Una experiencia nefasta Hemos llegado con mucha ilusión al sitio, pero poco a poco todo se ha ido torciendo.

Para empezar, no nos tomaban nota de nada, en los primeros quince minutos nos ha preguntado dos veces por la bebida. Cuando por fin traen la bebida, al tomarnos nota nos dicen que no tienen nada de pescado, que no les había llegado, un viernes a la una y media del medio día.. UNA MARISQUERÍA SIN PESCADO, DE RISA. Antes de decidirnos por los platos principales decidimos pedir unas almejas de cuchillo (una ración que terminó costando 20€, un auténtico robo) y lo que nos traen es una fuente con 13-14 almejas mal repartidas algunas de ellas vacías, y para colmo las demás, estaban súper cocidas, con una textura horrible y gelatinosa.

Después de repasar la carta otra vez, me dispongo a pedir el entrecot con foie (20€) Y sorpresa, NO TENÍAN FOIE jajajajaj.

Lo mejor de todo es que al pedírselo sin nada nos dicen que el precio no cambia... Flipante. Así que al final decidimos pedir dos de escalopines al Cabrales. Cuando nos lo trajeron, con la salsa aparte, el Cabrales estaba súper insípido, y he comido Cabrales en todas las ciudades de Asturias y nunca me ha sabido así, me dejan convencido de que con ese sabor y ese color que tenía la salsa de hoy, era cualquier cosa menos Cabrales.

Por último al pedir la cuenta, les pido el datafono para pagar con tarjeta, el camarero, en su línea, al llegar nos deja la cuenta en la mesa y encima de que no trae datafono ni nada, descubrimos que todos los platos tienen un suplemento de veinte céntimos por habernos servido en terraza. Tuvimos que entrar dentro para pedir que nos cobrasen otra vez, increíble.

En resumen:

54'10€ por unas almejas malísimas y dos escalopines con una salsa que menos Cabrales podría ser cualquier cosa.

En general, UN SITIO HORRIBLE, UNA EXPERIENCIA HORRIBLE Y NO VAYAN A MALGASTAR SU DINERO POR UNA MALA ATENCIÓN Y UNA CALIDAD PÉSIMA QUE NO ESTÁ A LA ALTURA DE LA GASTRONOMÍA ASTURIANA, ni se le acerca.