Restaurante La Tagliatella | Valladolid — Restaurant in Valladolid

Viernes 18 de noviembre, Valladolid lleno hasta la bandera y una reserva sin hacer para comer ese mismo sábado 6 personas. Después de llamar a 20 sitios, todos completos, me sugieren que llame aqui, que es grande, y tendrán sitio (no sé en qué momento hice caso, estos locales tipo franquicia no son santo de mi devoción, pero accedí a la desesperada y, sobretodo, porque había estado hacía aprox 3/4 años y para una simple pizza no estaba mal). En efecto, llamo, y era el único sitio de Valladolid que tenía sitio ese sábado (se juntó INTUR con un par de eventos más y no cabía ni un alfiler más en la ciudad, todos los buenos ya estaban completos). Reservamos a las 13:45h. El resto de comensales me comentan que cómo vamos a comer tan pronto, a lo que les comento, y no me equivocaba, que ya veremos si comemos. Nos presentamos allí a la hora, 14 minutos para tomar nota de la bebida. Primer turno de comidas, medio lleno el local, TRES camareros, repito, TRES. Lo demás se lo pueden suponer (en cocina no sabemos como andaban de personal, pero por los platos que sacaron y como los sacaron, casi seguro que parecido). Aproximadamente una hora después nos traen unos entrantes (luces y sombras, con más sombras que luces, durante toda la comida): Tortellini fritos: malos pero no abominables, el relleno un poco cemento, eso sí. Ni de coña es un plato de 4/5€. Lo podemos equiparar, quizás, a unas pipas o unos maíces, gratis con una CocaCola de tapa. Carpaccio de bacalao: correcto. Pero es que es difícil abrir un sobre y hacerlo mal, claro. Íbamos con un niño, por lo que pedimos que su plato (un entrecot) saliese con los entrantes. Tal era el lío que había en esa sala que nos acaba trayendo el entrecot la jefa/encargada de sala, vestida diferente y sin “uniforme” de camarer@. Nos sirve un entrecot FRÍO pero bien cocinado, por lo que podemos deducir que el plato llevaba realizado un buen rato y que al no dar a basto los camareros, lo tuvo que sacar una persona que no está destinada a ello (y si lo está, por dios, un delantal y una servilleta, que no se os van a caer los anillos).

Cuando llegan con los primeros habia pasado ya más de una hora, y llega la camarera con uno de los mayores insultos a la inteligencia que he visto en una mesa. Habiamos pedido dos plato de pasta: Pasta con gambas y guindillas: Si vas al Hospital Clínico a comer, te ponen más o menos esto. Gamba congelada y mala (podemos aceptar congelada, pero no mala, en el chino Gran Muralla tienen mejor materia prima que aquí). Totalmente de hospital, ok a que no llevase “salsa” como tal mas que el aceite picante etc, pero es que esos espaguetis no habian pasado por la sartén para integrar su sabor con el de las gambas, y no sabían absolutamente A NADA. Pasta con 7 quesos: esto si que fue una broma de mal gusto. Pedimos una pasta rellena (triangulos) con la salsa de 7 quesos y perlas de frambuesa. Viene la camarera con un plato de una pasta INDECENTE (gorda, insipida) que flotaba en una salsa aún más indecente. ¿Se puede hacer una salsa de queso totalmente líquida y acuosa? ¿O es que sólo echamos la nata y se nos olvido el queso? A casi 15€ el plato, es para llorar. Aquí ya me enfadé, dado que es totalmente insultante decir que sirves pasta con salsa 7 quesos y poner una nata sin gracia. Plato devuelto a corrales, cosa que hay que hacer más, así en cocina ven las “indeseabilidades” que hacen. Lamentable esto, con todas las letras. Ensalada de foie: correcta, pero sin más. Repito: es muy difícil abrir un sobre, echarlo en un plato y encima hacerlo mal.

Por último, las pizzas: se podían comer y estaban bien ambas: una que era una especie de calzone pero abierto y otra de 7 quesos que esta vez si llevaba queso. Comestibles, no tan buenas como en otros sitios de la ciudad, pero comestibles a fin de cuentas. Supongo que serán platos que vengan hechos en un 90% y que del personal solo dependa saber meterlos al horno. Por suerte, esta vez, lo hicieron bien.

No nos arriesgamos a pedir postre porque, tras una cuenta de 150€, ya nos habían engañado...

First time in Valladolid. Long journey to get here and hungry. La Tagliatella almost next door to my hotel. Pop in for lunch and served by a very pleasant lady who was working non-stop all over the place. Ordered the ragu antico with spaghetti. Out it came in under 10min which was a bit odd as the restaurant was busy and pasta takes a little time to cook. Nice lump of burrata in the middle of the ragu in a rustic ceramic dish. A good serving possibly for two small eaters. The ragu was tasty but the spaghetti was well over boiled and soggy, a real disappointment for an Italian restaurant. To make it worse, the water from the pasta hadn't been adequately drained and that made the ragu watery. At one point I ate some burrata with the ragu and it was cold - it appears that the burrata had not been warmed enough after coming out of the fridge. Pricy at €16.90 for soggy pasta and watery ragu with cold parts of burrata. Very good and pleasant service which is a pity. The olives were delicious though!!...

Place was mostly empty because there was Madrid vs. Barcelona match that night, but we have heard that the place is full most of the days, so maybe it's better to make a reservation to guarantee the table. Food was food, service fast, arrabiata had meat which we are not used to that, but was good. We couldn't try the new dessert because that day the dough that is used for that dessert was not good enough, but tiramisu is always a good option 😀 Next time, we'll try to go with our kids, and we will let you know if the place is kids friendly, but we did see many high chairs pilled up...