Desde el instante en que cruzas el umbral de El Gastrónomo, percibes que estás en un lugar especial. El hall te envuelve en un ambiente donde la elegancia y el buen gusto se hacen palpables, mientras un personal cálido y profesional te hace sentir esperado, relajado y listo para una experiencia memorable. Este no es un restaurante más: es un espacio diseñado para cautivar desde el primer momento.
El comedor es un refugio para quienes buscan un ambiente íntimo y acogedor. Aquí, el tiempo parece detenerse, y cada detalle está pensado para crear una atmósfera relajada que invita a disfrutar sin prisas. Más que un lugar para comer, es un rincón donde el arte de la hospitalidad se vive con intensidad.
Los entrantes elegidos para compartir entre cuatro comensales fueron una oda a la sencillez bien ejecutada: jamón ibérico de calidad excepcional, anchoas del Cantábrico que conquistaron por su intensidad, buñuelos de bacalao suaves y crujientes, y unos corazones de alcachofa salteados que sorprendieron por su textura y sabor. Cada plato fue servido con precisión, en su punto óptimo, sin artificios innecesarios.
En el apartado de los platos principales, la experiencia subió de nivel. El entrecôt, tiernísimo y jugoso, demostró la maestría en el punto de cocción. La lubina al horno, delicada y sabrosa, se presentó como un tributo al buen hacer con el producto marino. Pero fue el steak-tartare, preparado a la vista del cliente por José Javier Martínez, jefe de sala y SEO del restaurante, el verdadero protagonista. Su ejecución sobre gueridón, con la destreza y precisión de un artesano, fue un espectáculo que reflejó la excelencia de la casa.
El momento dulce no quedó atrás. La torrija de pan de calabaza, con su textura esponjosa y sabor equilibrado, y las crêpes Suzette, flambeadas al estilo más ortodoxo sobre réchaud, demostraron el compromiso de El Gastrónomo con el arte clásico de la gastronomía.
El acompañamiento enológico fue, sin duda, otro de los grandes aciertos. Las recomendaciones de José Javier Martínez demostraron un conocimiento profundo y una habilidad para potenciar cada plato con los maridajes perfectos. Desde un fresco y elegante Observador de Rías Baixas para los entrantes, hasta un intenso y equilibrado Valtosa Syrah de Jumilla para las carnes, acabando con el sorprendente y delicado Dulce de Invierno de bodegas Javier Sanz para los postres, cada vino añadió un matiz único a la experiencia global.
Lo que distingue a El Gastrónomo de otros restaurantes de su categoría, no solo es la altísima calidad de su propuesta, sino el equilibrio perfecto entre precio y experiencia. En un mercado donde la excelencia a menudo viene acompañada de precios desorbitados, este restaurante ofrece una relación calidad-precio-placer que resulta difícil de igualar.
Pocos restaurantes logran conjugar el nivel de detalle, profesionalidad y calidad que definen a El Gastrónomo. Su atmósfera, el trato impecable de su equipo y una propuesta gastronómica que mezcla tradición y técnica moderna lo convierten en una parada imprescindible para quienes buscan lo mejor en la alta cocina de Valencia. Si estás en la ciudad y deseas vivir una experiencia inolvidable, no lo pienses dos veces: El Gastrónomo es el lugar al...
Read moreHemos ido a comer en familia. Hace años que me fui del barrio y no había vuelto. Lo recordaba muy rico y bien servido y así continúa. Hemos comido fenomenal. Las raciones son generosas y la materia prima de primera calidad. Tienen una carta con entrantes fríos y calientes, arroces, pescados, carnes y unos postres espectaculares. Fuera de carta según mercado, siempre tienen alguna sugerencia. Todo muy bien elaborado. Pero quiero destacar el trato de todo el personal de la sala y el buen servicio que dan, cosa que echo en falta en muchos restaurantes. Cambio de cubiertos cada vez que es necesario, hemos compartido platos principales y los han servido de manera individual con todo detalle, el steak tartar lo hacen delante de ti y te dan a probar una bolita para ver si está a tu gusto o si lo quieres más picante o menos. Al llegar nos han sacado unas aceitunas y un chupito de crema de hinojo y chalota, detalle de la casa. De entrantes hemos pedido el foie con 3 mermeladas, los chipirones en su tinta con ajos tiernos, el revuelto de boletus y anchoas con tomate. El pan está buenísimo, sobre todo el negro y el aceite para ponerle rico rico. De principales hemos pedido el steak tartar, para mi el plato estrella, que antes hacía Antonio y ahora hace su hijo delante de la mesa. También hemos pedido arroz del senyoret, entrecot de vaca grillé con sus patatitas y verduritas y, la cazuelita de pescado ( merluza, lubina, rape y gamba). Todos encantados con los platos que hemos pedido. De postre el sorbete de mango es súper recomendable, en una tulipa de galleta y adornado con fruta madura y muy sabrosa: piña, kiwi, fresas, frutos rojos y mango. También hemos pedido la tarta de trufa que estaba fuera de carta, el surtido de sorbetes y el sorbete de limón al cava. Otra cosa que tienen muy buena y que me falla en muchos sitios es el café. Corto, con aroma...
Read moreWe came in with outstanding recommendations and hence, great expectations. I must say that we were disappointed by the overall experience. The signature tartar was tasty but the preparation left it looking more like a meat puré in terms of consistency. It was tasty and it is nice to see it being prepared by the table. We had a salad as an entree and the quantity was pretty low, same goes for the rodaballo fish, ok on the taste but very small portion size, both in therms of fish and sides. I believe that this restaurant has seen better days....
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