El Balcó de Calella — Restaurant in Palafrugell

El Balcó de Calella is the elegant clifftop restaurant of the Sant Roc Hotel in Calella de Palafrugell. The hotel has been there for 70 years and just gets better with age.

Our table overlooked the Mediterranean and was just picture perfect.

We decided to enjoy a bottle of dry Cava as recommended by our waiter. It was crisp fresh and typically Spanish. My wife's starter was Ceviche of Scallop with picked vegetables. Wonderful combination and delicious. I decided to try the Carpaccio of Tuna with asparagus picked onion and pine nuts with a citrus and green herb dressing. Perfect balance of flavours.

We both chose Turbot - one grilled with grilled vegetables and the other oven roasted with potatoes, tomatoes and garlic. The Lady Amarilla potatoes just absorb all the wonderful flavours. Both dishes were elevation, light and superb.

We decided to plump for a dessert and delighted to have done so. My wife chose a creamy shoes cheese (similar to Greek yoghurt) with honey and pistachios while I went with a rich chocolate tart with marinated cherries, caramelised peaches, in green tea. Just a perfect end.

We were blown away by the mask, the view and...

Tal y como se puede apreciar en las fotografías, la vista son espectaculares... Bueno al lío. El restaurante está integrado en un hotel San Roc de 3*. Dispone de tres espacios para comer. Comedor interior( paredes y ventanas), comedor terraza cubierta (dónde comimos) para unos 20 comensales y éste espacio dispone de dos equipos de AA y unos ventanales enormes por lo tanto tienes asegurado sombra , buena temperatura y las mejores vistas ya que está un poco más elevado que la terraza exterior Por último también dispone de una terraza exterior dividida en dos partes y con sus respectivas carpas y glorietas que proporcionan sombra. Una de las partes está destinada a comidas de carta y la otra a bar.

En referencia a la comida, todo estaba muy bueno, peeeeero...algo escasos en cantidades o en su defecto exceso en el precio y sobre todo las corquetas y el calamar. No se puede cobrar 16€ por ese platito de calamares rebozados....¡¡NO!!. Las corquetas las dejo pasar ya que eran muchas aunque pequeñas (de calamar y cocido)y veo el precio más adecuado, pero el calamar ... aunque sea fresco traido por el propio Capitán Nemo, no.... 16€ esa cantidad háganselo mirar. Por ese motivo no he puesto la quinta estrella, pero ojo, que los mejillones al vapor que estaba trayendo por 10€ a otras mesas también era para pensárselo los traían en una cazuelita que parecía se la habían quitado a Frodo de su cocina, que chiquita.., dudo que hubiesen más de 10-12 mejillones por 10€.

Por otro lado, el arroz exquisito y soprendentemente con 4 gamas rojas por persona. Ojo, que aunque en la foto se observa una plancha muy grande, el grosor es muy pequeño por lo tanto, no es tanto arroz y eso sí, el poco grosor es garantía de exito de un buen arroz se haga donde se haga. Por cuerto, venía con unos puntitos de salsa que parecía un all i oli flojito con alguna mostaza..... bueno, no estaba mal.

En resumen, recomendable y repetiremos, pero.......pongan algún calamar más señores...

La experiencia en el restaurante ofrece una vista impresionante al mar, lo cual eleva considerablemente el ambiente del lugar. Optamos por el menú Sant Roc, que tiene un costo de 45 euros por persona, un precio acorde a la ubicación privilegiada. El menú comenzó con una serie de entrantes para compartir, entre ellos, unas olivas variadas, acompañadas de un pan crujiente con semillas que estaba muy bien elaborado. A destacar, tuvieron la amabilidad de ofrecernos una alternativa al foie (parte del menú original), sirviéndonos unos calamares a la andaluza como sustituto, los cuales estaban tiernos y perfectamente sazonados.

El siguiente plato fue un salteado de mariscos, donde las gambas a la parrilla y los navajas tenían buen sabor, aunque algunas piezas estaban ligeramente pasadas de cocción. El punto débil del menú fue, sin duda, el arroz de marisco. La cocción no fue la más acertada, y la textura quedó algo blanda, lo que es una lástima teniendo en cuenta la importancia de este plato en un menú mediterráneo.

En cuanto a los postres, probamos un pastel de chocolate y frutos rojos, cuya presentación era atractiva, aunque el sabor no cumplió con las expectativas, sobre todo considerando el nivel esperado tras los platos principales.

En lo que respecta a la atención del personal, fue correcta, pero mejorable. Aunque amables, algunos detalles se descuidaron durante el servicio, como la falta de prontitud en traer ciertos platos y la atención a pequeñas solicitudes adicionales.

A pesar de estos altibajos, lo que sin duda marca la diferencia es el entorno espectacular del restaurante, que ofrece unas vistas panorámicas que hacen que la experiencia global sea agradable. Sin embargo, si la cocina y el servicio se ajustaran al nivel del entorno, el restaurante podría destacarse mucho más en la zona.

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