Casa Gallega Sitges — Restaurant in Sitges

Es injusto valorar el trabajo de alguien del uno al cinco, sin tener en cuenta el trabajo que puede haber detrás o cualquier otro tipo de condicionante, pero habiendo pasado 24 horas desde que fuimos allí a comer y analizando fríamente el conjunto de nuestra visita, creo justo valorarla con un 1.

Fuimos 5 personas, a comer el domingo 15 de Septiembre. Lo primero de todo, el pan. Ese gran aliado de las rentabilidades de los restaurantes. Un panecillo, que estaba bueno, pero que era bastante pequeño, 1.50 por persona. Lo peor de todo, que no hemos pedido pan, pero nos lo cobran. Tampoco hemos pedido Olivas, y no nos las cobran, lógico, ¿no? Pues no; Lo que no es lógico es que la la mesa de detrás y la mesa de delante tengan olivas mientras esperan por la comida y nuestra mesa no.

Bueno, nos traen el vino, y esperamos pacientemente los primeros platos, con la ilusión de comer bien, en un sitio bonito y agradable. Los primeros son para compartir, nos los han traído de uno en uno, y lentisimos, con el condicionante de que el lugar estaba poco concurrido. Se han olvidado de traernos uno. Se lo hemos recordado al camarero, y ha pasado de nosotros.

El pulpo estaba muy bueno, a mi me ha gustado. Y es un producto caro, no le vamos a poner pegas. Los calamares a la romana, no estaban malos, pero tenían un rebozado un poco raro. Parecía como el rebozado de la tempura, gordo, pero con una textura suave. Bueno lo podemos dar un 6 a los calamares. Y el lacón, pues estaba muy bueno. Para que vamos a negarnos. Pero no es lo que uno espera cuando paga 20 euros por una ración de lacón. Un lacón cocido tipo fiambre, con una patata bien cocida y la cantidad justa de pimentón y aceite, pues te sabe rico, pero por 20 euros, uno espera un LACÓN de verdad, desalado en casa y cortado a cuchillo. Vamos, lo que en Galicia llaman Lacón.

Los Segundos platos. Los mejillones eran buenos. Pero eso no tiene ningún secreto. Y estaban buenos. Los Calamares a la plancha. Medio plato de patatas cocidas y verduras pochadas sin ningún estilo, pero en nuestro caso, hemos ido a comer y no a posar, con lo cual lo importante es el sabor. Pues que pena que tanto la cantidad como el sabor de los calamarcitos a la plancha dejase tanto que desear. Es lo que tiene cuando el cliente espera un producto top y se encuentra con un producto de segunda categoría.

Y finalmente los Entrecots. Lo pongo en un párrafo separado. Que penita de entrecot. Es de ese tipo de productos, que no todo el mundo sabe que existe, que realmente no es un corte de carne de una pieza de la ternera, sino que es un conglomerado de carne artificial y que te venden congelado, que tiene pinta de entrecot y que no vale una mierda hablando mal y pronto.

En la carta, había varios postres, pero a nosotros el camarero no nos trajo la carta. Nos cantó solo 3 que no nos apetecían, y finalmente no tomamos postre.

En ese momento vino el gerente, dueño o lo que sea y nos ofreció unos chupitos, que no pagamos, pero que nos paso como con las Olivas que tampoco nos los trajeron. A otras mesas si que vimos que se los pusieron, pero a nosotros solo nos los ofrecieron, pero después, nada de nada.

Que triste experiencia.

Lo más triste es que, un sitio como este, tenga una puntuación tan buena en internet. No...

Fui con mi famila a comer el domingo al mediodía,me lo recomendaron con la mejor intención éste restaurante, fui con muchas expectativas y la verdad que me defraudó bastante...... Pedimos 2 menús de fin de semana (35€ p/p) y para el crío unas almejas que le encantan y me las recomendó el dueño que eran muy buenas y grandes (luego juzgáis por la fotos) el precio del plato 25€ y otro de calamares a la romana ( buenos )20€. El menú consta de 3 tapas y un segundo a elegir ( aunque no me quedó muy claro porqué creo que solo me ofrecieron la paella de marisco y en la web encontré el menú con más platos), total las tapas eran un plato de mejillones al vapor (correcto) un plato de croquetas ( ridículo,4 unidades y pequeñas, valorar vosotros con las fotos) eso sí estaban muy buenas, y el tercero pulpo a feira ( tapa ridícula también) estaba duro (mal cocido o recalentado....veréis una foto con dos trozos que ya no se podían masticar) y las patatas desechas. La paella estaba muy buena......pero igual que las tapas, un plato muy escaso, el arroz malamente cubría el fondo de la paella.(Ver la foto). En el menú entraba la bebida, pedimos vino blanco y agua y para el crío una Fanta, lógicamente el refresco iba a parte pero es que el agua también nos la cobraron y el pan lo mismo ( bravo por ellos👏👏👏). Para terminar nos queda el postre, que si que entraba en el menú y para el nene le pedimos otro (tarta de chocolate) hasta aquí bien sabíamos los precios.....lo que ya fué el remate pagar 7€ por una porción de tarta industrial (cierto es que no ponía que fuera casero ningún postre.,..pero los precios no bajaban de ahí) y cobrar por postres que no tienen una elaboración, que abres una caja y cortas....la verdad me parece un abuso. Precio excesivo para lo que dan. El espacio muy reducido, las mesas muy juntas y muchísimo ruido de los comensales. La verdad que una y no más, no nos han quedado...

Mi 1ra vez en este restaurante, al que fui guiado por las referencias y del que me fui con muy mala experiencia. He puesto 1 estrella, no tanto por la comida en sí, si no por todo lo demás que explicó a continuación. Fui un miércoles laborable, solo. Pedí una mesa en la terraza en la que prácticamente había muy poca gente (13,35hs) Más de 10 minutos sentado esperando la carta y nadie se da por aludido. Cuando a través de señas consigo que me traigan la carta, pido una cerveza (3€) y después de elegir mi plato y con la carta ya cerrada (señal de que estoy listo) espero otros 10 minutos a que vengan a tomarme nota, pido un entrecot con guarnición de unas pocas patatas fritas y 4 pimientos de Padrón, la carne estaba correcta (18€) aunque no se si se corresponde con el precio. Junto con el plato pido pan, me dicen que me lo van a traer. Después de 15 minutos comiendo y ya casi acabando mi plato, el camarero se acerca a preguntarme si iba a querer el pan, obviamente le digo que no, pero le pido que me traiga un café solo. Termino de comer mi plato y mientras espero otros 10 minutos o más, decido levantarme porque mi café nunca llega. Hablo con el maitre, le pido que me cobre y le explico que estuve muy mal atendido y que me quería ir, intento explicarle las demoras y los fallos, y sin prestar atención me deriva en una camarera la cual se hizo cargo de todos esos fallos de los demás, incluido el desinterés de su jefe, y de cobrarme e incluso me ofreció un café de invitación el cual no acepté. Le agradecí su detalle, pagué y me fui. En total estuve, 45/50 minutos para comer un entrecot y una cerveza, porque aunque quise pan y café, nunca me lo trajeron. Me ha llamado la atención el desinterés tanto de los camareros como del maitre. La única atenta fue una camarera que nada tuvo que ver con la mala atención de sus compañeros Habiendo tanta oferta...