Restaurante Don José III — Restaurant in Madrid

La comida muy buena y abundante, pero el CAMARERO DE TERRAZA un GRACIOSO IMPRESENTABLE que no terminaba de servir. Le pidió mi marido un vaso y le contesta " un vaso o un beso" , algo completamente inapropiado, pero como tonteaba con unas chicas de otra mesa piensas que se ha equivocado. Quince minutos después con la comida en la mesa, no había traído el vaso, ni los platos para que pudieramos comer. Se levanta mi marido ( un hombre de más de setenta años) va a la barra a pedirlo, y comenta jocosamente que NO HAY SERVICIO DE CAMAREROS . En otra mesa se quejaban que llevaban 1 hora esperando la cuenta, y a otros clientes que reclamaban las vueltas, les contesta que ya lo había echado al bote. A todo esto no paraba de tontear con unas chicas jóvenes y desatendido las otras mesas. Le pedimos la cuenta, mi marido tenia el dinero en la mano, dice 20 € lo coge, se lo piensa mejor y de malos modos lo tira en la mesa diciendo que va a por la cuenta, porque NO nos íbamos a fiar de él. Quince minutos después sigue sin traer la cuenta, después de reclamarla varias veces, se levanta mi marido y la pide en la barra. En el momento el camarero de la caja se la da. El camarero de terraza NO la había pedido. Mi marido se queja del servicio de terraza y se le encara el camarero e invadiendo bravuconamente su espacio vital, dice que no vuelva si no le gusta. Un impresentable en toda regla. Creo que había tenido un problema porque no le daban un día libre, pero los clientes no tenemos porque pagar sus desencuentros con la empresa. No paraba de decir que LE HABIAN JODIDO EL DÍA . Total que lo que tenía que haber sido un rato de relax y disfrute, se convirtió en una experiencia desagradable, cargada de tensiones que recordaremos cada vez que pasemos por allí Por un camarero que no conoce su oficio, chabacano y bravucón . Una pena, sé que los camareros a veces tienen que aguantar de los clientes lo indecible, pero no es el caso. Nosotros fuimos pacientes y educados, Él desde el primer momento con ese "vaso o beso" mostró su poca profesionalidad y su falta de educación. Que pena el trato de este Aprofesinal hacia dos jubilados. Hace desmerecer a los buenos camareros que son muchos. Se...

Acudimos al DonJosé III Gourmet, un jueves de junio de 2024, a una cena temprana, ocho de la tarde, porque íbamos acompañados de tres personas mayores. Pedimos las bebidas y la carta y, mientras elegíamos, contemplamos con estupor, como, al fondo de la terraza, un grupo de jóvenes, estaban vendiendo y consumiendo sustancias sin ningún tipo de reparo.

En una mesa, situada al final de la terraza, un señor mayor, estaba atento a todo, controlaba y gestionaba lo que sucedía. Se le sirvió con total tranquilidad y el trato que se le proporcionaba era el de un cliente muy conocido. Decidimos no cenar y durante la media hora que permanecimos allí, pudimos ver cómo, delante de nosotros, se hicieron ventas de toda clase. Los jóvenes, charlaban y bromeaban con la camarera toscamente y los cocineros se asomaban a saludar y compadrear de manera bastante llamativa, todos entraban y salían del restaurante con total naturalidad. Llamamos a la camarera y le advertimos de lo que estaba sucediendo y nos dijo: "les traigo la cuenta y se marchan". En ese momento le pedimos la hoja de reclamaciones y se negó a dárnosla.

Somos vecinos del barrio, nacidos y criados aquí y nos preocupamos por lo que sucede en él. Nuestros padres viven en la zona y ya nos habían contado que, desde hace un tiempo, esto venía sucediendo y que otros vecinos, que eran clientes habituales, porque se sentían tranquilos, seguros y bien atendidos han dejado de acudir a este restaurante porque cuando se han quejado de la situación, se les ha invitado a marcharse, como nos sucedió a nosotros, se les ha dicho que no protesten, o se les ha dicho que son cosas normales y se les ha invitado a una cañita para pasar el trago.

No utilicen la idea de familia ni de barrio para vender su negocio, cuiden la selección de su personal porque la educación y la formación en hostelería brillan por su ausencia. Pueden ustedes comprobarlo, dándose una vuelta por la terraza, a partir de las siete y media de la tarde, al fondo. Me gustaría que esta situación deleznable se solucionase....

Este fin de semana hemos estado en este restaurante por primera vez y será la última. Nos pedimos unos huevos rotos con jamón y unas alas. Desde que llegaron los huevos rotos noté un olor muy desagradable, no le di importancia pero cuando empezamos a comer, el jamón estaba bastante malo, provocando que nos dejásemos la gran mayoría. Por otro lado, cuando llegaron las alas, tenían bastante sangre por dentro. Realmente a esto no le dimos mucha importancia, entendimos que habría sido algo espontáneo. Pero cuando pedimos la cuenta el camarero vio nuestros platos que estaban casi llenos y nos ignoró en 3 ocasiones cuando le pedimos la cuenta, tuvimos que pedírsela a otro camarero y pudimos escuchar como se la pedía al otro y no hizo ni caso, provocando que me tuviese que acercar a la barra para ser atendido. En resumen una vergüenza el trato recibido,...