Arrocería Balear | MAJADAHONDA | Madrid | Arroces y Paellas | Restaurante y Servicio Domicilio — Restaurant in Majadahonda

Impresentables, esa es la palabra de esta gente. Narro lo que me ha ocurrido hace escasos minutos. Llamo a las 11h de hoy sábado para hacer una reserva a las 14.15h en el local de Arroceria Balear de Las Rozas, al teléfono que aparece en su página web y en los rótulos del restaurante. Llego a las 14.10h y me encuentro el local cerrado. Entre mi incredulidad y mirar si ponía algo o qué ocurría hacen las 14.20h. Llamo al MISMO teléfono y me dicen que está cerrado, que deberían habermelo dicho por teléfono, que me dirija si quería al mismo restaurante, pero ubicado en Majadahonda. A esa hora y habiendo invitado a unos amigos, no nos queda mucho más que decir que si. Nos dirigimos a Majadahonda, entre aparcar (es horrible) y demás hacen casi las 15h. La encargada parecía saber quién era, porque me pidió disculpas, y yo obviamente las acepté. Nos sentamos, nos traen la bebida y tal, vemos las cartas y el PRECIO NI SE PARECE (de 10€ por persona a 16€ por persona, por el mismo arroz). Le digo a la encargada que si no cree importante comentarme ya que había llamado una segunda vez que los precios no son los mismos, en vez de decirme que fuese al restaurante de Majadahonda. Aquí empieza el festival. Le digo a la encargada que después de todo la pérdida de tiempo, de desplazamiento y de desinformación que menos que cobrarme el MISMO precio que en el restaurante al que yo había llamado y reservado. Empieza a resoplar, a decirme que no es su problema, excusarse con que el servicio en uno y otro restaurante no es el mismo (se excusa con que si ponen aperitivo y servilletas de tela), me intenta liar diciéndome que si el precio que yo le estaba mostrando era a domicilio, y le muestro que en la web accedo a "precio carta" y sale ese precio. Después de malas formas, de resoplidos, me dice que me cobran el mismo precio, con un desprecio absoluto. En ese momento me entra una mala ostia terrible y decido irme con mi pareja y mis amigos. Por supuesto sin abonar 2 aguas y una Coca Cola Zero.

A usted, señora encargada o sea el cargo que sea. Espero que simplemente tuviera un mal día, porque siendo así terminará como en Las Rozas, cerrando. Tengo dos negocios, en los cuales trabajamos de cara el público, si viera a un solo empleado utilizando su manera de tratar a un cliente, automáticamente estaría en el paro. Y no es por el...

Servicio que rozó la estafa

Hemos acudido muchas veces por la calidad de sus arroces y su trato al local de Pozuelo. El otro día no tenían mesa y decidimos probar en Majadahonda. Grave error...

Pedimos un arroz con rape y almejas. Normalmente las raciones son grandes. Siempre nos da para repetir. Esta vez, no sólo fue escaso, ya que dio para un plato, no muy grande, por persona, sino que nos sentimos estafados. El arroz, en vez de llevar rape, llevaba gambas y 2 almejas por ración. Al consultar con el maitre y pedir explicaciones, nos confirmó que el cocinero se había quedado sin género y que, en lugar de indicar que no podían satisfacer nuestro pedido, había decidido "compensar" la falta de rape y almejas por las gambas.

Nuestra sorpresa y el remate llegó con la cuenta. En vez de subsanar el error y cobrarnos por un arroz con gambas, nos dicen que no están autorizados a cambiar la cuenta, no hay nadie en el local con esa responsabilidad, y que tienen que cobrarnos los dos servicios de arroz con rape y almejas. Una estafa en toda regla: pagar por algo que no hemos disfrutado.

Se nos invitó a la bebida (1 agua con gas, ya que el vino que habíamos pedido estaba caliente y al solicitar el cambio nunca volvió...) y 2 cafés. Ni si quiera nos ofrecieron postres ni nos sirvieron pan con la comida.

Los camareros, muy amables y visiblemente afectados por el bochorno del servicio, nos animaron a volver para redimir sus errores. Obviamente, después de lo sucedido, si esto ocurre, será pasado un largo tiempo, cuando se nos olvide y se nos vaya el mal sabor de boca por una experiencia nada recomendable.

Repuesta al feedback del restaurante: No sólo nos estafaron, ahora tratan de dejarnos de estúpidos diciendo que no se sienten identificados con nuestro comentario y que si estamos seguros de dónde comimos. Una respuesta a la altura de su servicio....

Reservé una mesa en este local para cenar 8 personas a través de la aplicación “The Fork” en la que especificaba que me harían un descuento del 30% excepto en menús y bebidas. El camarero nos informó de que no se nos aplicaría ese descuento puesto que tenían un acuerdo diferente con la aplicación “The Fork” en el que se requería un consumo mínimo por cada dos personas al cual no llegábamos con lo que habíamos ordenado. Expresamos nuestra contrariedad y descontento puesto que no se nos había informado al hacer la reserva a través de la aplicación de esa condición. El camarero se puso a la defensiva e insistió en que se nos cobraría el precio marcado en la carta a pesar de todo. Entonces le expresamos que lo que nos había hecho ir a conocer ese local era el descuento. Después se marchó enfadado refiriendo que llamaría al “jefe” para comentarle la situación. Sin recibir una respuesta de la decisión tomada comenzaron a servirnos la cena con claro descontento y pocas ganas. Los camareros traían la comida y prácticamente la tiraban en la mesa con prisas, intentaban llevarse las fuentes y cambiarnos los platos antes de que hubiéramos terminado. He de decir que el trato fue lo justo de “cordial” pero bien desagradable y nos ofrecieron dos raciones de pulpo duro, un arroz retirado del fuego antes de tiempo y completamente entero -lo cual resultaba extraño para ser una arrocería con tan buena crítica- acompañado de marisco también duro que prácticamente ni se tocó. Finalmente, se nos cobró la cena con un 30% de descuento en la comida. Fue curioso porque salimos todos con la sensación de que lo mismo hasta nos habrían escupido en el plato, porque el trato por parte del personal fue una especie de “guerrilla” haciéndonos la estancia enormemente desagradable. Lo cierto es que nos estroperaron una velada familiar que prometía...