Pizzería Don Vito — Restaurant in Soto del Real

Llevaba años yendo a Don Vito desde pequeña con mis abuelos a comer y a cenar. Conocíamos a Vito, el dueño, de toda la vida, tanto mis padres como mis abuelos, porque vivimos en Soto desde siempre y hemos Ido varias veces. A Vito, siempre le tuvimos como un hombre muy simpático y que siempre nos trató bien. Y hoy, después de unos años que no iba, decidí ir con mi pareja, le dije que se comía genial y que le iba a encantar. Al llegar, nos atendió Vito, no me reconoció porque la ultima vez que me vio era una niña. El restaurante estaba lleno, y le preguntamos por una mesa para dos, nos dijo que esperásemos un poco. Vimos unas mesas libres en la parte izquierda y le preguntamos si era posible en esas, que por nosotros no habría problema en ponernos ahí. Nos contestó de manera prepotente, con poca educación, y diciendo que él nos podría donde le diese a la gana porque para eso trabaja ahí. Mi reacción fue bloquearme en ese momento, no supe ni qué decir, y a los segundos le contesté con un: porqué me tiene que hablar de esa manera? A lo que él respondió nuevamente con prepotencia y diciendo lo mismo, que él decidía donde nos iba a poner y no nosotros. Nos dijo que teníamos que esperar si queríamos una mesa, a lo que le dije que ya no nos interesaba porque nos íbamos a comer a otro lado. Estábamos alucinando con la situación. Mi pareja, antes de irnos le pidió la hoja de reclamaciones, a lo que el se puso agresivo y nos dijo que no nos la iba a dar porque no habíamos cenado ahí, que si queríamos que llamásemos a la Policía. Le respondimos diciéndole que no se trataba de la comida, si no del trato al cliente y la falta de respeto con la que se había dirigido hacia nosotros. Seguidamente se enfrentó a mi pareja, provocándole y alzando la voz en todo momento. La chica que estaba dentro en la cocina, al nosotros explicarle lo ocurrido, nos pidió disculpas por las maneras de él, estaba todo el personal alucinando con este señor, y fue solo entonces, cuando Vito nos pidió perdón a regañadientes. Me parece una vergüenza y una pena de verdad lo digo que haya acabado de esta manera, ha ensuciado su imágen y nunca nos pudimos imaginar que nos iba a tratar de esta manera, sobretodo yo, que le conocía. Lamentándolo mucho, ni mi familia ni yo, volveremos a pisar este lugar. No lo recomiendo sí queréis buen trato. Y me refiero al dueño del restaurante, no al personal, que reitero que en todo momento se comportó correctamente...

No soy de poner reseñas negativas, quién me lee lo sabe, pero quizás si me hubiesen avisado mi decepción no sería tanta y es por ello está reseña.

Pedimos dos platos de spaghettis diferentes y ambos platos la pasta estaba pasada, lo del "al dente" no existe, quizás porqué en nuestra cultura la pasta debe estar pasada pero cuando vas a un restaurante italiano te esperas que sea lo más auténtico posible, aunque a la mayoría no le convenza la pasta debe estar "al dente" porqué eso es estar bien hecho.

Pedimos postres una tarta de queso, está rica pero tengo claro que no la elaboran ellos y una supuesta tarta de manzana, ésto es lo que más me desagradó, cuando pedí la tarta de manzana le pregunté al camarero si era de bizcocho porque a mí la que me gusta es la tradicional, esa de hojaldre y crema con la manzana tostada por encima y una minúscula capa de mermelada me da igual si la hacen ellos o no, y me dijo que no era de bizcocho, por lo que me las prometía genial, que después de los spaghettis pasados creo me merecía, lo que traen es un -invento- de algo que se asemeja, por el simple hecho de que tiene gajos de manzana y es dulce (el dulce lo consiguen por el mogollón de mermelada de melocotón que le ponen) pero ni tiene base consistente, ni hojaldre ni...... en todo caso pudiera ser un -postre de manzana-, pero de tarta nada de nada.

Observaba las otras mesas y quitando dos comensales, el restaurante estaba lleno, la gente comía pizzas y de postre tarrinas de helados, por lo que no tengo nada más que añadir.

No creo que vuelva porque aunque Vito y las personas (un chico y una chica morena) que te atienden son súper amables hay una señora, que debe ser la dueña, con una soberbia que..... y va tan de sobrada que creo no debe necesitar nada jajaja y menos gente cómo yo, viajada y con cultura gastronómica, por cierto es la que ha ideado (a la que me permito decirla que los inventos mejor con gaseosa y gratis) ese postre al que llaman malamente tarta de manzana, que prefiero no...

Reserve en este restaurante, cuando llegamos la verdad que el restaurante de veía muy desaliñado y poco cuidado. Pedimos dos pastas y una pizza. Las pastas no estaban mal la verdad. La pizza para mí gusto mediocre, ya que no venía tampoco con todos los ingredientes que se indicaban en la carta. pero lo que nos fastidio la comida totalmente y nos incómodo fue la presencia del dueño del local que se encontraba en otra mesa comiendo, el cual no paraba de gritar y hablar a voces en su mesa haciendo algunos comentarios machistas y hablando a voces con algunos clientes desde su mesa. Además no paraba de fumar un puro que generaba un olor muy desagradable para todos los clientes de la terraza. Pagamos sin más y nos fuimos con la comida chafada por la actitud del dueño. La comida esperaba mucho más la verdad. Ya que era domingo y faltaban algunas...