No soy de dejar reseñas negativas, pero en esta ocasión siento que es necesario compartir mi experiencia. Intenté almorzar en este restaurante y, para mi sorpresa, me dijeron que al ir solo no podía sentarme en el interior, sino únicamente en la terraza, a pesar de que estaba lloviendo. Este trato fue inesperado y decepcionante, ya que parece que el simple hecho de ir solo fue razón suficiente para ser relegado al exterior.
Creo que es importante señalar esta situación, ya que nadie debería sentirse discriminado por comer sin compañía. Me pregunto si habría recibido el mismo trato si hubiese ido acompañado. Ojalá reconsideren sus políticas para que todos los clientes, sin importar si van solos o en grupo, sean recibidos con la misma cortesía y respeto.
Edit: Respuesta al dueño
Buenas noches. Aprecio su respuesta, pero debo expresar que no estoy de acuerdo con su versión de los hechos. Cuando llegué, lo primero que se me preguntó fue si venía solo, y al responder afirmativamente, se me indicó que solo podía sentarme en la terraza. No fue una cuestión de disponibilidad, sino de que no se me permitió ocupar una mesa en el interior por el simple hecho de venir solo.
Quisiera que consideren esta experiencia desde el punto de vista de un cliente que, como yo, estaba dispuesto a disfrutar de su restaurante, incluso en un día lluvioso. La sensación que me transmitió esta decisión fue de rechazo y discriminación, y creo que es importante reflexionar sobre cómo esto afecta la percepción de los clientes que, a veces, simplemente desean disfrutar de una comida solos.
Gracias por tomar el tiempo...
Read moreNormalmente si un sitio tiene una prohibición, la ley obliga a colocar un cartel visible para los clientes.
Me encontraba, como de costumbre cada pocos días, en la terraza con mi perro. La camarera me atendió amablemente y agradable. Procedí a comer. Al cabo de un rato como vi que no salía nadie, procedí a levantarme y de paso: llevar mis platos y taza; para ir a pedir la cuenta. Al ver que no había nadie en barra, tuve que entrar. Cuando el señor de la plancha me ve, ni me dice que necesito, ni que quiero… simplemente me echa por haber entrado con el perro. Si lo sé, ni llevo el plato.
La comida buena, el trato tristemente no. Sobretodo por no tener empatía, de ver que un cliente está esperando y para ahorrar trabajo a la camarera a salir/recoger/volver a entrar a coger el datáfono/ salir… pero falta de empatía a mi y a su compañera. Por entrar un segundo con mi perro a dejar unos platos y pedir la cuenta. De hecho, si lo hubiera pedido con un “por favor” no me hubiera molestado tanto. Recuerde que es cocinero, no el presidente del Gobierno. Bájese los humos, que si no fuera por los trabajadores de al lado no se comería ni una rosca, debería cuidar más a su clientela. Y no es un alegato pro animalista, es un alegato del trato al cliente. Porque si así trata a su consumidor como tratará a sus compañeros.
Y recordarle que alguien menos amable podría interponer una reclamación a consumo por echarlo de su local sin la cartelera preventiva de la...
Read moreLovely restaurant with delicious food! I highly recommend the grilled cheese with mojo — it’s amazing, with the perfect combination of olive oil, honey, and both red and green mojo sauces. The ropa vieja was full of flavor. The whisky pork wasn’t my favorite, as the Jack Daniel flavor was a bit too strong for my taste, but overall the menu has plenty of great options. They also offer some Cuban dishes if you’re in the...
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