Found this little jewel with Google Maps. It's hidden in the middle of a neighborhood that seems like working class. The waiter is efficient and friendly. It's famous for its beans and soups, you know, home made food that fills you up. We weren't brave enough to do the beans but they served us a huge salad complete with peas, carrots, potatoes, lettuce, tomatoes, green beans, tuna and egg .. and then the famous Chummaru, its specialty, which is pork. Home made desserts, just super comfortable and laid back. Not a rip off like some places near the beach. Definitely recommended as a unique "real daily life" experience...
Read moreSi te gusta la comida de cuchara y tradicional tienes que ir. Íbamos la familia (2 adultos y 2 adolescentes) a pasar el día en Santander por lo que antes de decidir dónde comer estuve buscando información, también leí varias reseñas, la mayoría muy favorables, y las negativas, una vez que lo conozco, no comparto en absoluto. El establecimiento es muy sencillo, familiar y acogedor, el trato del camarero y el resto de personal, es inmejorable. El ambiente es muy agradable y permite disfrutar de la comida. El menú es sencillo y tradicional, como el que hacían nuestras madres y abuelas, pero no por eso deja de ser muy recomendable. Al ir en sábado, el menú era Cocido Lebaniego, estaba buenísimo, sobre todo nos encantó la sopa de cocido, para mí la mejor que he probado. Las cantidades, como mencionan casi todas las reseñas, son grandes, es imposible acabar con todo. En el menú se incluye la bebida (tomamos cerveza, agua y refrescos) y postre ( también de elaboración casera), en nuestro caso nos decidimos por tarta de queso. El precio también es espectacular, 13€ el menú, por lo que una familia puede comer calidad y cantidad por 52€. Otro punto a favor del Restaurante es su ubicación, después de comer, nos fuimos al paseo marítimo a dar un paseo y bajar la comida 😊. Muy recomendable. Aconsejo también reservar...
Read moreBuscando un buen lugar para comer en Santander, dimos con este restaurante y decidimos reservar con antelación. ¡Fue una elección excelente! Desde el momento en que llegamos, nos sentimos bienvenidos y cuidados. La atención fue de primera, con un personal amable y atento.
El menú del día fue realmente espectacular. De primero, disfrutamos de un cocido montañés auténtico, lleno de sabor casero. Para el segundo plato, probamos unas albóndigas y los chumarros, que nos sorprendieron por su sabor y calidad. Todo estaba en su punto, y se notaba que usan ingredientes frescos y bien seleccionados.
El broche de oro fueron los postres caseros: la tarta de queso y el flan, ¡deliciosos! Cada bocado nos hizo sentir como en casa, con ese toque especial que solo se encuentra en los lugares de toda la vida.
Sin duda, un restaurante que recomendamos a cualquiera que pase por Santander. Excelente relación calidad-precio, un ambiente acogedor y una comida para recordar....
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