La Tarara Valladolid — Restaurant in Valladolid

He sopesado mucho si poner o no está opinión, pero creo y quiero que sea una opinión que pueda ayudar a clientes, trabajadores y al local. No sabría decir si mi experiencia fue mala-normal-pasable, de hecho valoro la posibilidad de darle una segunda oportunidad en el futuro, cosa que no me suele ocurrir porque normalmente salgo de los sitios teniendo claro si volveré o no. Pero quizás mi visita coincidió con un “mal día” para el local. El establecimiento indiscutiblemente es bonito, e invita a probar. La carta de picoteo también, independiente de la cantidad de ocupación que tiene. La primera señal que me hizo pensar fue el cartel en una de las entradas en el que ponía que se busca personal. Entendible, pero no creo que sea imagen para el sitio ni lugar para ponerlo. Los trapos sucios se lavan en casa o en otro tipo de plataformas. Al cliente ya le sobreavisa de lo que se puede encontrar ante tal situación. Una persona sola para toda una terraza llena. Pedimos la comanda, hasta ahí todo normal. Llegan los platos. No puedo decir que sean caros, tampoco baratos. Pero sí escasos, en el caso del sándwich de carrillera ridículo. No era un sándwich si no me dio sándwich cortado en dos para comer de un bocado. Sin acompañamiento más que una pintada de salsa. La ración de rabas sin ser la más cara que me he encontrado, tirando a corta. El saam puede ser que el tamaño más correcto junto con las croquetas. Todo rico, creo que de una calidad bastante buena, pero sinceramente te quedas con hambre. No te aconsejan sobre la cantidad tampoco. Es preferible que te cobren un poco más y sean raciones correctas, que te permitan comer de verdad de picoteo con 3-4 cosas, que de eso se trata un picoteo, el poder pedir cosas varias y poder compartir y no quedarte con hambre. Prefiero pagar más y sentirme satisfecha que comer lo que nos sirvieron y quedarme con cara de idiota ante el tamaño. Intentamos pedir más y por las horas (22:45) no nos dejaron a no ser que fuera postres. Lo comprendo, entiendo que el personal de cocina lleve sus 11h diarias si no son más, y diga que hasta aquí damos de comer. Si la dirección del garito fuera inteligente y eficaz, y diera buenas condiciones a los empleados tendrían gente suficiente para poder atender a todo el mundo y ampliar la oferta. Entiendo que no me den de cenar a las 23 en el restaurante, pero si es una carta de picoteo, más rápida y menos elaboració lo ideal es que la gente pueda tener esa opción por lo menos hasta las 23h. O de eso se trata la carta de picoteo en los sitios. Es una opinión subjetiva pero como visión del negocio de hostelería creo que sería más rentable. No digo ni defiendo que se dé de comer a las 12 de la noche, pero la gente que se desplaza hasta allí debería tener más opciones. Si no, para que vas a ir hasta las afueras de Valladolid si tienes más posibilidades de cenar o picar a esa hora en el centro? Otro consejo es que llega la hora del cierre el personal avise al coger la comanda de que la cocina va a cerrar y que después ya no se podrá pedir nada más… entonces ante la duda no te lo piensas y pides más cantidad. Todo esto es un resumen de cómo hacer que un sitio chulo vaya mal, el personal de hostelería esté maltratado en esta ciudad y que el cliente se vaya insatisfecho con la duda de si volver o directamente no volvérsela a jugar, habiendo más sitios en la ciudad. Pensemos en cómo hacer las cosas mejor, y progresar en todos...

Fantástico lugar, si no tienes que cruzar palabra con nadie, ni tienes ningún percance. En nuestro caso, caída de una persona mayor, debido al mal estado de un tapete con tornillos debajo. Se lo decimos al que luego supimos que era el "jefe de sala", y ni hizo ni ademán de preocuparse (acabó por la tarde en urgencias por un esguince). Ni se giró. En lugar de eso, vino al rato para echarnos de la zona donde estábamos sentados, porque "un compañero suyo no lo ha debido cerrar". Le indiqué que no me parecía correcto, ya que estábamos sentados desde hacía rato, pero tampoco le importó. Al ver esta dejadez, y que la inflamación iba a más, decidí poner una hoja de reclamaciones. Me hicieron esperar cuanto pudieron, y yo mismo les tuve que indicar que se hicieran una copia. Pues a partir de ahí, el surrealismo: el jefe de sala me "lanza" a un guardia civil, cliente habitual, tratando de convencerlo de que yo estaba "alterado". Nada más lejos de la realidad, como terminó notando el propio agente. Después vino el encargado, me pidió disculpas repetidas veces, que aceptamos. También mencionar que al menos el cocinero sí se preocupó, llevando una bolsa de congelados para contener la inflamación. Al final decidimos irnos, después de estar hablando cordialmente, tanto con el agente, como con el encargado. Pues llega encima mi sorpresa cuando por la tarde recibo un correo del gerente, aprovechando -ilegalmente- que tiene mi dirección por la reclamación. Pero no para disculparse, sino para llamarme maleducado, decir que yo estaba alterado, y que no volviera por allí. No sé quién se cree que es este señor, pero tal vez debería haber estado allí para poder juzgar con esa soberbia unos hechos que desconoce. Tal vez debería controlar a su gente, especialmente a esa persona, quien imagino que le contaría la misma patraña que al guardia civil. Le ofrecí llamarme por teléfono para aclarárselo, por si le interesaba algo la verdad. Por supuesto, no lo ha hecho. Dantesco. Pero que no se preocupe, que tampoco tenía intención de volver para pagar 3,70 euros por una caña cutre con dos patatas fritas. No he visto una chulería igual en un hostelero en mi vida. Y encima, poco listo, porque me dan ganas de denunciar el uso indebido...

No volveremos. Decepcionados: Decoración muy linda. Atención correcta. Ubicación muy remota aunque compensa el parking disponible. Mesa de 4: entrantes x 3 para compartir 4 principales variados, vino agua y dos postres 170 EUR. Todo ok si no hubiera sido por el hecho de que la calidad y sabores de la comida ha sido bastante decepcionante en general. Pedí Atún sobre alga Wakame y mucho picante ya que amo esa combinación y la pido allá donde voy (normalmente en asiáticos) es una combinación que me alucina, especialmente con salsas bien picantes ( viví en Mexico mucho tiempo 😊) La calidad del atún como materia prima, es buena pero se les fue y mucho la mano con la sal o el condimento...el caso es que estaba incomible por salado (di a probar al resto de los comensales y todos estuvieron de acuerdo en que estaba demasiado salado, no picante sino salado) Con apuro, devolví el plato explicando la razón. Al recibir la cuenta me cobraron el atún lo cual cuestioné. La camarera me confirmó que lo había consultado con el chef que resulta ser el dueño y que me lo cobraba a pesar de no haberlo tocado más allá de haberlo probado (3 pedazos de unos 20) Francamente decepcionante su atención al cliente. Cualquier restaurante habría obviado ese cargo o al menos habrían tenido un gesto con la mesa. No es el dinero sino la falta de gestión de un problema. La camarera moría del apuro. No volveré jamás; la comida deja mucho que desear para el nivel que hay en Valladolid en sitios como la Alquimia donde el servicio y la propuesta de menú supera con creces la experiencia de hoy. La avaricia...