El Rincón de Caparrós — Restaurant in Níjar

La verdad que muy decepcionante empezando desde el principio, hemos tenido que ver como una mesa se levantaba muy enfadado, por el servicio que les estaban ofreciendo, como la mesa de a lado estaba recibiendo un servicio bastante horrible, sin entrar en todo lo que hemos escuchado. Todo esto sin haber empezado ni a comer, empezamos con 2 cervezas calientes. Debo de decir que la comida no está mal, pero sin más hemos pedido 3 cosas, nos llegaron 2 pero eran muy simples (era difícil que estuvieran malas), creo que la cantidad no equivale al precio, para mí gusto bastante alto respecto a la cantidad. El tercer plato era un wok de verduras y champiñones, lo traen y va con pollo, le decimos que hemos pedido solo el de verduras y champiñones, y la camarera que diría que era la encargada nos pregunta que si eso estaba en la carta y no solo el que va con pollo, la verdad que me ha parecido sorprendente. Pedimos la cuenta y me sorprendo con que me cobran las cañas a 2,80 (calientes) y un tercio a 3,50, me ha molestado por el simple hecho que no he estado ni agusto desde el principio. Y quiero terminar añadiendo que dos y solo 2 bolitas de pan a 1,60 cada uno me parece lamentable.

Quiero terminar repitiendo que la comida no está mala, pero no es apta ni ella, ni el servicio para cobrar esos precios. Dejan...

Pésima experiencia desde el inicio hasta el final.

Tras encontrar asiento rápidamente por no ser un día concurrido, comenzó la odisea: Me dijeron que había Aquarius de naranja y me lo trajeron de limón. Esto no es demasiado importante pero dada la experiencia es algo a tener en cuenta. En el vaso con hielo había un pelo largo aparentemente de la camarera (según ella misma). Se lo dije, le quitaron el pelo y me dieron el mismo vaso con los mismos hielos. Pedimos una hamburguesa muy hecha y nos la trajeron quemada por fuera y con sangre por dentro (de la que escurre y gotea). Nos trajeron patatas fritas con la hamburguesa, estaban sosas. Les pedimos la sal hasta dos veces y nada, tuvimos que ir a la barra a pedirla presencialmente. Constantemente se escuchaban gritos entre los camareros, lo que hacía que la actitud de los camareros fuese pésima de cara al cliente. El precio de esta experiencia fue de 40€ por dos hamburguesas, 2 refrescos y 2 tapas de patatas bravas que nos trajeron por la bebida (no es a elección).

El resto de ingredientes sin contar con la propia hamburguesa no estaban del todo mal pero es el sitio no es para nada...

El único restaurante vacío en plenas fiestas de Aguamarga, y después de comer entiendes por qué.

Nos dieron dos cartas: una más económica con tapas y otra de “restaurante”, con los mismos platos pero más caros. Al ver que íbamos a pedir de la barata, nos la quitaron de las manos con un “en fiestas no servimos esta carta”. Una forma poco elegante de decir al cliente que le quieres estafar.

Pedimos berenjenas con miel y "queso de cabra": venían quemadas y el queso rallado, dudosamente de cabra.

En la carta “patatas del terreno con aceite de oliva (aunque no aparezca en la cuenta, así tal cual lo ponía en la carta)” suena increíble, me imaginaba algo elaborado, con aceitito para mojar pan, tipo patatas panaderas, pero resultaron ser congeladas, fritas en aceite de girasol de varios usos

, lo cual se percibía, además de por el sabor, por el hecho de que, si no se molestan en retirar unas berenjenas quemadas, ¿de verdad van a freír patatas en aceite de oliva, con lo que cuesta y lo que chupa? Más aún cuando el pan del aperitivo —con tomate y jamón cocido— también venía rociado con aceite de girasol.

Y, por si quedaban dudas,...