Llevamos varios años viniendo a este sitio desde que cambió la gerencia, sobre todo al mediodía porque el menú del día estaba bien y la ubicación al lado del mar es preciosa. Sin embargo, este verano la experiencia ha sido tan mala que es la primera vez en mis 15 años trabajando en hostelería que me siento obligada a dejar una reseña en un negocio.
El servicio siempre ha sido lento y desorganizado, pero este año ha sido directamente caótico. Fuimos varias veces en la misma semana y la sensación era de falta de coordinación total.
Una noche decidimos cenar a la carta y nos encontramos la misma comida del menú, pero a 15 € el plato de media. Como siempre, tardan en atender y toman nota de la bebida y la comida a la vez. Pedimos varios platos al centro (ensalada, burrata, calamar y salmón) y todas las guarniciones eran exactamente lo mismo que la ensalada. Todo sabía igual y la parte que no era ensalada era escasa. El concepto de “al centro” no lo gestionan: sirven todo junto y se olvidan de cosas básicas como poner las bebidas antes de la comida, tardan en reponer bebidas si pides una segunda ronda o traer el pan a tiempo. Esto no solo implica mala gestión sino que pierdes dinero de las bebidas porque acaban pidiendo menos. Cabe decir que había muy poca gente, dentro había dos mesas de dos personas y fuera otras dos mesas sólo de gente bebiendo.
Otra tarde fuimos un grupo de 10 personas a tomar cafés, aguas y granizados. La dueña nos atendió de manera seca, como si molestara que no consumiéramos “lo suficiente”. Esa misma sensación de desdén se repite siempre: una actitud soberbia que marca todo el ambiente.
El momento más incómodo fue otro día desayunando: la dueña mandó a una empleada a decirme que me pusiera una camiseta porque llevaba la parte de arriba del bikini… en la terraza de un local que está literalmente a tres metros de la playa. Me morí de vergüenza, igual que la empleada que tuvo que hacerlo mientras la jefa miraba desde dentro.
Da la impresión de que la dueña está obsesionada con que el sitio se perciba como un restaurante “serio” en lugar de un chiringuito de playa. El problema es que, si realmente quisiera ofrecer una experiencia de restaurante, debería empezar por tener personal formado, una carta coherente y un servicio que funcione. Ahora mismo no es ni una cosa ni la otra, y la actitud de la jefa hace que todo se sienta hostil.
Es una pena porque la ubicación es de 10, pero la gestión y el trato al cliente lo arruinan por completo. Es una pena tener que escribir esto, pero creo que es útil para cualquiera que piense venir y, ojalá, para que el negocio reflexione y mejore.
Sé que a continuación vendrá una respuesta de la gerente siendo soberbia, como puede observarse en todos los comentarios negativos que tiene. Esto no hace más que darnos la razón en que el carácter de esta persona es muy arisco e incluso...
Read moreFALTA TOTAL DE HUMANIDAD, CIVISMO Y RESPETO
Después de varios días desayunando allí con mi familia y habiendo cenado anoche con mis hijos, el trato que recibimos hoy fue indignante. Mi hija de 8 años necesitaba usar urgentemente el baño, y una señora mayor, de pelo canoso y actitud arrogante, se lo prohibió de forma grosera, diciendo que no están para atender a “gente de la playa”. Le expliqué que somos clientes diarios, que esa gente de la playa y nuestras familias somos los que hacemos gasto todos los días, pero no le importó lo más mínimo. Ni humanidad, ni educación, ni respeto. Que se trate así a una niña pequeña y a clientes habituales dice mucho del tipo de sitio que es. Un restaurante que vive del turismo pero desprecia a las personas. No volveremos jamás.
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TOTAL LACK OF HUMANITY, CIVILITY, AND RESPECT
After several days having breakfast there with my family, and having dinner last night with my children, the treatment we received today was outrageous. My 8-year-old daughter urgently needed to use the bathroom, and an older woman with gray hair and an arrogant attitude rudely refused her, saying they’re not there to serve “beach people.” I explained that we are daily customers, that those so-called “beach people” and our families are the ones who spend money there every day — but she didn’t care in the slightest. No humanity, no manners, no respect. Treating a small child and regular customers like that says everything about what kind of place this is. A restaurant that profits from tourism but shows utter contempt for people. We will never go back.
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Graciosa su respuesta, resulta que ningún cliente tiene educación y somos unos mentirosos todos, mi hija fue previamente y yo acudí con ella después al contarme lo que había pasado. Curioso que llevo yendo más de quince años y desde el año pasado (fecha en la que adquirió el restaurante esta persona sin educación) hay numerosas reseñas en las que, por desgracia para el resto de personal del local (que si saben ser hosteleros), todas se quejan de la falta de empatía y educación de esta señora. Y resulta que es la dueña, la que se supone que debe cuidar de la imagen que ofrece el restaurante. Si no sabes estar de cara al público, deja que tus camareros lo hagan y vete a relajarte a la playa o visita un psicólogo, que te...
Read moreHORRIBLE. Fuimos a cenar en familia hace unos días y todavía nos estamos preguntando cómo este sitio sigue abierto. Empiezo por lo que puedo contar sin perder los nervios:
El pan, duro y seco, claramente del día anterior (o de la semana pasada, ya puestos). El calamar a la plancha, frío y con una textura que parecía goma de borrar. Pero lo peor vino con la burrata: agria, pasada, y servida partida en tres trozos, como si fuera una ración de paté. Lo normal es servirla entera, no? Pues aquí no. Nos la dejamos casi intacta y la camarera ni se inmutó. Tendría que haber preguntado si todo bien.
Las hamburguesas... nos fiamos de las opiniones “buenas” y fue un chasco total. Presentación flojísima y sabor aún peor. Ni a mis hijos les gustaron, y eso que suelen comerse siempre todo. Lamentablemente, fueron lo menos malo de la cena.
El pescado sabía a congelado. Se lo comenté a la camarera con educación y su reacción fue tacharme de mentiroso, con una actitud que rozaba la mala educación absoluta. Así no se trata a un cliente.
Tardaron muchísimo en atendernos a pesar de que el restaurante estaba medio vacío. Durante la espera escuchamos a otras mesas quejarse... así que no es algo puntual. Es lo normal.
Después de lo vivido me puse a mirar más a fondo las reseñas y ya me cuadra todo: hay muchas negativas enterradas entre un montón de valoraciones de 5 estrellas que huelen a fake desde lejos. Está claro que intentan tapar la realidad con reseñas compradas.
Y para rematar, he visto las respuestas del dueño a las críticas: prepotente, maleducado, y sin pizca de autocrítica. Ya me imagino su respuesta: que el pescado lo pescan justo antes de servirlo, que la burrata es traída en brazos por un chef con estrella Michelin, que el pan lo hacen a mano sus abuelas italianas... No pienso ni contestar. Con ese tipo de actitud no se puede razonar.
Espero sinceramente que la gente lea esta reseña antes de caer como nosotros. El peor restaurante en el que hemos comido en Torrevieja, sin exagerar.
1 estrella. Porque no hay opción...
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