Este restaurante toma su nombre de estar ubicado dentro de Bodegas Hidalgo, en el espacio que dejan dos naves bodega, una de ellas de las pocas catedralicias que quedan en uso en el Marco de Jerez.
El sitio es muy agradable, con una zona exterior muy acogedora, con plantas separando discretamente las mesas y favoreciendo una cierta intimidad. El interior es de decoración tirando a moderno, muy bien también. Desde la zona exterior se puede acceder a la impresionante bodega catedralicia, con botas de vinos de Jerez de todas las clases.
El servicio es muy amable y servicial, aunque se diría que adolecen de cierta experiencia para el nivel al que aspira el restaurante.
El ritmo de servicio fue irregular, aunque me inclino a pensar que era un problema más de cocina que de sala. No fue algo dramático, pero un restaurante de estas características tiene que hacerlo mejor. El entorno no puede suplir por sí solo determinado tipo de carencias.
En lo que respecta a la comida en sí, los entrantes estuvieron bastante bien, tanto las croquetas como las empanadillas de rabo de toro. Los postres también fueron buenos, destacando las tartas de queso y el flan al PX, no tanto el coulant que era mejorable.
Lo peor de todo, y es por lo que solo le doy tres estrellas considerando la liga en que este restaurante quiere jugar, fueron los platos principales. El arroz negro estaba demasiado seco y había más socarrat que arroz en sí. La hamburguesa, sin estar mala, no era nada del otro mundo. Pequeña, eso sí. El drama fue la carrillada que, más que carrillada, era cachetito. Deberían servirla con un microscopio al lado y unas pinzas de precisión. Más pequeña y más poca cantidad no podían traer el plato. Tampoco es que estuviera especialmente buena. Lamentable para un plato que cuesta 12 €.
Por último, en la carta de vinos tienen lógicamente presencia mayoritaria los vinos de la propia bodega, lo que no es un problema pues son muy buenos. Nada que objetar ahí.
Al final, el precio por cubierto supera fácilmente los 40 €/comensal. Demasiado caro para la calidad y cantidad de comida, a pesar del precioso entorno...
Read moreWho'd have believed it? Local Sanlucar folk having a knees up & doing the conga! That said, albeit beside a lovely bodega, this is a proper restaurant serving outstanding food. I tried a salady salmon (dados de salmon) & regaña de atun (homemade savoury biscuit with slithers of fresh tuna) and a Focaccia dish. Mightily fine and sensibly priced. Can't rate high enough unless you happen to catch the punters at the end of bodega tour having a rowdy 'one for the road' at the...
Read moreDesde el trato al cliente hasta la comodidad, pasando por la comida son excelentes. Mira que siempre paso por allí pero nunca me había detenido a probar el sitio. Y desde luego ha sido todo un acierto.
El lugar es espacioso y muy confortable, aunque lo considero más un lugar para entablar una conversación de negocios o una reunión de trabajo, el ambiente es bueno también para cenas con la familia, aunque su escasa oferta en comidas para niños no la hace ideal para todas las familias.
El trato al cliente es magnifico, gente joven muy preparada, apenas hay esperas y siempre se pasan de vez en cuando por las mesas para saber si todo es del agrado de los comensales.
La comida sin ser extremadamente innvovadora, tienen una carta lo suficientemente extensa para acaparar todo tipo de gustos y lo suficientemente corta como para no perderte entre hojas.
La calidad de la comida es indiscutible y las pequeñas innovaciones que tienen son muy recomendables, como por ejemplo los postres de flan de huevo al Pedro Ximénez, sin duda lo recomiendo a todo el que se quiera dar un homenaje o bien para sorprender en una cena de empresa.
Los precios como en todo están bastante bien ajustados para el servicio y la calidad de los alimentos. Es asequible para bolsillos medios.
Todo un lujo y un placer...
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