¡CUIDADO! Estimado lector, si estás dudando en darle una oportunidad a este restaurante, te ruego que tengas la paciencia de leer el resumen de mi recentísima experiencia, por si esta te ahorra un mal sabor de boca. Ayer por la noche (29-12-2022), dos amigos y yo mismo nos dispusimos a cenar en este restaurante, a las 21:30. Después de aceptar la amable recomendación del camarero, optamos por pedir tres menús degustación, a 25€ por cabeza. Dicho menú constaba de cinco raciones de platillos variados fríos, cinco calientes (ambos servidos en el centro de la mesa y acompañados de un pan tipo ácimo, que no parecía casero), un falafel introducido en una especie de torta fina de trigo y acompañada con ensalada y salsa, bebida y un pequeño postre (pequeña bola de helado de turrón con trozos de baklava). Por cinco euros más, creo recordar, añadían un plato más, con carne (la opción previa no tenía). La comida nos pareció aceptable, sin ser nada del otro mundo, aunque los tres coincidimos en considerarla escasa en relación con el precio; especialmente al tener en cuenta que no había nada de carne, que es lo que suele elevar el coste, y que, además de la cantidad, los ingredientes empleados y su elaboración no parecían justificar el precio final. Puro picoteo. Hasta aquí, todo en orden; habíamos leído el menú, y si lo descrito no cumplía con nuestras esoectativas bastaba con no volver y punto. Ni siquiera estaría escribiendo esta reseña de haberse quedado ahí la cosa. Pero no fue así. El verdadero inicio del problema comenzó cuando, al fijarnos en la mesa que estaba junto a la nuestra, donde también los comensales habían pedido el menú de 25€, pudimos ver que en sus cinco platillos fríos les habían puesto lo que a nuestro ojos era la misma cantidad que nos habían servido a nosotros. Pero ellos eran dos y habían pedido dos menús; nosotros éramos tres y habíamos pedido tres. Cuando nos trajeron la cuenta, le explicamos educadamente al camarero la situación, expresándole cómo entendíamos que, a excepción de la bebida, el falafel y el minúsculo postre, nos habían servido dos menús por el precio de tres. Este, visiblemente y nervioso puesto que no paraba de interrumpirnos, insistió en que nos habían servido más cantidad que a la pareja junto nuestra; nosotros tres confirmamos no ver diferencia alguna en las raciones y se dispuso a hablar con el encargado. Volvió con y él, un hombre moreno de pelo negro y con gafas quien, manteniendo en todo momento una actitud arrogante, nos dio a entender que hacía caso omiso de nuestras quejas y que, en todo caso, podíamos repetir alguno de los platillos del menú. Entre sorprendidos y divertidos por la kafkiana situación (especialmente al tener en cuenta que ya habíamos tomado el postre), optamos por pagar la cuenta y pedir, siempre con buen tono, la hoja de reclamaciones. Y la cosa continúa... Regresó el camarero con un libro abierto; escribí la reclamación y, tras terminar e intentar coger mis copias me quedé sorprendido al ver que el libro eran páginas normales, no las típicas con un calco para las copias. Confundido, le pregunté al camarero por mi copia, puesto que esto no se parecía a las hojas que había visto. Regresó el encargado, visiblemente furioso, y mostrándonos la portada del libro (de la cual solo recuerdo la palabra turismo) nos dijo que no tenía otra cosa. Uno de mis acompañantes le insistió en que, a su entender, aquello no eran hojas de reclamaciones y que nos diera una hoja con sus copias. Descompuesto y a voz en grito, nos dijo que no nos daría a nada más. Temiendo una respuesta agresiva a su ya violenta actitud, pensé en llamar a la policía; mis acompañantes prefirieron marcharse y opté por ceder, acaso errando. Salimos con la convicción (igual que equivocada, a tal punto deseábamos ser justos) de que en aquel establecimiento nos habían negado la hoja de reclamaciones, algo que, hasta donde yo sé, no les está permitido. Ahora decide, estimado lector, si merece la pena pasar el mal trago o prefieres ahorrarte lo que nosotros vivimos como la experiencia...
Read moreWe had a few comments that I Google-translated and asked the waiter to pass to the chef. But in case he didn't, here goes... The Falafel and Cauliflower dishes were burnt, meaning that the chef must have overheated the bloody oil. Really lowered the tast and texture dramatically. The Fatoush saled was packed with Pomegranates. It felt like I was eating a desert not a salad. The Foole was ok but really should be served HOT and not so overflowing with cumin, which killed the taste. The Homous was a bit sticky due to so much Tahini sauce, but probably the best of the lot, so that's saying something. And the exuberant prices were really not in line with the quality and the atmosphere. Just...
Read moreLa peor experiencia gastronómica de nuestras vidas. Hemos comido en muchos sitios, buenos y no tan buenos, caros y baratos, pero un restaurante que prometía tanto y que tantas ganas teníamos de probar nos ha decepcionado en todos los aspectos gastronómicos. En un principio la comida tiene buen aspecto y entra por los ojos, hasta el momento de probarla. Nos chiflan los humos de todos las variedades, el falafel y el kibbe es uno de nuestros favoritos normalmente. Pero aquí hemos probado lo peor de lo peor, el Mutabal de berenjena(como el humus pero sin garbanzos) sabía solo a ajo en polvo, con una salsa agridulce avinagrada que mataba el todo sabor y aún encima está recién sacado de la nevera, el pan de pita que venía para acompañarlo estaba reseso de varios días. Pero lo peor la cena ha sido el falafel, incomible es la palabra, tenía un sabor fuertísimo a bicarbonato, el peor sabor que te puedes llevar a la boca y menos en un restaurante de esta categoría. Además con una corteza dura y torrefacta nega de freidora. Tengo que decir que el primer bocado lo comí, pero el segundo lo tenido que sacar de la boca , mi mujer sin darse cuenta, me dice, esto no se puede comer , está malísimo, es la primera vez que la veo rechazar un plato en un restaurante. Íbamos a llamar la atención de la camarera, pero desde un primer momento nos mostró un total descocimiento sobre los platos de la carta, que finalmente yo he decidido no decir nada y no volver nunca más y dejar esta reseña. Tengo que decir que venían unos rollitos de carne que si que estaban buenos, lo único que se salvó de la cena. El humos, el falafel de supermercado y los kibbe que venden el super continente de portugal son mucho mejores que lo que hoy hemos comido hoy aquí.sin duda ninguna. Gran decepción y no se lo recomiendo a nadie, ha sido de las peores cena hemos...
Read more