Restaurante “Molino de Palacios” — Restaurant in Peñafiel

This place is an example of why the Michelin's Guide is misleading in many places of Spain. The only good stuff of this restaurant is that it is situated on an old mill.

My negative comments are LARGE. First I do not even know why this place is recommended. The service is rude. The decor is ugly, rusty, dirty and very old-fashioned. In their webpage they do not inform you of pre-ordering some hours before going the typical dish of this region (sheep's lechazo), you only know this when you are at the site. The glassware and silverware is very used, probably they have not changed it since the day they opened. The site does not seem to be clean and tidy. Their menu is poor. The quality and freshness of the food is questionable. The wine list is OK but it is bad to drink a good wine in low quality glasses. The site is noisy. I regret coming to this restaurant and how I was biased by Michelin's Guide and reviews of Google.

If you are in Peñafiel and you want to have an excellent meal go to Alejandro Fernandez Restaurant, that perhaps the best restaurant around here. Please avoid committing my own mistake by trying this place based on the apparent good comments published on several sites. I guess it's important that someone advises you that this is a...

40-60€ por cubierto. Comida mediocre, cantidades pobres, precios ilógicos, experiencia mala. Fuimos por recomendación de varías personas, pero el sitio nos ha parecido una parodia de mesón.

El servicio: Nos atendió una camarera poco profesional que ponía mala cara -e incluso hizo un comentario inoportuno- por el simple hecho de preguntar educadamente por una recomendación. Habiendo sido camarero puedo decir que vergüenza me daría haber dado un servicio así a nadie. El resto del personal parecía más capaz y amable. Sobre la mesa, era con cubertería de "batalla", los manteles reutilizables de plástico de los que no se cambian -que menos que poner un papel encima, pero ni eso-, y nos sentaron bajo una gotera activa -el día era seco-. Añadir que es un lugar que cobra el servicio a mayores a través de 1.6€ por cada pieza de pan.

La comida: Precios elevados, escasa elección, género de calidad pero preparación mediocre. El plato estrella es el lechazo, y una vez sales de eso todos los platos tienen su asterisco; sobre los entrantes, es irrisoriamente escasa la ración para todos, la media ración de queso decidieron servirla junto al jamón -mal cortado- en un plato caliente, supongo que por ahorrar el uso de otro plato. Jamás he visto patatas tan mal hechas como las que acompañaban a los platos principales, que encontramos en dos formas: cocidas en dados junto a las chuletillas con salsa de tomate y textura de puré -pasadas- y "fritas" en juliana junto al rabo de toro, necesarias las comillas pues la textura era similar a la de un espagueti, flexible y al dente sin dorar ni nada. Se aprecia el escaso uso de sal para que reluzca el sabor propio de la comida, pero en el caso de las chuletillas -6 por 25€- creemos que era ausencia total. El salero proporcionado es de cafetería, debe ser que la sal gorda o pirámide habría sido demasiado pedir.

Nota final: Se enorgullecen de la tradición castellana, así lo indican en la carta y en la web, sin embargo me parece que este lugar -al menos en nuestra experiencia- no está a la altura, y parece presuntuoso cuando menos, además de un insulto para los mesones que aún guardan la calidad y formas de nuestra tierra -que son muchos y fáciles de encontrar por la zona-, aún peor es el no encontrar cualidades redentoras como el servicio, el precio o la presentación del lugar. Es realmente triste salir a comer a un lugar con ilusión y encontrarte con precios elevados para ser servido elaboraciones que tanto te hagan echar de menos las de casa y las de la mayoría de restaurantes previos a...

Fuimos de fin de semana a Valladolid y recibimos varias recomendaciones para comer aquí el lechazo. Llamamos con antelación y reservamos 1/4 de lechazo, como aconsejó la persona que atendió al teléfono.

El lugar es fácil de encontrar y se aparca cerca de la carretera con relativa facilidad.

El local es muy bonito, rústico, con dos pisos y un espacio abierto un poco más moderno e igualmente acogedor. En la planta de abajo hay un pequeño 'museo' de productos de la tierra y aperos. Además se ve pasar el río por debajo del molino a través de dos piezas de vidrio en el suelo.

La atención es profesional y amable. No hay que esperar. Rápidamente tienes todo lo que pides, con cercanía pero profesionalidad. Se nota hasta en la forma de servir el vino. Es un equipo de sala muy dinámico, que están pendientes en todo momento de los detalles, de que no falte nada y todo llegue pronto a la mesa, de servirte el vino, etc...

Probamos de entrante las croquetas y la sopa castellana. Ambos platos notables. Las croquetas realmente muy buenas, suaves y cremosas. Al existir la posibilidad de medias razones hace más fácil catar varios platos antes del lechazo.

La carta de vinos es extensísima, hay buenos vinos de la tierra desde 20 a 500 euros, en todos los tramos, imposible no encontrar uno que nos encaje.

El lechazo sublime. Solo hecho con agua y sal y presentado en cazuela de barro. La carne se deshace, la piel cruje y el sabor es sobresaliente. Si se quieren patatas hay que acordarse de pedirlas aparte, ya que no se incluyen en el plato.

De postre tomamos tarta de queso al horno de leña. Muy rica, con una textura realmente sorprendente, compacta pero cremosa y excelente de sabor.

Nos ofrecieron café de olla en pequeños cuencos de barro y nos lo rellenaron varias veces. Existe la posibilidad de tomarlo fuera, en un espacio sobre el riachuelo.

En entorno es muy bonito para un corto y tranquilo paseo después de comer. A lo largo de la orilla del río hay además numerosos bancos donde sentarse relajadamente y disfrutar del rumor del agua.

Una experiencia gastronómica completa, no defrauda las expectativas, no hay tiempos de espera, comes realmente bien y a un precio justo por el espacio, producto, la cocina y la atención que recibes. Repetiríamos sin duda y estará entre nuestras...