Mesón Hispalis — Restaurant in Seville

Cuando uno busca una antigua tasca sabe que hay cosas como la suciedad, la oscuridad, la humildad de sus gente y buena comida. En este caso lo último no es así. La cerveza de tirador ida y el vaso sucio, así como algunos cubiertos. Las patatas que acompañan al plato estaban fritas con aceite rancio, el serranido lleva "virutas" de jamón de paleta, que antes que de comérmelo preferiría el deshuesado en lonchas de una estación de servicio (10€ "completo"). El exterior tiene hiedra y parra con una cantidad importante de avispas. Por último, y aunque los modos de mi familia no fueron los correctos, el regente y cocinero del local, ante nuestras quejas y devoluciones, nos decía que "Llevo 40 años en éste sitio", "se lo que está bueno, si quiere no me pague" (éramos 8 personas y los únicos del sitio), "estás patatas no se preocupe usted (señalando el serranido devuelto sin tocar), son las que le pondré al cliente siguiente y seguro que se las comerá".

Fue un momento de calentón del dueño, espero que no sea cierto.... Yo escribo esto desde el váter con la barriga suelta, dándole vueltas a si el pisto del menú del día es...

Una joya oculta. Por su ubicación nunca lo dirías, pero entrar supone transportarte a un auténtico y añejo restaurante de sierra. Es todo un lujo comer junto a su gran chimenea de leña.

Las carnes (su especialidad) son de una altísima calidad, tienen uno de los mejores serranitos que he probado y los guisos del día son caseros y muy buenos. Estos últimos se incluyen en el menú del día, fantástico para los trabajadores de la zona.

No es un sitio barato que digamos, pero la calidad de los platos lo merece. Eso sí, no vayas si buscas platos gourmet o un trato exquisito. Es lo que es, un auténtico asador de carne.

Por cierto, se rumorea que el dueño se jubila en poco tiempo y que muy probablemente nadie coja su testigo, así que no dejéis la oportunidad de conocerlo antes...

Increíble, el mejor descubrimiento hasta la fecha. Al principio teniamos cierto prejucio porque desde afuera no parece lo que es, pero una vez entras y lo pruebas es el mejor cierto que hayas podido hacer. Es un meson tradicional de toda la vida, el cocinero y su hijo son muy amables, te hacen sentir en casa. Además consta de un patio el cual da mucho fesco para el verano y en invierno tiene una chimenea de leña. La comida es increíble, y a precios muy competentes, la parrilada esta increible incluyendo costilla, solomillos, chorizo, pimientos, morcilla… Espectacular, de postre recomiendo el arroz con leche. Volveré con mi familia entera y no solo con mis padres porque merece la pena repetir...