Un ejemplo de profesionalismo en un escenario de caos anunciado
En una noche que prometía ser un festival de impasses —fruto de una gestión descuidada por parte del hotel, que aceptaba las reservas como quien colecciona pegatinas sin preocuparse por la viabilidad del servicio—, Ismael emergió, como un faro en un mar tempestuoso.
Este empleado, que merecía ser algo más que “uno más de los empleados”, soportó él solo el peso de un restaurante lleno de expectativas y platos sin servir. Donde cualquier otro sucumbiría al colapso natural de la sobrecarga, Ismael hizo de la adversidad un escenario para su orgullo profesional. Sonriente, diligente, con destreza y agilidad, este hombre no sólo atendía a todos los clientes, sino que lo hacía sin revelar jamás la locura estructural del equipo directivo. Es imperativo enfatizar que el hotel fracasó: fracasó al comprometerse a más de lo que podía ofrecer, fracasó al dejar a un solo empleado en el campo de batalla. Y, sobre todo, fracasó con Ismael, quien los salvó de la vergüenza con una postura que honra la profesión.
Que este episodio sirva de advertencia: proteger lo propio es proteger el propio negocio. Y que Ismael, sí, sea reconocido como merece. Porque no todos los héroes llevan capa: algunos llevan uniformes de...
Read moreEsta en El hall del hotel. Sin separación del bar ni del resto del hotel. La comida es abundante pero para mi nada especial, el gazpacho sabía mucho a ajo, la hamburguesa de pollo buena aunque con salsa Tártara, no se yo. La ensaladilla apenas tenía sabor y el canelón de rabo de toro estaba bien sin estridencias. Servicio ni rápido ni lento. Pero sin nada...
Read moreA pesar de tener anunciado servicio durante todo el día de lunes a viernes y ser hoy miércoles, hemos bajado de la habitación de las 15:35 y nuestra sorpresa es que desde recepción nos dicen que ya no hay nadie para atender hasta las 20:00. Si tenemos en cuenta la ubicación del hotel y los horarios anunciados por escrito, pues eso...
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