Ubicado en pleno Barrio Pesquero de Santander, este restaurante es un auténtico templo de la cocina marinera. Con más de seis décadas de historia, sigue siendo un referente en la ciudad, manteniendo intacta su esencia y su compromiso con la frescura del producto. Su conexión con la tradición pesquera no es solo una cuestión de ubicación, sino un reflejo de su filosofía culinaria. Aquí, el mar no es solo el origen de la materia prima, sino el alma de cada plato.
Desde el primer momento, la atención destaca. En mi caso, fui atendido por Kini, quien lleva nada menos que veintitrés años en este restaurante. Esa trayectoria es un testimonio de la profesionalidad y el amor por el oficio que se respira en cada rincón del local. Da gusto encontrarse con camareros que, además de servirte, te hacen sentir parte de la historia del lugar, con un trato cercano, respetuoso y atento en todo momento.
Para la comida, opté por una mariscada para uno. Al principio, me pareció algo escasa en comparación con otras que había probado, pero con el paso del tiempo y conforme avanzaba en la degustación, me di cuenta de que estaba perfectamente equilibrada. Cada elemento estaba en su justa medida, sin excesos, pero con la variedad y calidad que se espera de un restaurante con esta reputación. No solo disfruté del marisco en su punto exacto de cocción, sino que, curiosamente, tardé más en terminarla que otros comensales que habían pedido platos convencionales. Eso dice mucho del ritmo que este tipo de comida exige: se disfruta con calma, con cada bocado apreciando los matices y la frescura del producto.
Para acompañar la mariscada, elegí un vino de Rioja que estuvo a la altura de la ocasión. Su sabor redondo y bien estructurado complementó a la perfección los sabores del marisco, logrando ese equilibrio que hace que la experiencia sea aún más placentera. Un buen vino no solo enriquece la comida, sino que convierte una buena cena en un recuerdo inolvidable.
El broche final lo puso un milhojas extraordinario, una de esas elecciones que demuestran que en este restaurante no solo se preocupan por los platos principales, sino que también miman el final de la comida. El postre, crujiente, delicado y con ese contraste de texturas tan característico, estuvo acompañado por un pacharán que redondeó la velada de la mejor manera posible.
El ambiente del local es el que uno espera en un restaurante con tanta historia: acogedor, con un aire marinero auténtico, sin pretensiones innecesarias, pero con ese encanto especial que solo se consigue cuando se respira tradición. El paso del tiempo no ha mermado su esencia, sino que la ha fortalecido, convirtiéndolo en un lugar imprescindible para quienes buscan la mejor cocina del mar en Santander.
En definitiva, esta ha sido una experiencia gastronómica completa. Desde la atención de Kini, que es todo un veterano en la casa, hasta la calidad de cada plato y la autenticidad del entorno, todo ha estado a la altura de las expectativas. Un sitio que no solo alimenta, sino que deja huella.
#CocinaMarinera #BarrioPesquero #MariscosFrescos #TradiciónGastronómica #VinoRioja...
Read moreThis place is a must go to place if you're looking for great food at a brilliant price! The place is quite a walk away from the the city centre.
We had purchased the set menu, which contained: paella, sea bass, dessert (forgot to take a photo of this) and either wine or water for €18 euros (of the time of this review). With two of us dining, what we received was a whole bottle for the set menu, when we only expected to be served a glass' worth! We had also purchased two more dishes, which were the muscles and squid Raba and I'd highly recommend you try them, if you get the chance (Pictures for the dishes attached to this review)
After dining here, I'm sure you'd agree.It'd be worth doing a marathon to get there!
If you read this, I hope you enjoy...
Read moreOne of the best seafood I have ever had. This restaurant is located in the harbor of Santander, outside the city center, so I recommend getting there by car (there are parkings nearby), if you like to walk it’s 20 minutes from Centro Botin. You can have all the seafood you want, it’s hard to choose. I definitely recommend the plate with clams and shellfish, the lobster and the prawns are just amazing. Be sure to try also the typical grilled anchovies and the peppers filled with prawns. Also the grilled cod is delicious. With all these we payed 82€ for two persons, included a bottle of white wine. Also the staff was really friendly and explained all the...
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