El Italiano — Restaurant in Santander

Decent but slightly expensive Italian restaurant. A beautiful fancy interior, the food is okay, but nothing special for the price.

Most of the staff was friendly, but there was this one (bald) waiter who gave us the bill who was rude as hell. He commented on my Spanish, which is not my first language. Then he presented us the bill, we payed by card and then he asked if we wanted to include a tip (what I would have gladly done if he didn’t ask for it).

He then proceeds to be smug about it and says the following in Spanish: ‘So no tip then? Hmm, okay then.’

I would have recommended this restaurant and would have love to give a good review, but the rude waiter, who probably taught we we’re stupid tourists, made me have a bad feeling with this restaurant...

Used to be one of our favorites – now a tourist trap

This used to be one of our favorite places in Santander. The pizzas were truly excellent – you could almost taste the love and care put into every bite, with fresh, high-quality ingredients that made it special.

Sadly, things have changed. Now the pizzas taste like they’re straight from the freezer – bland, low-quality, and lacking any of the freshness or soul they once had. Honestly, you can find better pizzas in the supermarket.

It’s a real shame to see the quality and spirit gone. What was once a local gem now feels like a rushed tourist trap. Unfortunately, we won’t be...

Si lo que se busca es exclusivamente comida italiana buena, este es uno de los sitios. Pero no pidas más. Solemos celebrar en este restaurante todas las ocasiones especiales, pero las dos últimas veces, el trato y la atención de la encargada deja mucho que desear. En esta última ocasión, reservamos con una semana de antelación para celebrar el día de San Valentín. A los dos días de la reserva, les llamamos y hablamos con la encargada para reservar una mesa en concreto. Cuando llegamos al local vemos que la mesa está ocupada y, por la disposición de los platos y de las raciones, se había ocupado hacía poco tiempo. Esta situación es la segunda vez que nos ocurre. Al comentárselo a la encargada, nos propone usar otras mesas del local, a lo que le explicamos que si nos hemos molestado en llamar para reservar una mesa en concreto es porque queríamos esa y no otra. Por su parte no hubo ningún tipo de disculpa ni de despedida, ya que, sintiéndolo mucho (y así lo expresamos) nos parecía una tomadura de pelo y hasta una falta de respeto, no tratar de satisfacer a los clientes en lo que se les solicita con bastante antelación. Si no van a cumplir con los deseos de los clientes (algo que me parece de valorar también y más en los tiempos que estamos viviendo), que lo digan y nos ahorramos tiempo en llamar a pedir nada. Repito que es la segunda vez que nos pasa, que la anterior vez nos sentamos en el sitio alternativo que nos ofrecieron, pero la actitud que mostró ayer la encargada fue grosera y maleducada. Ni que decir que no habrá una tercera oportunidad. Tienen suerte porque saben que siempre llenan las mesas, pero, visto lo visto, para ellos es preferible atender con mayor pleitesía a los que llegan en el último momento y sin reserva que a los que dedicamos tiempo en intentar que una celebración o compromiso...