Más abajo veréis lo que hemos sentido al llegar al sitio, pero después de conseguir comer, todo ha cambiado de color

Conseguí convencer a Basilio o al que es máximo responsable del sitio, que nos dejará comer en una mesa libre en el interior del restaurante. Accedió a darme la mesa, y a partir de ese momento todo lo que dije cuando llegué cambio de color.

Hicimos una selección segura: Pulpo Basilio: Pulpo pequeño súper tierno a la plancha en cama de patatas y cebolla caramelizada y queso gratinado en todo lo alto. Yo quizá pondría un queso menos fuerte, pero está buenísimo. Navajas, sin palabras, buenísimas. y como plato “principal” Pixin a la sidra. Un espectáculo para los sentidos, que acompaño de fotografías, merece la pena el sufrimiento si el resultaos ha sido comer de lujo.

El servicio de comida es muy correcto, los tiempos bien marcados, emplatado, cambio de platos, etc.

Aún así yo no me fiaría y cuidaría las formas, tienen el mejor producto y la mejor ubicación, solo tienen que tratar mejor al cliente. ———— RESEÑA AL LLEGAR:

Seguro que se come genial pero es trato es muy lamentable. Pasamos a tomar una sidra y algún marisco de la zona y teniendo la terraza vacía no nos han querido dar de comer nada. Hasta las 13:30 no hay cocina y no te puedes sentar… Espero volver con reserva y poder probar lo que el resto de reseñas comentan. Poco respeto y mal trato no es un buen producto para España. Gracias Basilio, probaré otro restaurante de la zona que cuide mejor al cliente y con las mismas o mas estrellas que el tuyo.