Gartziategi — Restaurant in San Sebastián

Siendo honesto tengo que valorar en su justa medida. Estuvimos esperando 45 minutos la apertura del local y fuimos los primeros en entrar. Camarero...un 10 o 5*. Atento, agradable, servicial, correcto, de las personas que se aprecian mucho para un trabajo así. Local... Original, tradicional, según el camarero data del siglo XVI bien reformado, limpio y ordenado. Servicio de cocina... Carta escasa, pero muy buena calidad. El chuletón en su punto de plancha y sal. Otro 10 o de 5*. Camarera... Todo lo contrario que el camarero. Agria, trato altivo, rayando la impertinencia. Después del primer plato, me levanté de la mesa a unos dos metros de la misma y pregunté por saber la historia del local, procurando mantener la distancia y me dijo; "Lo primero que tiene que saber es ponerse la mascarilla". Después nos llamó nuevamente la atención por dejar las mascarillas en un taburete, según ella, cerca de otra mesa y ponerla al lado contrario, por donde entran todas las personas al comedor. Ese mismo celo más propio de una compañia de seguridad que de una camarera y/o propietaria, no se dió con una señora que se paseó sin mascarilla desde la entrada a la mesa del comedor, precisamente la mesa que dijo cambiásemos las mascarillas nuestras de lugar. Después de marchar a mi pueblo natal (Elgoibar) la Srta. me llamó para pedir disculpas, cosa que agradezco, si bien fue como consecuencia de hacer saber que como guía de Google Maps, pondría la valoración que estimase adecuada. Vamos, que fui a mi tierra de cortas vacaciones tomando todas las preocupaciones posibles, y me amargó la comida la camarera comentada. Recomiendo el restaurante... siempre que no esté la camarera. Por mi parte, será difícil regrese, salvo me acuerde de todo lo bueno, y lo único...

La sidrería está ubicada en el caserío Gartziategi en Astigarraga y está reconocida por su larga tradición en la elaboración de sidra y su ambiente auténtico. Para realizar una reserva, se requiere un anticipo de 10 euros por persona, incluidos los menores; este adelanto se descuenta del precio final, que varía según el consumo. El menú tradicional incluye tortilla de bacalao (9,85 €), bacalao frito con pimientos, chuleta (39 € el kilo) y postres como queso con membrillo y nueces (6,50 €) o el delicioso pastel vasco (5,60 €). El pan se cobra a 0,75 € por comensal. La sidra está disponible en diferentes cupelas repartidas por varias zonas. Los adultos pueden disfrutar de sidra durante la comida, mientras que a los menores se les proporciona una botella de agua. Es importante destacar que el aparcamiento de la sidrería es reducido. Cuenta con acceso para personas con movilidad reducida y está abierta en temporada de txotx para comidas y cenas (de enero a mayo), y también desde junio hasta mediados de noviembre con un menú ampliado y sidra embotellada. Para reservas de grupos de más de 10 personas, es necesario contactar directamente con la sidrería. La cancelación de la reserva es gratuita hasta 72 horas antes de la fecha prevista. El personal es muy joven y amable, extremadamente...

Hemos venidos directos a la Sidreria Gartziategi recomendados por un amigo, y hemos salido encantadísimos! Hemos llegado un poco temprano, ya que abren a las 13:30, y nos han invitado a quedarnos dentro, nos han invitado a una txistorra y nos ha dicho que barrica estaba abierta por si queríamos ir tomando algo. No se puede ser mejor anfitrión! Nos da una barra de pan, nos hace coger nuestros vasos y a la mesa! Nos preguntan si vamos a comer de todo, hombre! A eso hemos venido! Jejeje Empiezan trayéndonos una tortilla de bacalao para los dos, de las de verdad, que en cada mordisco hay bacalao, deliciosa. Seguimos el festín con un bacalao con cebolla y pimiento verde, le tienen pillado el punto exacto, rico y sabroso. El plato principal, txuleton, poco hecho como nos gusta. Se nota que la carne es de calidad, esta tremendo. Para finalizar de postres nos ponen una cesta con nueces y un plato con queso y membrillo de manzana que invitan a una larga sobremesa al lado del fuego a tierra. Toda la velada, como no, con un sinfín de txotxs para degustar la sidra de las diferentes barricas. Una fiesta gastronómica que hay que disfrutar con mucha calma. Sin duda repetiremos...