El Doncel Restaurante — Restaurant in Sigüenza

An absolute gem - from the service which was professional yet friendly, to the food which was delicious and definitely deserving of awards, with none of the pretension you may expect. We shared starters and mains a la carte and not the degustation menu (only because I was not sure I could manage it, not through lack of will!) and every dish was extremely well presented, but above all tasted amazing. The trout tartare was a joint favourite but everything was excellent - ravioli, meatballs and lamb (much better described in the menu), and a delicate, not too heavy, desert. Great wine list and we went with their recommendation (not at all pricey) which worked very well. Very good value too. Overall, if you are in...

I have been lucky enough to eat in some of the best restaurants in Canada, New Zealand, Australia, China, Austria, Germany, Switzerland, the USA, England, Japan, Italy, and Spain. There are a half-dozen that stand out in memory over forty years. El Doncel joins that elect few. They have more than earned their Michelin star. The presentation alone! I will add some pictures later, but the pictures do not do justice. As for the degustation itself, the flavours were unique, balanced, and exquisitely interesting. I have many allergies, and they carefully looked after me, but by the end I was simply eating, not caring a whit: it would have been worth it. It's worth the trip to Sigüenza...

Hemos ido con las expectativas moderadas, esperábamos una gran calidad pero lo que nos encontramos nos sorprendió para muuuuuy bien.

Para empezar unos amouse bouche donde el bombón de queso de cabra con romero es el gran protagonista, un sabor y una sensación que no deja indiferente

Seguido, las chacinas caseras. Enrique fue, amablemente, el encargado de preparar, cortar y servir junto a la mesa. A destacar un gran salchichón de cierva y un exquisito jamón de pato. El chorizo de jabalí y el paté de campaña de gran calidad pero ligeramente por debajo de los dos primeros.

De los entrantes, a destacar la ostra con semillas de mostaza en un dashi magnifico. Un viaje a Japón en un bocado. El tartar de trucha, magnífico, queda un poco eclipsado por el sisho y la panacota de triguero en la que la anguila, a pesar de estar en su mínima expresión, para mi gusto, domina un poco el plato.

Los principales son la estrella de este menú de la sal de saelices de Enrique Pérez. Una merluza con un punto maravilloso en un pilpil de sus espinas. Un arroz melosisimo con oreja suflada tan cremoso que deja sensaciones que recuerdan a como se pega el jamón bueno al paladar.

Rillette de cordero muy correcto, para mi gusto un poco pasado de especias, pero no por eso menos brillante. Y para colmar un lomo de ciervo napado con una salsa untuosa. No necesitas un cuchillo de lo tierno que está. Como pega, cambiaría el boniato por unas patatas fritas, pero son manías personales :)

Los postres no bajan el nivel, en especial el de albahaca yogur y fruta de la pasión. Es justo el punto que hace falta a estas alturas.

El maridaje propuesto, cogimos el más pequeño de los dos, es muy bueno, muy bien explicado. Con buenos vinos nacionales e internacionales y alguna joya maravillosa como ese Riesling fuera de serie.

El nivel de la sala, muy alto, pendientes de todos los detalles, gran servicio.

Sin duda, no espere a venir por Sigüenza para venir al doncel, venga al doncel para venir a Sigüenza.

Mucha suerte a todo el equipo, espero que la segunda estrella llegue pronto porque será...