Fuimos mi pareja y yo a tomar un café allí porque era el bar más cercano a la plaza y parecía agradable. En la entrada de la terraza hay un cartel bien grande que pone que hay que esperar a que los camareros te atiendan para darte mesa. Eso hicimos, esperar como monigotes a que nos atendieran, pero pasados varios minutos vimos que dentro del local sí había sitios libres así que entramos (ningún camarero nos espetó nada por entrar). Una vez allí nos sentamos cerca de la barra, repito, dentro apenas había gente. Había frente a los baños un par de camareros que no hacían nada, solo hablar entre ellos y de vez en cuando se movían para salir a la terraza a recoger vasos, así que descansando no estaban porque el camarero que sí estaba en su turno de descanso estaba sentado en una mesa. Había dos camareros más en barra y otra chica joven que salía cada dos por tres fuera, entiendo que le tocaba ese área, pero otro camarero delgado atendía dentro. Estuvimos sentados en la mesa un buen rato y nadie nos atendió, mi chico se levantó para pedirlo en la barra y ni ahí le hicieron caso, los dos que estaban frente a él solo atendían las comandas de sus compañeros y ya, hasta que en un momento dado de buenas formas le dijo al camarero que por favor le atendiera. Nos trajo los cafés a la mesa y para colmo estaban fríos... A la hora de pagar fuimos directamente a la barra para no perder el tiempo y pasó lo mismo, absolutamente nadie nos hizo caso. Pasaban de un lado a otro, nos miraban y seguían a lo suyo hasta que un encargado le comentó a su compañero que nos atendiera. Al darme las vueltas me soltó literalmente las monedas en la barra y sin exagerar, menos mal que tuve reflejos y recogí una de ellas que casi se cae dentro de la barra... Me parece una lástima dada la ubicación del restaurante, pero me sentí realmente incómoda... No lo recomiendo a menos que...
Read moreLamentable el trato de uno de los empleados,no sé el nombre,pero tiene media perilla y acento sudamericano.
Llegamos muy tarde a sabiendas que el comedor estaría cerrado,le preguntamos que si tenía algo para picar" nos contestó con un tono muy poco amable que NO, Le preguntamos que si no tenía queso para hacernos un bocadillo o Jamón que tenía encima de la barra y otra vez una negativa como respuesta.
Decidimos tomarnos un café con un croissant que vimos en la barra,y le preguntamos a otro compañero que si podía ser el Croissant con jamón York y queso,el camarero super amable con nosotros pregunto al compañero y este contestó otra vez con mal tono "ya les he dicho que NO" Después de toda esta charla nos suelta que tenía tortilla, joder si nos lo llega a decir al principio,hubiéramos pedido un pincho de tortilla y un refresco,para nosotros hubiera sido suficiente y nos hubiéramos ahorrado ese momento tan incómodo.
Al final nos tomamos dos cafés y un pincho de tortilla más que suficiente para tomarme la medicación.
Este camarero demuestra primero,la poca empatía y la poca profesionalidad que el resto de sus compañeros si demostraron.
Claro que volveremos a Atrio como en otras ocasiones,una mala experiencia con uno de sus empleados no puede enturbiar el servicio y el buen trato que siempre nos han dispensado en su casa. El resto de los camareros y...
Read moreLamentable el primer contacto con los camareros del Atrio. Hago reserva unos días antes, llega mi hora, me acerco a la puerta, me encuentro a dos camareros en la misma, les digo: hola, buenas, teníamos una reserva para tal hora.. y cuál es su respuesta? NO y lo dice mirando al horizonte, sin molestarse en mirar al cliente. Le contesto que si, que la hice por correo y me vuelve a contestar con una negativa y me dice que NO, que si no me han contestado, NO tengo reserva. Les digo que tengo respuesta y confirmación por correo y ya me mira y dice: ah, si, para interior, no? Pero vamos a ver, ¿NO tiene ninguna empatía, educación hacia el cliente ese camarero?( Es uno delgado, alto y edad madura) La compañera le apoyaba con la mirada y compostura. Este señor le hace flaco favor al restaurante siendo así, porque a pesar de que me gusta ir a Sigüenza, no voy a volver allí para ser mal atendida por camareros como él. Los demás camareros, correctos y algún que otro afable. La comida bastante de batalla, ni fu ni fa, con elaboración sencilla y se ve que está hecha de manera rápida y sin cariño. La tarta de queso bastante ladrillo aunque artesana. Los precios, como de cualquier ciudad. La ubicación genial pero hay muchos otros lugares a los que se puede ir cerca. Sinceramente, fue una experiencia inigualable y bastante...
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