Tapes i Tapes — Restaurant in Reus

Fuimos ayer y salimos muy decepcionados. Habíamos leído las opiniones de la gente y teníamos muchas ganas de probar así q fuimos ayer por la noche. Culpa nuestra por la elección de los platos, pero la camarera q nos atendió no tenía ni idea de lo q servia y no nos ayudó (aunque era muy maja y amable), no se molestó ni en ir a preguntarlo. Pedimos: Ensalada de mango: en realidad es una ensalada de quinoa y no nos avisaron ni lo ponía. No nos gusta la quinoa y es el ingrediente principal de la ensalada. El mango es un "topping" igual que la papaya deshidratada y las frambuesas que lleva. Pero es una ensalada de quinoa con mango. Se lo dijimos al chico que nos cobró, dijo que teníamos razón y que deberían decirlo, pero sin más.

Ceciche de corvina: No me gustó nada el sabor. No era el sabor de un ceviche, venía con una base de batata (moniato) que Le mataba el sabor completamente.

Tàrtar de gamba: Este fue el peor de todos, ya que no es un tàrtar convencional. Le pregunté a la camarera lo que llevaba (soy muy de preguntar pq hay cosas que no me sientan bien). Su respuesta fue describirnos el carpaccio de gamba, le dije que quería saber que llevaba el tàrtar y no el carpaccio. Entonces nos dijo que venía servido "en un plato redondo" y con tostaditas de pan. Volví a insistir en lo que llevaba el tàrtar y no me sabía responder, así que le dije si venía con tomate, cebolla... (es como yo lo hago) y me dijo que sí. NO ERA Cierto y esto fue lo que peor me sentó pq es una elaboración muy peculiar. Llevaba: fresa y manzan (no tomate y cebolla) y le echan un caldo de kimchi con algas. No estamos acostumbrados a ese sabor y de haberlo sabido, si nos hubieran asesorado al pedir, no lo habríamos pedido. Encima etre el carpaccio y el tàrtar, nos recomendó el tàrtar (que era más caro que el carpaccio) pero sin saber ni siquiera lo que llevaba.

No nos terminamos ningún plato y el tàrtar se quedó entero. Nos cobraron los 40 euros a los que subían todos los platos (+ 2 botellas de agua). Nos preguntaron que tal habíamos cenado, les dijimos que mal y le explicamos el motivo. Nos dijeron que lo sentían y que lo tendrían en cuenta para futuras ocasiones y ya está.

La cena me sentó fatal, 20 minutos después de salir del restaurante lo estaba devolviendo todo en la calle y nos tuvimos que ir para casa. No volveremos, fue una experiencia muy mala. Y todo por no recibir una atención a la hora de pedir los platos, incluso preguntando. Una lástima pq los ingredientes se veían de muy buena calidad y elaborados con mucho esfuerzo. Pero una carta con platos tan elaborados, debería explicarse mejor. Quiero pensar que la chica que nos atendió no tenía nada de experiencia. Espero que esta reseña le sirva para conocer mejor la carta y que pueda responder a las preguntas de los comensales con conocimiento y sin "engañar" en los...

Aprovechando una vieja casona rehabilitada en línea rústica, este restaurante, que lleva ya casi 15 años se estructura actualmente en vertical, con dos pequeños comedores en planta baja, frente a la barra del bar, un comedor de una sola mesa en el primer piso y otras al segundo, acabando con los servicios y la cocina en el palomar. Los Hermanos Murtró, Roger y Marc, ofrecen en el centro de Reus, a dos pasos de la plaza Mercadal, una buena bodega, servido en magníficas copas grandes de Riedel y una cocina muy trabajada, bien presentada, en la que el producto de temporada se fusiona en sabrosas combinaciones bien exitosas, en una línea abierta a sugerencias mundiales, cocinas orientales (japonesa) y latinoamericanas (Perú, México). Podemos disfrutar de platos para compartir de un tipo de cocina muy creativa y de fusión, lejana a los convencionalismos, que juega con el contraste de sabores y gustos. Para abrir boca empezamos con un salpicón de gamba y mejillones en escabeche “acebichado”, un plato refrescante y contundente de sabores, con un punto ácido y picante. Continúa la croqueta de gamba con concentrado de gamba, de sabor potente en el mar. Excelentes los mejillones Thai con leche de coco y citronella. Seguimos con una masa china de trigo (wanton) con baldana Y romesco, berenjena asada, donde se mezclan los gustos tortosinos, tarraconenses y chinos. Y llega un plato estrella de la casa, el carpaccio de pato, finísimo. También el bacalao al pil pil hecho a baja temperatura resulta muy sabroso. Continúa la torta de longaniza esparrecada con setas, salsa de setas y cebolla caramelizada, quizás un poco demasiado dulce. El secreto ibérico con salsa barbacoa coreana, con un toque de menta perfumada para darle frescura y aroma de campo. Los postres: couland de chocolate con helado de frutos del bosque y brownie de té choque con chocolate blanco, que ponen punto final a la degustación. Una experiencia gastronómica...

El lloc és molt cèntric i l'ambient és molt tranquil, s'ha de reconèixer que el punt més fort que te el restaurant es el personal (en aquest cas el cambrer), ha estat super atent, ha estat pendent de nosaltres en tot moment i es molt "profesional" al moment de atendrens. Referent al menjar, per al meu gust hi ha llums i ombres (més llums que ombres això sí). Les patates braves, al seu punt de cocció perfecte, patata natural pero, no portava sal i, la salsa es bastant normal, no pica, no te gracia com per demanar-les de nou, això si, están bones. La coca de salmó, molt bona, pero el preu es alt en comparació a la quantitat, tot i així es una bona recomanació. Les gambes en tempura son molt bones. Els ous amb tòfona no m'han fet gaire gràcia, potser volen tenir un toc especial i modern i perden gràcia, no te un sabor que cridi molt i que faci voler repetir. El que si que si que si heu de demanar són els Baos de costella ibèrica, es un must to taste increíbles (no tinc foto perquè no m'ha donat temps), la carn es bestial, la salsa molt bona i el Baó també. De postres només hem provat el coulant de avellana que estaba de 10. Petit apunt, crec que el pa de vidre es molt car per la quantitat que ve. En resum tornarem a provar més coses i per mi és un 8,5/10 de Reus, el recomanaré a tots...