Nuevo paseo por las piedras de Tarragona. Entre callejón y placita surge cierto local con encanto, gracejo o "estilo", como gusta decirse hoy en día entre la modernidad, que se deja descubrir. Hoy le tocó el turno a Canteo.
Lo primero, el acceso. No te deja indiferente. Establecimiento a dos alturas: bajo y primero, pero el pie de calle es solo para la puerta de entrada. La decoración es sencilla, y fácil. La piedra y lo industrial se fusionan para "informalizar" un ambiente que acoge tanto a los que somos vintage (u old school) como a los que no apartan la cara del móvil, también llamados jóvenes.
En segundo lugar, la cercanía y el trato. Que el espacio no sea muy extenso ayuda a que el servicio pueda estar por ti. Barra sencilla, dos tiradores de cerveza (o dios gracias ninguno es Estrella...) de Inèdit y Turia y acceso a la cocina. Y tocó pedir: unas croquetas de parmesano y otras que les llaman "del mes" porque son las que te hacen en esos días, en esta ocasión eran de cecina y membrillo; un Ceviche de lubina; el Sándwich de berenjena asada, los Buñuelos de bacalao a lo Canteo, el Tartar de gamba y una Selección de quesos con pan tostado como remate.
Unos platos me gustaron y otros no. Las croquetas y los quesos bien. Personalmente considero que se cae en el exceso de añadir salsas, aliños o condimentos que roban el protagonismo a ingredientes de base que conforman el plato. Pongo en contexto que igual soy yo o mi gusto personal por determinados sabores, pero el mango se merendó a la lubina en el ceviche, el queso ricota y la berenjena se igualaron a cero y el bacalao apenas hizo acto de presencia en una especie de barquillo de "masa mani poori" junto a la salsa romesco. Más de lo mismo con el tartar de gambas y la salsa de mayonesa picante.
¿Podríamos decir que está mal? En absoluto. ¿Cantidades? Los platos podrían traer algo más, también es cierto. Aclaro: personalmente no me gustó el concepto, pero nunca diré que los platos pedidos estuviesen mal o que éstos no puedan gustar más a otros clientes. SE TRATA DE MI OPINIÓN PERSONAL, que me veo venir a los que lean esto.
Me guardo el final para el postre: la torrija de brioche frito bañado en leche, canela, ralladura de limón/naranja y huevo. Ahora todo el mundo parece tener la obligación de incluir la torrija en su carta de postres, pero no es necesario, de verdad. Este ancestro culinario empieza a ser maltratado con tanta deconstrucción, añadidos y ralladuras. ¿Quién no recuerda a su abuela usando brioche, rallando frutas para hacer una fuente de torrijas en semana santa junto a su bola de helado correspondiente? Sin estar mal de sabor, entre aderezos y pócimas se queda pelín reseca. La evolución de determinados platos es como la selección natural: caprichosa a la vez que sabia.
Mala noticia para los amantes de los caldos. La variedad de los vinos cambia cada cierto tiempo y se caracterizan por ser de la zona (ya me está bien), pero con una oferta no muy extensa en cuanto a posibilidades. No hay carta como tal, pero amablemente te los explican durante el servicio. Si no les importa la cerveza, diré que la Inèdit de barril es un espectáculo. Según mi opinión unos platos bien y otros no me gustaron tanto. En todo caso, división...
Read moreI admit, I was 17 minutes late for our reservation; the concert in the square ran over, this being Spain. Opening by lecturing me not to be late again was an odd choice in an empty restaurant. Continued absolutely awful service including rushing dishes yet having to ask for the check multiple times. The ham donut was far too sweet, the ravioli served still cold from being frozen (to the extent it hurt my teeth). Wine was the least delicious we had that day, which is saying something including a wine tasting. Two stars for food because the croquetas (2.60 each for a single bite!) were pretty tasty. Annoyed we wasted a dinner in Spain...
Read moreLa mia esperienza parte con l'entrare nel posto e non rendermi conto, cosa che ha fatto la mia amica, che non sembravamo essere felici di vederci arrivare. Siamo arrivati verso le 21, orario abbastanza normale in Spagna. C'era solo una tavolata forse perché giorno in settimana, tempo non bellissimo e partita del Barcellona-Inter. Ci sediamo ed ordiniamo il waffle che devo dire era squisito. Molto ricercato come piatto ed accostamenti che si mischiano in bocca con una giuste dose di bilanciamento. Probabilmente un po' poco/piccolo per il rapporto prezzo ma consigliato.
Ad un certo punto si avvisa il cameriere dicendoci che la cucina chiudeva e siamo state noi a chiedere se potevamo ordinare. Da qui mi accorgo perfino io che era scocciato. Noi scegliamo subito ma dobbiamo chiamarlo per ordinare (eravamo rimasti sempre in due tavoli). Chiediamo una patata bravas e le melanzane fritte con formaggio e miele. Il cameriere ordina in cucina dove palesemente, dopo la comanda comunicata ad alta voce, parla al cuoco con il labbiale scambiano anche sguardi scocciati. In sostanza ci arrivano le patate che erano ok, ma le melanzane imbevute di olio che sudavano. Di per sé la ricetta anche questa si vedeva fosse ricercata e squisita. Le prime più piccole ed in alto lo dimostravano, ma le altre più grosse e verso il basso restavano imbevute. Evidentemente la fretta del cuoco non ha permesso una buona cottura. Conclusione....alle 22.40 eravamo fuori. Su Google risultano aperti (che di solito é l'orario della cucina) fino alle 23. Fossi nel proprietario rivedrei alla grande la formazione del personale (e se il cameriere fosse il proprietario....rivedrei ampliamente il modo in cui si...
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