Restaurante Alberte — Restaurant in Vigo

Veo que mi experiencia ha sido muy diferente a la de otros comensales, lamentablemente no puedo otorgarle más que 2 estrellas, fundamentalmente si lo comparo con otros restaurantes de Vigo con las mismas aspiraciones. Fuimos 4 personas y solicitamos un menú degustación largo que se compone de varios platos y postre. Los entrantes fueron correctos, pero en cuanto llegó el turno del pescado, este se quemó en la parrilla hasta el punto que en lugar de servirlo en mesa (como era la intención) el camarero se llevó el carrito hasta la barra y al ser cocina abierta, pudimos ver como lo despegaban rascando con espátula de la bandeja para servirlo. En cuanto lo probamos vimos que era absolutamente imposible de separar la carne de la piel e incluso tuvimos que pedir cuchillos de sierra al camarero, todo esto a la vista de Alberte. En cuanto al postre, según la carta se trataba de una cata de quesos. Nos trajeron a la mesa una bandeja llena de diferentes quesos y nos dijeron que podíamos escoger 4. Evidentemente cada comensal escogió los 4 que le apetecían, pero el camarero nos dijo que no iba así, que teníamos que escoger 4 ¡¡entre todos!! Entonces, si va una sola persona al menú degustación, ¿solo puede escoger un queso? Tras todo esto y quedándonos de últimos en el restaurante, no hubo ningún tipo de detalle, la cuenta al completo y además a Alberte ni se le ocurrió acercarse a la mesa, ya no a pedirnos disculpas, si no tan solo a preguntar cómo había ido. En definitiva, puede que lo hayamos pillado en un día malo, pero evidentemente no lo recomendaremos y ni mucho menos creemos que haya una buena relación...

Hemos probado el menú degustación largo, y aunque está toda la comida muy rica, y vale la pena probarlo, quizás mi única pega es que es demasiada cantidad. Le comentamos tanto al camarero como al chef que no podíamos con la tabla de quesos para que no nos la pusieran ya que estaban llenísimas, pero el chef fue muy agradable y como compensación nos puso un sorbete de manzana ácida para no sentirnos tan pesadas, y después nos trajo un postre de hierba Luisa para asentar el estómago, y sobre todo no irnos sin probar los postres. He de decir que tanto la elaboración como el producto son de muy buena calidad (trabajan directamente con la lonja de la guardia), pero lo que es especialmente bueno es la calidad del servicio. El chef es maravilloso, atento y está en todo momento pendiente de las mesas (la cocina está abierta al comedor) y el camarero también tuvo un trato muy agradable y risueño.

En cuanto al tipo de comida, diría que se trata principalmente de un restaurante de estilo tradicional, más que por platos innovadores apuesta por platos “de nuestras abuelas” con una muy buena ejecución.

Con respecto al ambiente, era un comedor muy tranquilo en el que se podía comer relajadamente sin ruidos, lo cual es un punto muy a su favor.

En definitiva, es un sitio al que ir, pero también volver, para no quedarse con ganas de probar todos los platos de su carta y sobre todo su tabla de quesos gallegos (nosotras...

Buena propuesta especializada en carnes y pescados a la brasa. El local está muy cuidado y decorado con sencillez en maderas y colores negros. Son pocas mesas, una de las cuales es un resevado par un maximo de unas 12 personas muy bien acomodadas. Por el tamaño del local, recomiendo reservar. Hay un solo camarero para todo el local, lo que puede resultar en algún momento un tanto lento, pero bien, sin queja. La cocina a la vista y muy original. La cocina con un producto 10 y muy bien cocinada y presentada. La propuesta de vinos también muy bien elaborada con vinos gallegos, del resto de España, Portugal, Francia y otras zonas europeas. Los postres no podian ser menos y están al nivel de una muy buena comida. La cuenta fácilmente sube a los 90 o 100 euros, incluso puede que más si coges el menú Alberte, pero está claro que el nivel de la propuesta tiene ese precio. Situado en Rosalía de Castro con un montón de sitios a donde ir después de cenar. Lugar recomendable. Por señalar, los pescados que probamos; un salmonete espectacular de sabor (quizás el plato en el que se sirvió no era el adecuado porque era un cuenco y no había donde dejar las espinas) y una lubina a la espalda ESPECTACULAR para 8 personas que nos presentaron entera antes de repartirla en cada plato. En definitiva, una propuesta que hacia falta en Vigo por su originalidad y...