Lunático — Restaurant in Valladolid

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Bar restaurante situado en el centro de Valladolid , en la Acera Recoletos junto al campo grande. Un local que lleva ya un par de años abierto , un local moderno y ambiente joven. Tienen una amplia terraza cubierta.

Sirven desayunos , comidas , cenas y se puede tomar copas. La carta tiene una buena variedad de platos , una serie de entrantes , carnes , pescados y varios postres.

Fui a comer y pedí estos tres platos:

Croquetas : Dos de cecina con mayonesa ibérica y otras dos de boletus con mousse de trufa ibérica. Se puede elegir entre 4 y 6 unidades. Las de boletus no tenían mucho sabor , las encontré algo sosas , la bechamel es cremosa. Las de cecina estaban algo mejor. Tienen un buen tamaño las croquetas, rebozado correcto , no me gusta mucho que se añadan salsas a las croquetas, no veo que aporte nada la salsa a la croqueta.

De plato principal pedí el bacalao a baja temperatura con crema de patata morada y mayonesa. El bacalao no estaba muy allá… no tenia mucho sabor , una tajada no muy grande , algo pasado de punto, la patata y la mayonesa le aportaban el punto de jugosidad que le faltaba. No me entusiasmo mucho.

De postre la tarta de queso con helado de frambuesa. Una buena porción de tarta de queso , bastante suave , sin mucho sabor a queso , no es una tarta cremosa . El helado no esta mal. Prefiero otras tartas de queso mas cremosas o con mas sabor a queso.

Resumen : Respecto a la comida todo bastante normal , ni bueno ni malo. Se paga el sitio donde está situado. La silla de rejilla es algo incomoda bien le vendría una funda al respaldo y cambiar la mesa que estaba algo rota. Servicio rápido.

Precio : 31,1€ con una botella de agua de 0,7(3,5€) , pan 1,5€ ,croquetas...

Anoche, domingo, acudimos 6 amigos a tomar una copa en la terraza de este lugar debido a que es una terraza muy apetecible. Antes de comentar lo sucedido me gustaría indicar que trabajo en hostelería y me considero muy empatica con este sector y creo que lo hago fácil. Pues bien, una vez en la terraza tuvimos que entrar al bar a solicitar que nos cogiesen nota, y yo en concreto pido la copa con determina fruta y en vez de en copa de balón en vaso bajo. También pido un cenicero pues se la faena que es tener que barrer todas las colillas. Se enfada con nosotros por retirarla un cenicero de la bandeja cuando ya nos estábamos quemando con las colillas de la mano y nos hace saber, la camarera, que tiene muchas ganas de irse a casa y lo dejamos pasar. Sorpresa cuando me trae mi copa sin la fruta pedida y muchísimo menos con lo más fácil, el vaso solicitado, también lo dejamos pasar y no la decimos absolutamente nada para no molestar. Lo realmente escandaloso fue cuando a la una en punto viene con la bandeja y nos retira las copas ENTERAS. Así es, con un triste “ya lo siento, es que me quiero ir” nos coge las copas de la mesa y se las lleva. Situación surrealista donde las haya sobre todo porque conociendo el sector soy consciente de todo lo que aún la quedaba de hacer dentro del bar antes que retornos unas consumiciones pagadas pero no consumidas. SURREALISTA, jamas en mi vida había recibido un trato tan nefasto y desganado pero jamas me habían quitado algo de la mesa sin haberse acabado. EL PEOR TRATO QUE HE VISTO Y RECIBIDO EN MI VIDA. Sigo sin dar crédito un...

Tengo que decir que me hallo muy sorprendida gratamente.

Eligió el restaurante una amiga, y al ver la puntuación de las reseñas de Google quedé preocupada por como iba a ser la comida. Tenía un 3.8, siempre intento comer en sitios con mayor puntuación, ya que las experiencias en restaurantes con una puntuación menor del 4.... En varios casos ha dejado mucho que desear, o mala comida, o muy caro para lo que ponen, etc.

Tengo que decir que todos los platos que probamos buenísimos, con bastante cantidad ( incluso en la ración de croquetas te la varían de tal manera que llegue para todos los comensales) para compartir (éramos 4) y muy buena presentación.

La camarera que nos atendió, Erika, muy atenta y explicaba muy bien los platos y las posibilidades de la carta, incluso nos preguntó si queríamos todo junto o mejor poco a poco para que no se enfriase (en muchos sitios te lo traen a barullo).

Los tiempos entre platos correctos, lo justo para comer tranquilamente, pero que no se haga pesada la comida.

En cuanto a precio, con bebidas (cada una pidió su copa de vino o cerveza a mayores del agua) y postres incluidos, tocamos a poco más de 20 por persona.

Solo le pongo una pega, nos sentamos en la mesa de al lado de la puerta, y al no tener un biombo o algo parecido, cada vez que abrían la puerta, siendo noviembre en Valladolid, pasábamos un poco de frío.

Por el resto, me parece un sitio de 10, con buenísima calidad, precio y trato.

(En las fotos faltan varios platos...