidas y la comida, la incomodidad se hizo evidente. No entrábamos y hasta los propios camareros se dieron cuenta y nos pidieron disculpas. Es más, viendo el panorama no sólo nos pidieron disculpas, sino que nos invitaron a unos entrantes extra y a los postres, un detallazo que deja en un gran lugar a estos camareros tan profesionales y atentos que lo unico que quieren es que te vayas contento de alli. Olé el trato y la atención. Pero insisto en el mal trato del metre y de su incapacidad para trabajar de cara al público. Quise poner una queja en el propio restaurante hacia esta persona, un tal Camilo, y pregunté si había algún superior con el que pudiera hablar, alguien que viera la situación y me explicara si le parecía normal que comiéramos así, pero dado que los camareros nos atendieron con comprensión y que mi tia ya estaba bastante agitada, decidí dejar el tema y escribir esta reseña para que ojalá no vuelva a pasar y si a alguien le ha pasado, que no se ensucié el nombre de un restaurante tan preparado y tan top por culpa de una persona nada profesional. No dejaré de ir, me encanta la cocina de Andrea y lo recomiendo sin duda. Además creo que hago un favor al restaurante compartiendo mi anécdota, todo...
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