Backyard — Restaurant in Valencia

The location is visually okay and okey for the district, but standard conditions for Germany. However, the owner is extremely unfriendly to customers, after we sat down and ordered our drinks, he asked us to sit outside after about 20 minutes with the reason that the place is reserved. After we asked him why he didn't tell us beforehand, he told us that he is the owner and that he decides where we will sit. After we told him that he should bring the bill and that we should pay because we don't think it is ok, he asked us in a very disrespectful tone to pay at the cash desk, which is not usual in Spain.

Conclusion: the owner is a half-strong bodypumper who is only interested in money and zero in customer friendliness. I can not recommend anyone to visit this restaurant, because such people should not own a restaurant! So please stay away from...

The worst choice for a visit to a restaurant. The owner has no sense of hospitality and is disrespectful to paying guests. We were a medium-sized group and only got our drinks after 25 minutes. When we wanted to place our next order after 15 minutes, we were asked in a very unfriendly way to take a seat in the outside area and to do so immediately or to leave the restaurant. There were still many tables free and the owner made clear that he didn't care about our opinion of the situation and that he decided where his guests sat. When we asked for the bill, he also acted up and said that he would not bring us a bill to our table but that we had to come to the cash desk to pay. The place is not worth a visit and it was the worst experience anyone of us...

NEFASTA EXPERIENCIA, NO VAYAN NUNCA !! El restaurante es básicamente una copia mala de los restaurantes Saona, con peores calidades en cuanto a la comida, una higiene horrible y como no, MÁS CARO. El restaurante funciona de la misma manera que cualquier Saona, los platos son los mismos, a diferencia de los Saona, esta gente ENGAÑAN a sus clientes con una sonrisa en la cara, ofreciendo la carta de un viernes noche y fin de semana para comer a medio día, que siempre debe resultar un poco más económico (Dejo foto adjunta para que los propietarios no me traten de mentiroso). PRIMER PLATO, un tartar de salmón, el cual viene con un pelo negro rizado de unos 3 centímetros después de haber comido medio plato casi sin fijarme, lo cual es repugnante, digno de una queja por todas las vías de las inspecciones de salud que hay a disposición del consumidor. Les comento lo ocurrido y me contestan que los cocineros llevan gorro, como diciéndome que ellos no habían sido, suerte la mía que soy rubio e iba solo, con lo cual me ofrecen un plato nuevo el cual parecía estar bien aparentemente, ya que la higiene de esta cocina es de dudosa fiabilidad. SEGUNDO PLATO, pido el salmón con espárragos y una salsa de dudosa que no era más que una básica salsa de tomate frito de brick. Como no era suficiente el mal trago hasta el momento, me sirven el salmón de color negro, por una parte todo quemado y por dentro aún crudo. No entiendo cómo pueden ser tan sin vergüenzas de servir el plato de esa manera (Adjunto foto). La situación era digna de levantarse, poner una hoja de reclamaciones por la mala higiene y el mal producto que me habían servido, cosa que habría hecho si no fuera justo de tiempo, hecho por el cual no me he levantado al ver el pelo en mi plato. No m e he atrevido a pedir el postre que entraba en el menú, pido la cuenta y no tienen ni la mínima atención de pedir disculpas por el...